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Preocupación por caída de crecimiento en China

15 de julio de 2013

El empuje económico de China cayó al 7,5 por ciento en el segundo trimestre de 2013, por debajo del 7,7 por ciento registrado en el primer trimestre. Pekín quiere reducir la dependencia de las exportaciones.

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"Bala armónica", trenes chinos de alta velocidad.
"Bala armónica", trenes chinos de alta velocidad.Imagen: Reuters

La desaceleración se produce en línea con lo pronosticado por los analistas, que esperan que el crecimiento se reduzca aún más en la segunda mitad del año. Aún así, el crecimiento de la segunda potencia económica del mundo se ubicó por encima de la meta anual del gobierno, que en los últimos años fue establecida con mucha precaución y en la mayoría de los casos superada.

El crecimiento en el segundo trimestre se vio influenciado por problemas económicos globales y reflejó los esfuerzos del gobierno por centrarse en ajustes estructurales a largo plazo, señaló Sheng Laiyun, portavoz de la oficina nacional de estadísticas. Los analistas están inmersos en un debate sobre la capacidad de China de cumplir o no su objetivo de crecimiento anual y los pros y contras de un posible paquete de estímulo económico por parte del gobierno.

Prioridad es la reforma estructural

He Xiaoyu, economista de la Universidad Central de Económicas y Finanzas en Pekín, dijo que el Partido Comunista debería ser aún capaz de cumplir su objetivo del 7,5 por ciento de crecimiento anual. "Podría ser un poquito menor que las expectativas, pero no demasiado", dijo sobre el dato del conjunto del año. "En estos momentos, la economía no necesita crecer demasiado rápido. La prioridad ahora es la reforma estructural", dijo a dpa el economista Huang Weiping, de la Universidad Popular de Pekín.

El crecimiento de China se desacelera

El crecimiento anual de china cayó al 7,8 por ciento en 2012, el más bajo desde 1999, tras registrar un 9,3 por ciento en 2011. La crisis de deuda de la eurozona y la incertidumbre por la recuperación económica estadounidense, así como el aumento salarial y otros costes de producción en China están afectando al crecimiento económico chino.

El gobierno aprobó en marzo una serie de medidas para combatir la desigualdad en los ingresos e incentivar el consumo, como parte de su intento de equilibrar su economía y reducir la dependencia de las exportaciones y la inversión en infraestructuras.

Las ventas en el comercio minorista siguieron subiendo: en junio crecieron un 13,3 por ciento frente al año anterior, y en mayo un 12,9 por ciento, un indicador de la creciente inflación pero también del impulso del consumo interno.

Las noticias de Pekín empiezan a preocupar a Europa y otros mercados, como en el latinoamericano, que dependen de la venta de materias primas y cereales a China.

JOV / ER (dpa, n-tv)