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Los restaurantes británicos están atendidos por camareros polacos, las tuberías de los hogares británicos las arreglan plomeros polacos. Y sin embargo, los migrantes no consiguieron integrarse. Viven en barrios polacos, van a misas en polaco y consumen alimentos polacos importados. Por eso, no son de extrañar los datos que reveló una encuesta: el polaco es el idioma más hablado en la isla después del inglés.