Trabajadores de TAP rechazan privatización de la aerolínea

Un grupo de trabajadores de la aerolínea portuguesa TAP se concentró frente al Ministerio de Economía para protestar contra la privatización de la compañía, el mismo día en el que el Gobierno y los nuevos dueños firmaron su venta. La manifestación fue convocada por la Comisión de Trabajadores de la compañía, que asegura que "no pierde la esperanza" de que el proceso pueda dar marcha atrás a pesar de que ya se haya producido la firma del contrato de privatización.

Los trabajadores denuncian la "prisa" con la que se ha llevado a cabo la privatización y la falta de transparencia de la misma y critican que no han tenido acceso a muchos documentos importantes para el proceso. Los participantes de la protesta colocaron frente al Ministerio de Economía varios carteles en los que podían leerse mensajes como "Los trabajadores dicen 'no'" a la privatización y "No a la destrucción de la economía nacional. La privatización de TAP es un crimen".

Mientras, el empresario brasileño-estadounidense David Neeleman y el portugués Humberto Pedrosa, titulares del consorcio Gateway, firmaron el contrato de adquisición de TAP. Con una oferta de 354 millones de euros, cantidad mínima que podría crecer hasta los 488 millones en función de la actividad de la compañía en 2015, Gateway se hará con el 61 % del capital de la compañía. Otro 5 % de la empresa está destinado a los trabajadores, mientras que el 34 % restante quedará en manos del Estado, que tiene la opción de venderlo a los mismos compradores durante los dos próximos años.

Además de la aerolínea, el grupo TAP incluye una empresa de manutención e ingeniería en Brasil y la firma de gestión de carga y equipajes Groundforce. En total, TAP cuenta con más de 12.000 trabajadores, de los que cerca de 5.000 pertenecen a la aerolínea. La empresa, que lidera el mercado aéreo entre Portugal y España y entre Portugal y Brasil, vuela a 88 destinos en África, Europa y América y cuenta con una flota de 77 aviones (efe).