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HistoriaIsrael

Testimonios palestinos: la Nakba "es parte de nuestra vida”

Tania Krämer
15 de mayo de 2023

En la guerra árabe israelí de 1948, unos 700.000 palestinos perdieron su hogar. Testigos presenciales y descendientes de refugiados palestinos cuentan lo que significa para ellos la Nabka.

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Una escolar pasa ante el mural "Nakba", en el que se ve una llave sobredimensionada y una mujer con el pañuelo palestino.
La llave es para los palestinos un símbolo de su derecho al retorno.Imagen: RONALDO SCHEMIDT/AFP/Getty Images

Haya Sinwar (22 años): "No vivimos una vida normal"

Haya Sinwar proviene de una familia de refugiados. La estudiante, de 22 años, vive en el campamento de Jabalija, en la ciudad de Gaza:

"La Nakba es una tragedia palestina que se prolonga por largo tiempo y nos acompaña hasta hoy, cada día. Vivo en un campo de refugiados y tengo que enfrentar desafíos económicos, políticos y sociales.

Haya Sinwar.
Haya Sinwar.Imagen: Mohammed Madhoun

Nunca he podido salir de la Franja de Gaza. Naturalmente, me gustaría viajar y ver el mundo. No conozco otra cosa que el campamento, las pequeñas casas y estrechas calles, el ruido, la escasa infraestructura y un ánimo con frecuencia sombrío. Pienso que, cuando uno se vuelve mayor y se entera un poco de la vida fuera de la Franja de Gaza, se da cuenta de que aquí no vivimos una vida normal.

La Nakba afecta mi vida como refugiada y como palestina. Siento una enorme brecha entre la realidad, mis sueños y el derecho al retorno*. Jamás renunciaremos a ese derecho, no prescribe simplemente después de cierto tiempo. Da igual cuántos años pasen, lo transmitermos a nuestros hijos. Al mismo tiempo, también tenemos que vivir nuestra vida hoy”.

(* De acuerdo con la resolución 194 de la Asamblea General de la ONU, de 1948; con la resolución 3236 de la ONU, de 1974, y con la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, de 1951, los palestinos considerados refugiados tienen derecho al retorno. Israelrechaza el derecho al retorno de los palestinos y sus descendientes, argumentando que significaría el fin de la identidad de Israel como Estado judío).

Sophie Mukarker (89): "Fue para siempre"

Sophie Mukarker nació en 1933 en Jerusalén. En 1948, su familia tuvo que huir y hoy en día vive en Beit Jala, una ciudad en la Cisjordania ocupada por Israel:

"1948 fue un gran shock para nosotros. Vivíamos en la ciudad vieja de Jerusalén, cerca de la Puerta de Jaffa. Mi padre tenía un estudio fotográfico y yo iba a un buen colegio. Para mí, era el paraíso.

Sofie Mukarker.
Sofie Mukarker.Imagen: Tania Kraemer/DW

Pero todo quedó atrás cuando tuvimos que huir a Belén. Mis padres decidieron entonces que no era seguro quedarse. En las calles se combatía, se disparaba, ya antes de 1948. Mi padre dijo que era mejor ir por un tiempo a Belén, donde teníamos parientes. Gracias a Dios teníamos gente que nos pudo acoger, otros tuvieron que irse a campos de refugiados.

En ese entonces pensábamos que sería algo transitorio. Pero fue para siempre. Cuando posteriormente tuve ocasión de ir a Jerusalén, pasé por nuestra calle y nuestra casa **. Vi los limoneros; es muy triste ver todo lo que perdimos. En mi opinión, el mundo ya no se interesa por lo que pasó entonces. Ha caído por completo en el olvido”.

(**La ley israelí no permite a los palestinos reclamar la devolución de posesiones de 1948)

Faizeh Afifi (22): "Como si nos persiguiera a todas partes"
 

Faizeh Afifi, de 22 años, estudia diseño y vive en Ramala, en la Cisjordania ocupada por Israel.

"Cuando pienso en 1948, intento imaginar lo que la gente vivió entonces y relacionarlo con lo que vivimos ahora. No sólo pienso en mi, sino en personas que me rodean o con las que he crecido. Tengo la sensación de que somos la consecuencia de la consecuencia de la consecuencia de aquello que empezó entonces y nunca ha terminado. Es como si nos persiguiera a todas partes. Crecimos con ello, es parte de nuestra vida, querámoslo o no.

Faizeh Afifi.
Faizeh Afifi.Imagen: Tania Kraemer/DW

Nuestra vida está muy restringida, uno no puede moverse libremente. Si uno quiere viajar de Ramala a Naplusa, ve por doquier soldados armados, que nos aterrorizan. Es extremadamente desagradable estar, en el fondo, en casa, pero sentirse allí tan mal”.

Adi Mansour (26): "Es una realidad persistente"

Adi Mansour tiene 26 años, nació en Haifa y trabaja como abogado en una organización de derechos humanos. Además, es activista del grupo Movimiento de la Juventud de Haifa:

"Cuando contemplo la Nakba como parte de lo que soy y de cómo me percibo a mi mismo, tengo que sumergirme profundamente en la historia de mi madre y de mi padre, y también en la de mis abuelos, para entender lo que ocurrió entonces y cómo se volvió parte de sus vidas y, en consecuencia, también de la mía.

Adi Mansour.
Adi Mansour.Imagen: Tania Kraemer/DW

Mi abuelo fue expulsado de Haifa en 1948. Desde allí huyó al Líbano y posteriormente, cuando regresó, se encontró con que, en su casa, vivían colonos judíos. Tuvo que compartir entonces una casa y vivir con su familia en una sola habitación. Después de la Nakba, tuvieron que reconstruir su vida por completo.

Mucha gente vive con las consecuencias de lo que ocurrió en 1948. (…) Para nosotros, como ciudadanos palestinos del Estado (de Israel), la Nakba es también parte de nuestro estatus. Formó nuestra realidad y nos definió como enemigos del Estado. Fue ese acontecimiento el que nos hizo ciudadanos de segunda clase. Muchos piensan que la Nakba fue un hecho histórico. Desde nuestro punto de vista, como palestinos, es una realidad que persiste”.

Hazem Balousha colaboró en Gaza con este artículo. Las entrevistas fueron recortadas y editadas.

(ers/ms)