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Putin aprobó "probablemente" el asesinato de Litvinenko

21 de enero de 2016

Según la investigación pública británica sobre el caso del exagente, Putin estaría detrás de la orden de deshacerse de Litvinenko.

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Imagen: picture-alliance/dpa/C. Driessen

El propio exagente soviético Alexander Litvinenko culpó directamente al presidente ruso, Vladimir Putin, en su lecho de muerte. Eso fue lo que se aseguró durante el protocolo de interrogatorios sobre su muerte leído en enero de 2015 en una vista pública ante el Tribunal Supremo en Londres. “No tengo ninguna duda de que los servicios secretos rusos son los responsables”, señalaba el texto. “La orden solo la puede haber dado una persona: el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin”, añadió Litvinenko, que murió el 23 de noviembre de 2006 envenenado con polonio radiactivo. Además, según aquel texto, miles de personas habrían sido puestas en peligro durante su envenenamiento en el hotel Millenium de Londres.

Doce meses más tarde, la investigación pública británica hecha pública este jueves (21.01.2016) parece confirmar sus palabras. El juez Robert Owen, a cargo de la indagación sobre el asesinato del exespía, concluye que posiblemente el presidente ruso firmó la orden de muerte de Litvinenko. En su documento, de 300 folios, el magistrado señala que los exagentes rusos Andréi Lugovói y Dmitri Kovtun, con los que Litvinenko se reunió el día que fue envenenado, probablemente actuaron bajo la dirección de los servicios de inteligencia rusos FSB.

Satisfacción de la viuda

Marina Litvinenko, viuda del exespía ruso, se mostró "muy satisfecha" de que la Justicia británica haya implicado al presidente Vladímir Putin en la muerte de su marido. "Estoy muy satisfecha de que las palabras que mi esposo pronunció
en su lecho de muerte, cuando acusó a Putin, hayan sido probadas por un tribunal británico", declaró tras conocer el resultado de la investigación pública sobre el caso.

Se cree que el espía ruso que se convirtió en informante británico fue envenenado durante un encuentro con los mencionados Andrei Lugovói y Dmitri Kovtun, 22 días antes de su muerte. Al parecer, la taza de té que bebió durante ese encuentro contenía la peligrosa sustancia. Lugovói ya ha rechazado las acusaciones por "absurdas" y acusa al informe de mantener una posición "antirrusa".

Moscú se ha negado a extraditar a Lugovói y Kovtun a Londres por el asesinato. La muerte de Litvinenko abrió una crisis diplomática entre Londres y Moscú. Reino Unido expulsó a cuatro diplomáticos rusos y Rusia respondió con la misma medida.

MS (dpa/efe)