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Somos rubias y... ¿tontas?

20 de julio de 2004

Las rubias deben enfrentarse en la vida diaria a su condición de “tontas”. En realidad es un estereotipo social, pero: ¿Son las rubias tontas por naturaleza?

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Disculpe, ¿Por dónde pasa el tren?Imagen: bilderbox

¿Cómo consigues hacer reír a una rubia el sábado? Contándole un cuento el miércoles. ¿Qué entiende una rubia por sexo seguro? Cerrar la puerta del coche. Estas y otras muchas son ejemplos de la crueldad satírica del vulgo, en especial en Alemania, cuando inventa cuentos sobre determinados grupos. Como si de una “leyenda” se tratase, los prejuicios contra las rubias esconden un atisbo de realidad.

Así lo demostró el psicólogo de la Universidad Internacional de Bremen, Jens Förster. Por medio de un estudio, Förster se planteó descubrir como los prejuicios influyen en el comportamiento de las personas. Y como las rubias son tontas a ojos de la sociedad, el estudio demostró que, efectivamente, los prejuicios funcionan.

El experimento se llevó a cabo entre 80 estudiantes de la universidad, entre ellas 40 rubias. Las estudiantes fueron sometidos a un test de inteligencia que medía la velocidad y la exactitud de las respuestas. Poco antes, algunas de las“conejitas de indias” fueron obligadas a leer una colección de chistes, entre los que, por supuesto, también había cuentos de rubias.

Según los resultados del test, los cuentos surtieron efecto entre las rubias, y, si los prejuicios eran falsos, consiguieron hacerlos realidad. La lectura de los cuentos provocó inseguridad entre las que se sentían aludidas por la picaresca popular. Las rubitas que habían leído los cuentos, no dieron un rendimiento como el de sus compañeras, sino que tardaron más en solucionar las tareas. Sin embargo, las rubias fueron más eficientes en su trabajo. A pesar de no prestar el rendimiento esperado, cometieron menos fallos.

Más lentas pero seguras

La conclusión del estudio destaca que las rubitas, “tuvieron peores resultados debido a que se esperaba menos de ellas. Ninguna rubia cree que es estúpida", dijo Jens Förster. "Sin embargo, después de exponerse a estereotipos sociales negativos sobre ellas, las participantes de pelo rubio trabajaron con más lentitud en las pruebas", agregó.

Förster explicó los resultados diciendo que cuando alguien se le dice que no puede realizar bien una tarea, tiende a trabajar con más lentitud, pero con más cuidado, para tratar de cometer pocos errores. "El estudio muestra que incluso prejuicios infundados, que a menudo se descartan por falsos, pueden afectar la confianza que una persona tiene en sus propias destrezas. A partir de ahí, se podrían encontrar estrategias para ayudar a las personas a luchar contra influencias negativas", concluyó el científico.

Si las rubias son tontas o no, todavía no ha quedado demostrado científicamente. Sin embargo, lo que si demostró Förster, es que la “cruel sociedad” las hace inseguras y, por lo tanto más lentas en reaccionar.