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Sinyar en ruinas

Birgit Svensson (ER/EL)26 de noviembre de 2015

Tras la reconquista de Sinyar por parte de tropas kurdas, sigue imperando una gran desconfianza. Los habitantes se proponen regresar solo cuando la situación se haya estabilizado. Birgit Svensson informa desde Sinyar.

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Imagen: Reuters/A. Jalal

Destrucción por doquier. Sinyar está en ruinas. En esta ciudad yazidí, no lejos de la frontera siria, no quedó ninguna casa intacta. Cuando el presidente kurdo, Masud Barzani, anunció visita a la ciudad liberada del “Estado Islámico” (EI), se levantó rápidamente un estrado, desde donde alabó la reconquista lograda por las tropas peshmerga y demandó la soberanía administrativa para el Kurdistán iraquí. Afirmó que el gobierno autonómico de Erbil impulsará la reconstrucción de Sinyar, para que sus habitantes puedan regresar.

Desde los pueblos de los alrededores llegaron grupos para aclamar a Barsani, agitando banderitas kurdas. En Sinyar ya no vive nadie. Solo algunas unidades de los peshmerga se encuentran emplazadas allí.

Miedo al regreso

En el camino hacia Sinyar nos cruzamos con algunas camionetas cargadas de enseres domésticos. Sospechamos saqueos, pero se nos explicó que se trata en su mayoría de antiguos habitantes de Sinyar que hace un año huyeron del EI y ahora regresan para tratar de recuperar algunas pertenencias y llevarlas a los lugares donde han encontrado refugio. “No regresaremos todavía”, dice Marwan, quien vive en el campo de refugiados de Dohuk. “En primer lugar, todo está destruido, y, en segundo, desconfiamos de la situación”, señala, agregando que la experiencia indica que el EI se repliega, pero después de cierto tiempo vuelve a atacar. Así ocurrió en Tikrit, tomada por los yihadistas en junio de 2014.

La operación militar de reconquista de Sinyar se hizo esperar. Ya en diciembre de 2014 se decía que los peshmerga liberarían la ciudad -que antes tenía unos 50 mil habitantes- de las manos del EI. En una ofensiva relámpago, los yihadistas habían conquistado a comienzos de agosto de 2014 grandes territorios, que habían quedado previamente bajo control kurdo.

El drama de los yazidíes

Sinyar dependía antes de Bagdad. Cuando el ejército iraquí capituló ante las fuerzas del “Estado Islámico”, los kurdos avanzaron y asumieron el control de Kirkuk, Karakoch y Sinyar. Pero tampoco los peshmerga pudieron por lo pronto con el EI, y dejaron a los yazidíes de Sinyar a merced de los brutales yihadistas.

Miles de Yazidíes huyeron hacia los cerros donde permanecieron durante días hasta que se abrió un corredor a través de Siria hacia Dohuk, en Irak. Grandes fueron las expectativas cuando comenzó la primera operación de reconquista kurda. Pero en esa ocasión solo lograron recuperar territorios hasta los cerros de Sinyar, mientras que la ciudad permaneció en poder del EI.

Irak Peschmerga in Sindschar
Combatientes Peshmerga entran en Sinyar.Imagen: Reuters/A. Jalal

La operación de reconquista fue larga y difícil. Las cosas cambiaron con los ataques aéreos estadounidenses, que se intensificaron semanas antes de la gran ofensiva. Cuando 7.500 soldados kurdos entraron en Sinyar, ya no quedaban combatientes del EI. Prácticamente no hubo resistencia. Ahora, la tarea es mantener el control de la ciudad e impulsar su reconstrucción, para que la gente se atreva a regresar.