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Recuerdos del Holocausto

Marcel Fürstenau (VT/ELM)27 de enero de 2016

Durante la ceremonia del Parlamento alemán para conmemorar a las víctimas del nacionalsocialismo, la sobreviviente del campo de concentración Ausschwitz Ruth Klüger describió el sufrimiento al que fue sometida.

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Ruth Klüger
Ruth KlügerImagen: Reuters/F. Bensch

El 27 de enero de 1945, los soldados soviéticos liberaron a los pocos sobrevivientes que quedaban en el campo de concentración de Ausschwitz-Birkenau. Ruth Klüger fue una de ellos. La escritora vienesa nació en 1931. A sus 13 años fue internada en Ausschwitz y sometida a trabajos forzados. Este miércoles (27.01.2016), en el marco del Día Internacional de Conmemoración del Holocausto, Klüger relató su historia en el Parlamento alemán.

Cuando los nazis buscaban a presos para realizar trabajos forzados, la pequeña Ruth de 13 años se hizo pasar por una adolecente de 15. “Miren, ella puede trabajar”, habría dicho una vigilante del campo de concentración señalando las pantorrillas gordas de la niña. Esa mentira salvó a Ruth Klüger de morir asfixiada con gas. Todas las demás personas, junto con las que había sido deportada a Ausschwitz, fueron asesinadas.

Muchas prisioneras fueron obligadas a prostituirse

En el edificio del Bundestag reina el silencio, mientras la testigo relata su sufrimiento. Ruth Klüger recuerda el inclemente invierno de 1944/45. “El hecho de estar expuesta al frío y ser indefensa, siempre me hará recordar el trabajo forzado”, dice. Junto con su madre tenía que talar árboles en el bosque, cargar troncos y rieles. Nunca supo qué es lo que querían construir con ese material.

Algunas veces, prosigue, tenía que trabajar en casas particulares, otras veces en la cantera. Ahí “el frío era para morirse”. Su ropa no la abrigaba suficientemente, tenía los pies envueltos en papel de periódico y heridas con pus en las piernas. “Hay veces en que todavía sueño con la cantera”, dice Ruth Klüger siete décadas después.

Su madre tuvo que fabricar armamento para la guerra nacionalsocialista. La testigo también cuenta que muchas prisioneras fueron obligadas a prostituirse. Las mujeres siempre corrían peligro de enfermarse o de quedar embarazadas, acota.

“Lo lograremos”

Pese a todo, Ruth Klüger dice haber tenido suerte, porque, comparado a millones de otras personas, logró sobrevivir.

Al final de su discurso, la testigo también aborda la cultura conmemorativa alemana y la actual situación de los refugiados. Elogia a Alemania por su “política de las fronteras abiertas y por su generosidad”, la cual "admira". Finalmente la sobreviviente del Holocausto y exprisionera de Ausschwitz se despide con una frase “sencilla y heroica”, citando a la canciller federal, Angela Merkel: “Lo lograremos”.