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Si Reino Unido deja la UE, Escocia haría otro referendo

2 de junio de 2015
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La ministra principal de Escocia, la nacionalista Nicola Sturgeon, afirmó este martes (02.06.2015) que la eventual salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) “precipitaría” la celebración de un segundo referendo sobre la permanencia de Escocia en el país. “Si Escocia fuera llevada fuera de Europa, pese a haber votado como nación por la permanencia, provocaría una fuerte respuesta negativa entre los votantes en Escocia”, aseguró Sturgeon durante una conferencia celebrada en Bruselas por el European Policy Center (EPC).

“Cuál será el resultado de este voto, nadie lo puede prever, pero ya he dicho que éste podría ser un escenario que produce el tipo de cambios materiales y circunstancias que precipitarían una petición popular a favor de un segundo referéndum de independencia”, dijo. Agregó que a su juicio "la oleada de rabia podría producir un clamor a favor de otro referéndum de independencia que podría ser imparable”.

Para evitarlo, la ministra principal escocesa exigió al Gobierno británico liderado por David Cameron que establezca un mecanismo de “doble mayoría”. La propuesta que Sturgeon plantea a Londres es que las cuatro naciones que componen el Reino Unido -Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte- voten también de manera individual a favor o en contra de la permanencia del país en la Unión Europea, de modo que si un territorio se opone, no se produzca.

Preguntada por la posibilidad de que la eventual independencia de territorios como Cataluña o Escocia provocasen su inmediata salida de la Unión Europea, Sturgeon señaló: “Nunca he dudado de que Escocia seguirá siendo un miembro de la Unión”. Sturgeon reconoció que esto es cuestionado por algunos políticos, pero opinó que en la legislación comunitaria “no hay previsión de expulsar a un Estado miembro porque democráticamente ha elegido el autogobierno”.

Hasta el momento, la posición de la Comisión Europea y guardiana de los tratados al respecto es que si una parte de un Estado miembro alcanzase la independencia, pasaría a ser un “tercer país” con respecto a la Unión y dejaría de pertenecer a ella. Con anterioridad, el Ejecutivo comunitario ha indicado que un nuevo Estado independiente, por el hecho de alcanzar la independencia, pasaría a no estar en la Unión y los Tratados dejarían de ser aplicables en su territorio. (EFE)