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Relevo al mando

4 de marzo de 2012

La Federación Alemana de Fútbol (DFB), la organización deportiva más grande del mundo, tiene nuevo presidente, Wolfgang Niersbach, y se prepara para una nueva era que se espera esté acompañada de títulos internacionales

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El nuevo presidente de la Federación Alemana de Fútbol Wolfgang Niersbach con su predecesor Theo Zwanziger.
El nuevo presidente de la Federación Alemana de Fútbol Wolfgang Niersbach con su predecesor Theo Zwanziger.Imagen: dapd

Niersbach, quien se venía desempeñando como secretario general de la organización rectora del fútbol en Alemania, que con casi siete millones de miembros es mundialmente la más grande de su género, es un periodista que desde muy temprano se vinculó al balompié, primero como reportero, luego como jefe de prensa de la selección nacional y más tarde como vicepresidente del comité organizador del Mundial 2006 que lideró Franz Beckenbauer.

Una era de temas extrafutbolísticos

Con el arribo de Wolfgang Niersbach a la presidencia de la Federación Alemana de Fútbol termina la dirigencia de Theo Zwanziger, un funcionario que se caracterizó por haber integrado temas de carácter social y político en la agenda deportiva de la organización.

Zwanziger fue uno de los principales motores en el fomento de la tolerancia hacia el emigrante en Alemania, y desde su posición en la DFB no desaprovechó ninguna oportunidad para hacer del deporte una plataforma de integración. Así, la selección nacional, con jugadores con raíces extranjeras como Mesut Özil (Turquía), Sami Khedira (Túnez), Lukas Podolski (Polonia), o Mario Gómez (España), se convirtió en ejemplo una bandera de la campaña en todo el país e internacionalmente.

El ex presidente de la Federación también hizo uso del cargo para concientizar al mundo del fútbol sobre temas como la homosexualidad, la igualdad de géneros, y la expectativa extrema y contraproducente en el rendimiento de los deportistas, uno de los factores determinantes en el suicidio del arquero alemán Robert Enke.

El fútbol femenino, que floreció bajo su periodo en la presidencia de la DFB, también recibió el respaldo incondicional de Zwanziger, quien logró que en el 2011 Alemania fuera la sede del Mundial.

Social y controvertido

Pero con la misma vehemencia con la que el presidente apoyó la agenda social del fútbol alemán, Zwanziger se trenzó en diferentes mano a mano con protagonistas del aspecto deportivo. La más sonada disputa la tuvo con el entrenador de la selección de Alemania, Joachim Löw, quien cumplido su trabajo en el Mundial 2010 de Sudárica estuvo a punto de renunciar tras haber denunciado “presiones” por parte del presidente de la DFB, quien exigió de él una precipitada renovación del contrato.

Löw y Zwanziger limaron las asperezas, pero el presidente de la Federación Alemana de Fútbol, pese a ser muy apreciado por grandes personalidades nacionales, con la Canciller Ángela Merkel a la cabeza, sufrió varios tropiezos que derivaron en su renuncia; el mayor de ellos fue el escándalo por acoso sexual entre árbitros, cuyo manejo, caracterizado por la confrontación y no por un tono moderado, le valió muchas críticas.

Su sucesor, Wolfgang Niersbach, es considerado por todos como un conciliador, y su estilo directivo se diferencia abiertamente del de Zwanziger –según los observadores- especialmente porque mientras el predecesor actuaba en solitario, el nuevo presidente lo hace cuando consigue tras bambalinas los acuerdos que respalden sus actividades.

Los retos principales

El producto más vistoso de la Federación Alemana de Fútbol es su selección nacional, y la obtención del título en la Eurocopa 2012 -este verano- la meta a lograr a corto plazo. Niersbach y el entrenador Löw, así como su cuerpo técnico, tienen una muy buena relación personal y profesional, lo cual crea un propicio clima de trabajo.

Pero esa es apenas una de las muchas asignaciones del nuevo presidente de la DFB; quizás las áreas que mayores retos implican son las relativas a tender el puente de entendimiento entre el fútbol amateur (que conforma la amplia mayoría de la Federación), y el profesional, cuyos conflictos de intereses, particularmente en aspectos financieros, deben ser moderados y solucionados.

Y Niersbach también tendrá que velar por la continuidad en los trabajos de las divisiones inferiores, que en los últimos años ha arrojado tan buenos resultados para Alemania, así como por conservar el nivel de participación y liderazgo de la DFB en temas sociales de interés nacional, tal y como lo hizo su predecesor, Zwanziger, en su mandato, y por lo cual se le reconoció con el otorgamiento de la Cruz federal al mérito, única orden que se entrega en el país.

Autor: Daniel Martínez

Editor: José Ospina-Valencia