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Presidencia francesa en la UE comienza con crisis en Polonia

1 de julio de 2008
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Francia asumió hoy la presidencia de turno de la Unión Europea con una nueva crisis abierta, tras la decisión del presidente de Polonia, Lech Kaczynski, de congelar por el momento la ratificación del Tratado de Lisboa. "En este momento el tema del Tratado no tiene sentido", dijo el conservador Kaczynski al diario "Dziennik" en su edición de hoy, alegando el "no" de los irlandeses al tratado durante el referéndum celebrado el 12 de junio.

El jefe de Estado polaco sostuvo que "no es serio" que sin el Tratado no vaya a existir la Unión Europea. "La UE funciona y seguirá funcionando", alegó. Francia reaccionó al anuncio de Polonia advirtiendo de los riesgos que ello podría tener para el bloque, destacando el de la ampliación. Sólo con el Tratado de Lisboa la UE podrá aceptar a nuevos miembros, dijo en un comunicado el Palacio del Elíseo, recordando que Polonia siempre se mostró a favor de la ampliación de la comunidad de los 27, a países como Croacia y Ucrania. "No se trata de chantaje o de amenazas", continuó el comunicado.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, así como la canciller alemana, Angela Merkel, se oponen a la ampliación a nuevos Estados mientras no se apruebe el Tratado, considerado un fundamento para la Unión. Poco antes del anuncio de Kaczynski, Sarkozy había considerado "prioritario" el avance de la ratificación del Tratado de la UE, en un discurso el lunes. Hay que "limitar el problema a los irlandeses", dijo Sarkozy que abogó, no obstante, por darles tiempo.

Sin embargo, el presidente polaco advirtió contra un aislamiento de Irlanda: "Cuando se rompe una vez la unanimidad, ésta ya no existe", alegó. En las negociaciones sobre el tratado Sarkozy había logrado llevar al escéptico presidente polaco a un compromiso. Nuevas brechas se abren también en Alemania y la República Checa. El presidente alemán Horst Köhler declaró ayer lunes que retrasará la firma del tratado aprobado ya por el Bundestag (parlamento alemán) hasta que el Tribual Constitucional decida sobre determinados aspectos, siguiendo una petición del Tribunal.

Por ello, la firma de Alemania al Tratado durante la presidencia de Sarkozy se considera también improbable. Lo mismo ocurre con la República Checa, que quiere esperar a una decisión del Constitucional antes de aprobarlo. El comunicado del Elíseo pidió a la República Checa que considere realmente si desea retrasar la ratificación del Tratado de Lisboa. El país se quedaría "muy aislado en Europa", recordando que será él quien asumirá la presidencia de turno a comienzos de 2009, relevando a Francia.

Sarkozy interpretó el "no" irlandés como expresión de una Unión lejana a los ciudadanos, por lo que declaró prioritario el deber de hacerse más popular con medidas concretas para proteger a los ciudadanos, entre ellas la cobertura del impuesto sobre la gasolina y la reducción del IVA para el sector hostelero, así como deducciones fiscales para la compra de productos que respeten el medio ambiente y la protección de la industria nacional de importaciones de países que no lo tengan en cuenta. "Los europeos defienden Europa, pero exigen protección contra los riesgos de la globalización", afirmó el lunes Sarkozy.