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"Fin a la carnicería en Libia"

9 de marzo de 2011

Un bloqueo aéreo a Libia podría evitar que Gadafi siga matando, y la comunidad internacional no debe dudar, opina la prensa. Y comenta también las dudas de los alemanes sobre el uso del biocombustible E10.

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''Dudas sobre bloqueo aéreo a Libia se pagarán caro''Imagen: AP

Nepszabadsag, de Budapest: “El hecho de que las potencias occidentales quieran evitar que el régimen libio escenifique su lucha como un ‘combate antiimperialista para defender a la patria' le conviene a Gadafi. Y la comunidad internacional muestra aún más recelo al tener que enfrentarse a una responsabilidad semejante a la de Irak o Afganistán. China y Rusia rechazarían una intervención armada en Libia. ¿Por qué habrían de ayudar a un movimiento popular contra la dictadura? Pero tampoco los gobiernos árabes se solidarizan con la resistencia. ¿Acaso su propio régimen es diferente del de Gadafi? (…) Las dudas de las grandes potencias son comprensibles, pero, si siguen postergando la decisión, pagarán caras las consecuencias. Los libios están huyendo en masa hacia Europa, y Vaclav Havel tiene razón: se debe poner fin a la carnicería en Libia antes de que sea tarde.”

"Llegó la hora de la verdad"

Der Standard, de Viena: “Ahora sí parece que llegó la hora de la verdad. Francia y Gran Bretaña quieren poner en práctica la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que dicta un bloqueo aéreo a Libia. El objetivo de dicha medida es claro. Se trata de impedir que la Fuerza Aérea comandada por Gadafi ataque a los rebeldes y a objetivos civiles de las zonas ‘liberadas' por medio de aviones caza. Ese sería el primer paso de una serie de medidas que impone la moral. Y con él, se pasaría de un ‘conflicto no internacional armado' a un ‘conflicto no internacional armado con participación internacional'.”

Biocombustible E10

"No a las reglas de consumo dictadas desde arriba"

Die Welt, de Berlín: “La resistencia a utilizar el biocombustible E10 en Alemania es irracional, y la política no tiene nada que ver con eso. Eso es, al menos, lo que dicen los políticos, que hablan a grandes rasgos y dejan los detalles de lado. Sin embargo, muchos ciudadanos desconfían, y muchos reflexionan sobre el hecho de que de los biocarburantes se obtiene a partir de la siembra indiscriminada de maíz, lo cual, a su vez, provoca en Alemania una plaga de jabalíes. O piensan también que, si algún día, Alemania deja de depender del petróleo árabe, aquí se producirá menos pan. Si bien los especialistas de las uniones agrarias rebaten estos argumentos, el conductor alemán está muy preocupado por el tema. Y si, de pronto, sólo se le ofrece E10 en las gasolineras, se siente como en la época en que surgió el café de malta, que iba a evitar, en Alemania, y luego en la RDA, que se siguiera dependiendo de la importación de café a precios altos. Lo que sucede es que los consumidores alemanes no quieren ni una cosa ni la otra. Ni un producto que remplace a los conocidos, ni unas reglas de consumo dictadas desde arriba.”

"Cumbre sobre E10: un evento político"

Frankfurter Rundschau, de Fráncfort del Meno: “Si bien los productores de petróleo y las compañías automotrices, junto con los ministros de Economía y Medio Ambiente, alabaron unánimemente al biocombustibles luego de la cumbre de la que participaron el martes pasado, hace tiempo que quedó claro que a ninguno realmente le gusta el E10. Si no fuese así, no habría sido necesaria una cumbre para que se comprometieran a llevar a cabo medidas que deberían ser lo más natural del mundo. Por ejemplo, que las gasolineras pongan a disposición del usuario prospectos informativos y que los fabricantes envíen informaciones sobre posibles riesgos, además de hacerse responsables de ellos. Por otra parte, también sería normal que un Gobierno que pretende imponer una cuota de E10 se ocupara de promocionar el biocombustibles. De esta cumbre no podía, por tanto, resultar otra cosa que un evento, un espectáculo que tanto la política como la economía alemana necesitan, y utilizan, simplemente, para publicitar el E10.”

CP/dpa
Editor: José Ospina Valencia