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En la República Checa, los efectos de las últimas inundaciones en 2011 eran todavía visibles, cuando el agua volvió a irrumpir en las calles y las casas del país. Decenas de miles de personas tuvieron que abandonar sus hogares, muchos encontaron refugio en alojamientos provisionales. La república Checa ha invertido millones en la protección contra la crecida del Elba ampliando presas y embalses. Sin embargo, las presas también se mantienen siempre llenas para que los ríos sigan siendo navegables.