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Una app y el celular salvan vidas

Rother Frederik (RMR/EL)23 de febrero de 2016

Cada segundo cuenta para ponerse a salvo cuando el suelo tiembla. Una nueva app puede también ayudar incluso en países sin sistemas de alerta de terremotos.

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Imagen: picture-alliance/dpa

A las 11:56 del 25 de abril de 2015, el suelo comenzó a temblar y solo unos segundos después en la capital de Nepal, Katmandú, y en otras partes del país los edificios empezaron a derrumbarse y sepultaron a miles de personas bajos las ruinas. El terremoto de 7,8 en la escala Richter sacudió de forma inesperada a Nepal y a los países colindantes. Fue el sismo más devastador que ha vivido el país en los últimos 80 años, más de medio millón de casas y viviendas quedaron destruidas, al menos 9.000 personas fallecieron.

Unos segundos son decisivos

Cuando la tierra se estremece, a veces unos segundos deciden sobre la vida o la muerte. “Hay una gran diferencia entre cinco o diez segundos”, explica Louis Schreier a DW. “Es suficiente para advertir a los hospitales, preparar a los equipos de salvamento y por último para salvar vidas humanas.”
Scheier es ingeniero y trabaja en un laboratorio de innovación que financia Deutsche Telekom Bonn en Silicon Valley, California. Junto con un investigador de terremotos de la Universidad de California en Berkeley (UCB), él y su equipo desarrollaron un programa que pretende reducir en un futuro el número de víctimas por sismo con la app para celulares My Shake, Mi Temblor.

El nuevo programa se presentará en el Congreso Mobile World en Barcelona. La fase oficial comenzó hace unos días y durará un año. “Sobre todo, queremos demostrar que una red de móviles inteligentes puede grabar señales de alta calidad y que puede estar al nivel de los centros con sistemas de alerta rápida”, dice Schreier. Aunque los sensores en los teléfonos sean menos sensibles, el problema se compensaría con la cantidad de smartphones.

Usar sensores para reconocer terremotos

El funcionamiento de My Shake es muy simple. Los celulares inteligentes modernos están llenos de sensores y My Shake accede permanentemente a los sensores de velocidad, los llamados acelerómetros del aparato, que en realidad se suelen usar para contar los pasos, los podómetros en las apps, que registran en el fondo muy pocas vibraciones.
Si los datos corresponden al perfil de vibraciones de un terremoto y no del movimiento del aparato en el bolsillo, entonces se enviarán la hora, el lugar y la magnitud del temblor a un servidor de la UCB y allí se volverán a analizar. Si al menos el 60 por ciento de los móviles reaccionan en el radio inmediato del temblor, entonces el software considera que es un terremoto.
Por ahora, esta app solo puede percibir y reconocer el terremoto. “En los próximos años, nuestro sistema se equiparará con los sistemas de alerta rápida ya existentes con el fin de alertar a la gente a través de sus móviles y salvar sus vidas”, añade el ingeniero.

A través de los sensores de los smartphones se miden los temblores de tierra.
A través de los sensores de los smartphones se miden los temblores de tierra.Imagen: Telekom

Útil para la sociedad

El laboratorio de innovación en California existe desde hace años. “Los celulares son los aparatos más usados en el mundo”, comenta Husam Azrak, portavoz de Telekom a DW. “La app usa la técnica ya existente, ayuda a percibir con rapidez los terremotos y tiene relevancia social.”
Louis Schreiber, por su parte, espera que My Shake se use sobre todo en zonas y países azotados por los sismos y que hasta ahora no cuentan con sistemas profesionales de alerta. Nepal sería un buen ejemplo: “Al fin y al cabo llevamos los mismos sensores que las estaciones estatales de sistemas de alerta. Además, los costes para nuestras redes sísmicas son más bajos, por lo que podemos construirlas donde no las haya.“

En California, el suele tiembla con frecuencia.
En California, el suele tiembla con frecuencia.Imagen: Telekom

Schreier y su equipo involucran al usuario activamente en sus investigaciones en el programa Citizen Science, Ciencia Ciudadana. Fomentan que la gente se baje el programa, sea parte de la red y envíe datos que a la larga aumenten la frecuencia de percepción y mejoren así el sistema. “La opinión pública debería formar parte de este proyecto, porque se lleva a cabo por su bien” dice Schreier y añade que es “un programa para cada uno de nosotros, porque puede ayudarnos a todos.”