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Sombra de duda sobre el Hoffenheim

Daniel Martínez (jov)27 de febrero de 2009

El equipo revelación de la Bundesliga, el Hoffenheim, está envuelto en el que hasta ahora es el más sonoro escándalo alrededor del tema dopaje en la historia del fútbol alemán.

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Los defensas del Hoffenheim, Christoph Janker (izqu.) y Andreas Ibertsberger (der.).Imagen: picture-alliance/ dpa

En el ojo de la tormenta están los jugadores Andreas Ibertsberger y Christoph Janker, los dos sospechosos de dopaje; así como el entrenador Ralf Rangnick, quien con sus declaraciones, tras conocerse el caso, ha puesto en tela de juicio todo el sistema de control de la Federación Alemana de Fútbol, DFB, encargada de velar por la limpieza de este deporte.

Desde el principio

La historia inició el pasado 7 de febrero, en la jornada 19 del campeonato, cuando el Hoffenheim visitó al Moenchengladbach. Al final del partido, cuyo resultado fue un empate agónico a un gol rescatado en el minuto 89, Ibertsberger y Janker fueron citados a la prueba de dopaje, a la que se presentaron con diez minutos de retraso pues primero fueron a la cabina con el resto del equipo y tomaron parte en una charla técnica.

Ese lapso de tiempo transcurrido hasta el momento de entregar la prueba de orina, que arrojó resultados negativos, es el que ha generado las dudas, pues en él se podría haber hecho algo para engañar a las autoridades, manipulando la muestra que fue controlada. La presunción es rechazada con vehemencia por el Hoffenheim.

En tela de juicio


En defensa del equipo y sus jugadores, y esto es lo que verdaderamente ha alborotado el avispero, el entrenador Ralf Rangnick declaró que el control antidopaje es laxo y que la costumbre en la Bundesliga es que a los jugadores que debe someterse a él “se les permite por lo regular, antes de que se lleve a cabo, ir al vestuario sin acompañante o al lado de algún funcionario del club, a cambiarse de camiseta”.

De ser eso cierto, lo cual la DFB rebate, el sistema de control antidopaje sería en el fútbol de Alemania pura fachada, ya que no se estarían cumpliendo con las normas que garanticen la fiabilidad de los resultados. Los más importantes elementos del proceso, la inmediatez de la prueba de orina y la transparencia en su obtención, están en entredicho.

Una comisión especial de la Federación ha tomado cartas en el asunto y esta semana citó a los involucrados a rendir formalmente declaraciones; por un lado se estudia si hay cabida para sanciones a los jugadores pese a los resultados negativos de su prueba, por el otro se le pidió al entrenador Rangnick concretar sus denuncias.

Los expertos censuran

Armin Baumert, jefe de la Agencia Nacional Anti Dopaje en Alemania (NADA) saltó inmediatamente a la palestra con su veredicto, propagado a través de los medios: “éste es, con claridad, un caso de dopaje, da lo mismo si hablamos de una brecha de 10 minutos o de uno solo”.

Su posición fue respaldada por otro experto, Werner Franke, quien explicó además, por qué el retraso de los dos jugadores del Hoffenheim al presentarse al control es tan importante: “hay polvos que se pueden ingerir y en cuestión de minutos borran todo rastro de dopaje en la orina”.

El fútbol alemán tienen un gran reto por delante: aclarar el asunto y librarse de la sombra de la duda. Por lo pronto sólo es claro que aún no se sabe si Ibertsberger y Janker hicieron uso de alguna sustancia para ocultar su culpa; mucho menos si las falencias en el control antidopaje en la Bundesliga, que señala Ragninck, efectivamente toman lugar, y en qué magnitud.