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"El fútbol es trabajo duro"

11 de mayo de 2011

Pasó de jugar en la calle a ser el mejor goleador africano en la historia de la Bundesliga, haciendo realidad el sueño de muchos, y su historia da lugar a la esperanza. Lea aquí por qué.

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Papiss Demba Cissé.
Papiss Demba Cissé.Imagen: AP

Papiss Demba Cissés tiene dos caras, una dentro y otra fuera de la cancha. Dentro de la cancha corre, lucha por la pelota y grita, luego coloca la pelota con fuerza inusitada en el área enemiga. Fuera de la cancha, habla en voz baja y con una mirada tímida que refleja humildad. La humildad de los que son tocados por la suerte.

“Puedo ser aún mejor”

Cissés nació en Senegal y llegó a los 25 años adonde todos los talentos del fútbol sueñan estar: formando parte del gran escenario del fútbol. Con 22 goles, es el mejor goleador africano en toda la historia de la Bundesliga y el delantero más exitoso de su club, el SC Friburgo.

“Me alegra y me siento muy orgulloso”, dice Cissé esbozando una sonrisa, para luego agregar, ya más serio: “Pero puedo ser mejor aún. Doy todo hasta el último minuto y trato de hacer mi trabajo, es decir, meter goles”.

Jóvenes jugando al fútbol en una playa de Dákar.
Jóvenes jugando al fútbol en una playa de Dákar.Imagen: picture alliance/Godong

Cissé tiene una disciplina de trabajo “muy alemana”, dicen en Friburgo. Se dice que “trabaja la pelota”, corre mucho y por poco se ofende cuando el departamento médico del club le da licencia por enfermedad.

Esa ambición lo ha llevado lejos. Terminará esta temporada de la Bundesliga siendo el segundo mejor goleador después de Mario Gomez, que juega para la selección alemana. Una historia de éxito que comenzó en la capital senegalesa de Dákar. “Aprendí a jugar al fútbol en la calle, como todos en Senegal”, recuerda Cissé. “Allí tienes que aprender todo solo. El fútbol callejero no se atiene a un plan. Hay que hacer lo que a uno le parece”.

Los primeros botines a los 16 años

La carrera de Pappis Demba Cissé comenzó como la de la mayoría de los niños africanos, que sólo conocen las zapatillas de fútbol porque las ven en televisión. Se juega con zapatos o descalzo. Hasta el día en que recibió un regalo: “Mi tío me regaló los primeros botines. ¡Fue una gran alegría! Tenía 16 años y nunca había tenido zapatillas de fútbol de verdad. Le estoy agradecido a mi tío hasta el día de hoy”, reconoce Cissé.

Cissé marca el segundo gol para el SC Freiburg.
Cissé marca el segundo gol para el SC Freiburg.Imagen: dapd

Y más suerte tuvo el jugador africano poco después, ya que fue descubierto en la liga senegalesa por un entrenador francés al que llamó la atención y que se lo llevó con un contrato a jugar a la segunda liga francesa, al FC Metz.

A partir de allí, todo sucedió muy rápidamente. Durante un partido de prueba contra el SC Friburgo convenció tanto al equipo contrario que éste lo compró por 1,5 millones de euros. Mucho dinero para un jugador de la segunda liga, criticaron algunos fans del Friburgo. Pero Cissé les demostró que los valía. Hizo un gol tras otro y elevó su valor de mercado hasta llegar, hoy en día, a los 15 millones de euros.

Ser jugador profesional es trabajo duro

¿Cómo se pasa del fútbol callejero a ser una celebridad? La respuesta de Papiss Demba Cissé es breve: “Con trabajo duro”. Ser jugador profesional de fútbol es todo, menos una tarea fácil. “La gente cree que todo es muy simple: manejas autos caros y ganas mucho dinero. Pero detrás de eso hay trabajo duro, y si uno no es lo suficientemente fuerte física y mentalmente, no es posible lograrlo”, explica Cissé.

Y Cissé lo logró. Equipos de renombre, como el FC Arsenal o el FC Liverpool pretenden adquirirlo. Y en el Friburgo todos esperan que Cissé cumpla hasta el 2014 con su contrato, aunque él coquetea con la idea de jugar para la Premier League.

Sería un paso lógico en su carrera meteórica que aumentaría aún más su popularidad. Pero Cissé no olvida de dónde viene, y les da un consejo a los talentos africanos: “Si están realmente preparados para esta profesión, no deben renunciar nunca, tienen que entregar todo lo que tienen, y escuchar bien a la gente que sabe para aprender.”

Autor: Joscha Weber/ Cristina Papaleo

Editor: Emilia Rojas Sasse