SOS para la arquitectura brutalista
El brutalismo es probablemente el estilo arquitectónico más odiado del siglo XX. Pero son cada vez más los que quieren preservar a los colosos de concreto de la demolición. Por ejemplo, con el proyeto #SOSBrutalismo.
Un manifiesto de hormigón crudo
La arquitectura brutalista se caracteriza, sobre todo, por grandes cantidades de hormigón crudo a la vista. El nombre de este estilo se deriva del francés "béton brut". Su precursor fue nada menos que el famoso arquitecto Le Corbusier. Hoy en día, muchos edificios que se inscriben en esta tendencia se ven amenazados por la ruina o la demolición.
Brutalismo en el mundo entero
El brutalismo tuvo su apogeo entre las décadas de 1950 y 1970. En el mundo entero se levantaron colosos de hormigón, que dieron pie a discusiones por doquier. En India fue Le Corbusier quien inspiró nuevas corrientes arquitectónicas en 1951 con dos edificios imponentes en Chandigarh y Ahmedabad.
"El Helicoide" de Caracas
El "Helicoide de la Roca Tarpeya", en Caracas, iba a ser un gigantesco centro comercial, pero la construcción se paralizó en 1960 por falta de financiamiento y conflictos políticos. En los años 70, el edificio fue ocupado ilegalmente. Más adelante fue utilizado por el servicio de inteligencia der Venezuela, y terminó siendo usado como cárcel de presos políticos.
"The Egg" tiene su público
Estas moles grises son especialmente polémicas en Estados Unidos y en Gran Bretaña. El príncipe Carlos, por ejemplo, es un vehemente detractor del brutalismo. Pero no todos los edificios de este estilo son controvertidos. "The Egg", ubicado en Albany, Nueva York, goza de gran popularidad como Centro de Artes Escénicas.
Clásicos derribados
Durante años se libró una batalla para preservar el complejo habitacional "Robin Hood Gardens", en el este de Londres, construido por la pareja de arquitectos formada por Alison y Peter Smithson. Pero todo fue en vano. A fines del verano de 2017 se inició la demolición.
Una batalla ganada
Algunos edificios brutalistas han sido declarados monumento y por lo tanto gozan de protección. No serán demolidos, pero su uso puede resultar problemático. La estación rodoviaria de Preston, en Gran Bretaña, por ejemplo, es demasiado grande para la cantidad de buses que llegan o salen de allí. Una oficina de arquitectos de Nueva York planea darle parcialmente un uso recreativo.
Brutalismo alemán en peligro
También en Alemania corren peligro algunas construcciones brutalistas. El proyecto #SOSBrutalismus del Museo Alemán de Arquitectura (DAM), en colaboración con la fundación Wüstenrot, se propone llamar la atención sobre la decadencia de algunos edificios. Entre ellos se cuentan unos laboratorios de la Universidad Libre de Berlín.
Galería de arte
Cuando falta el dinero para la mantención y el saneamiento, los edificios se ven en peligro. Ese fue el caso de la iglesia de Santa Agnes, de Berlín, de estilo brutalista. Pero en 2011 fue arrendada por el galerista berlinés Johann König, que la refaccionó. Ahora es la sede de la galería König.
Mucho por descubrir en Europa del este
En los últimos años se han publicado muchos libros de fotografías sobre la variedad de expresiones de arquitectura brutalista en Europa del Este. En la República Checa, la familia de sus arquitectos lucha por la preservación del "Hotel Thermal", construido en la década del 60.
Otra visión del brutalismo
El Habitat 67, en Montreal, Canadá, se cuenta entre los complejos brutalistas más conocidos. El arquitecto Moshe Safdie lo diseñó para la Expo 1967 y en el fondo lo entendió como una reacción al brutalismo. En 2009 fue declarado monumento.