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"Mi lucha" sigue prohibida

9 de marzo de 2012

Según un fallo reciente, en Alemania sigue prohibida la publicación de extractos de “Mi lucha”, de Hitler. Un editor británico quería publicar extractos comentados de la obra, y esa prohibición reavivó la polémica.

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Extractos de "Mi lucha", prohibidos en Alemania.
Extractos de "Mi lucha", prohibidos en Alemania.Imagen: picture-alliance/dpa

Luego de que su intento de golpe hubiera fracasado, Adolf Hitler se encontraba en prisión desde el 11 de noviembre de 1923, acusado de alta traición. Es en la cárcel donde tiene tiempo de pensar sobre su futuro mientras, el caos político se extiende por Alemania, sumida en una profunda crisis económica y asolada por el desempleo. Las calles son testigo de las luchas entre la izquierda y la derecha, mientras la República de Weimar agoniza. En su celda, Hitler formula su visión política. En pocos meses escribe “Mi lucha”, una mezcla descabellada de manifiesto ideológico, autobiografía y plagio de otras obras y panfletos políticos. En ella tematiza el ideario racista y antisemita, habla de guerra y de revolución nacionalsocialista y cimenta su futura aspiración de poder. El libro se publica dos años más tarde, cuando Hitler es nuevamente un hombre libre y ya ha fundado el partido nazi NSDAP.

El best seller de un agitador

Hasta 1933 se vendieron cerca de 300.000 ejemplares de “Mi lucha”, que se ofrecía en una edición popular y económica, y la obra se transformó en best seller. Se vendieron millones de ejemplares y se transformó en lectura obligatoria en los hogares, en libro escolar y en un obsequio que el Estado alemán hacía a las parejas que iban a contraer matrimonio. Sin embargo, los historiadores dudan de que verdaderamente millones de personas hayan leído el libro. Así y todo, “Mi lucha” fue un éxito de venta para el NSDAP, el partido nazi, y Hitler también se benefició económicamente gracias a él.

“Mein Kampf” fue leído también en el extranjero. Se realizaron traducciones al español, al inglés y al francés. Pero cuando la II Guerra Mundial llegó a su fin, ya nadie quería saber nada del best seller hitleriano, y los millones de ejemplares que aún quedaban en Alemania fueron destruidos. Pero parece que no en su totalidad. En Inglaterra, por ejemplo, se subastaron ejemplares autografiados por Hitler por grandes sumas de dinero en el 2005 y en el 2009.

Los historiadores coinciden en que “Mi lucha” es una obra irracional, exaltada, confusa, insulsa, egocéntrica, un fracaso estilístico y de un nivel político abismal. “Un extraño olor a podrido golpea al lector desde sus páginas”, sentenció una vez el historiador y autor Joachim C. Fest en su obra clave sobre Hitler. Según él, “Mein Kampf” es el intento fallido de formular una visión del mundo. La historiadora austríaca Brigitte Hamann, por su parte, considera que el libro es insoportablemente aburrido, y hace poco manifestó en una entrevista con el semanario Die Zeit que “Hitler no puso nada de sí mismo en la obra. Sólo copió, sobre todo de los panfletos de grupos políticos marginales.”

Propaganda dañina

En Alemania está prohibida la publicación de “Mi lucha”, de Hitler, ya que se lo considera propaganda anticonstitucional y un medio de agitación popular. Además, se quiere evitar su mal uso y la influencia política que pueda ejercer en los lectores, un argumento que muchos consideran sin sentido debido a que hace tiempo que Alemania vive en una sólida democracia y en un Estado de derecho. El historiador británico Ian Kershaw dijo alguna vez que el intento de censurar al lector es un ejercicio insensato en la era de internet. De hecho, es posible leer extractos y acceder a la obra completa en la red, y hasta está a la venta en librerías de antiguo en el extranjero.

Se prepara una edición histórica comentada del libro de Hitler.
Se prepara una edición histórica comentada del libro de Hitler.Imagen: picture-alliance/dpa

Los límites del derecho de propiedad intelectual

El británico Peter McGee es editor de una compilación de periódicos publcados durante la época nazi comentados por historiadores llamada "Zeitungszeugen", que ya fue criticada por el Consejo de Judíos de Alemania por ofrecer una nueva plataforma para la extrema derecha. McGee intentó publicar a comienzos de 2012 extractos de "Mi lucha", lo que reavivó el debate, pero el Gobierno de Baviera lo prohibió.

Los derechos del manuscrito de Hitler fueron traspasados por las Fuerzas Aliadas al Gobierno de Baviera luego del fin de la II Guerra debido a que Hitler tuvo su último domicilio registrado en la ciudad de Múnich. La fortuna de Hitler fue decomisada y entre sus haberes se contaban también los derechos de autoría de su libro. Hasta ahora, el Gobierno de Baviera ganó todas las batallas legales en torno a la publicación de extractos de “Mi lucha”. Y lo mismo sucedió en 2012.

Luego de que se prohibiera a McGee, por medio de un interdicto provisorio, publicar citas de la obra, el Tribunal Regional de Múnich confirmó además este jueves 8 de marzo su fallo. Pero, después de 70 años de la muerte de un autor caduca automáticamente el derecho de propiedad intelectual, lo que significa que en 2015, 70 años después del suicidio del dictador, en 1945, “Mi lucha” se podrá publicar en forma completa. Sin embargo, la prohibición por anticonstitucionalidad y por agitación popular sigue vigente. Según dijo McGee al semanario alemán Der Spiegel antes de conocerse la decisión del tribunal, "ya es tiempo de que un amplio sector de la población tenga la oportunidad de conocer el texto original". Pero muchos creen que el editor sólo piensa en su beneficio económico.

Edición comentada

Hace tiempo que “Mi lucha” es objeto de estudios e investigaciones. El Instituto de Historia Contemporánea de Múnich está preparando una edición comentada del libro que debería aparecer antes de que éste se publique para fines comerciales. La historiadora austríaca Hamann ve esa publicación con escepticismo, ya que, según su opinión, una edición comentada seguramente comprendería unos diez volúmenes. “Con eso, se le rinde más honores a Mi lucha de los que se merece”, dice la experta.

Se podría pensar en una edición más pequeña, ya que no es necesario explicar el transcurso de la historia mundial en el libro. A pesar de que el tema ya fue aclarado a nivel jurídico, sigue abierta la cuestión acerca de si se permitirá vender extractos de la obra en quioscos alemanes. La ministra alemana de Familia, Kristina Schröder, opina que no se debería permitir de ningún modo. Para comprender el desprecio al ser humano que motivó los horrorosos crímenes cometidos por los nazis no es necesario contar con esas publicaciones, ya que en Alemania hay numerosos e impactantes monumentos a la memoria de las víctimas del Holocausto, y en donde hubo campos de concentración se erigen hoy museos para que esa memoria nunca se apague, dijo la ministra. Dieter Graumann, presidente del Consejo Central de los Judíos en Alemania, encaró el tema con calma y dijo que espera que con esa publicación “se acabe el misterio en torno a la obra y, con él, la atracción que ésta aún ejerce”.

Autora: Cornelia Rabitz/ Cristina Papaleo
Editor: Enrique López