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10 años de protección para animales

14 de mayo de 2012

Una década después de la declaración de la Protección Animal como Objetivo de Estado en la Constitución alemana, las organizaciones ecologistas hacen un balance poco optimista: los avances han sido escasos.

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Imagen: kingmajet - Fotolia.com

2002 marcó un hito en la historia de la protección de los animales en Alemania: por primera vez, estas criaturas tenían su propio espacio en la mismísima Constitución. En el artículo 20a, más concretamente, donde se consagra la protección de las “condiciones fundamentales de vida y de los animales”.

Convirtiendo la Protección Animal en objetivo de Estado se cerró una larga discusión sobre el rango de esta ley en la estructura constitucional, según se afirma en el texto oficial del Ministerio alemán de Alimentación, Agricultura y Protección al Consumidor. Alemania se presentó así como país pionero de la Unión Europea en hacer del bienestar de los animales una meta nacional, y fue una noticia que entusiasmó y llenó de esperanza a amantes de los animales y organizaciones ecologistas.

Es bien sabido que las mascotas en Alemania viven casi como personas, pagan sus billetes de tren y cuentan con todo tipo de comodidades. Muchas son las granjas que ya optan por dar a su ganado un trato mucho más digno, y el resultado son los productos biológicos, cada día más demandados. En resumen, se podría decir que los animales en Alemania viven bien... Al menos, aparentemente.

Pero según algunas organizaciones ecologistas, el maltrato a los animales sigue latente en el sistema alemán. En algunas granjas se les sigue cortando el pico a las aves, se les sigue castrando a los lechones y descornando al ganado bovino sin anestesia. No hay garantía que la matanza de animales se realice sin dolor. Se siguen realizando experimentos con animales, a pesar de existir alternativas. Se permite la cría de animales para el negocio de la peletería. Todavía se utilizan animales salvajes como atracción de circo. Son datos de la Deutsche Tierschutzbund, la Sociedad Alemana de Protección de los Animales.

Demonstration Für ein neues Tierschutzgesetz
La Deutsche Tierschutzbund se manifiesta por un cambio más real de la ley de Protección Animal.Imagen: Deutscher Tierschutzbund e.V.

Una década después...

A pesar de todo esto, para la Deutsche Tierschutzbund, el mayor problema está en el estancamiento. “Diez años después del establecimiento de la protección animal como objetivo de Estado, la situación real de los animales prácticamente no ha cambiado” expresó Thomas Schröder, presidente de la Deutsche Tierschutzbund a finales del mes pasado en una conferencia de prensa.

Según la Deutsche Tierschutzbund, las iniciativas relacionadas con la Ley de Protección Animal propuestas por la Ministra de Agricultura alemana, Ilse Aigner, sólo se han cumplido en parte, y no se han abordado muchos temas relacionados de importancia, como una reforma más amplia de la ley y el establecimiento de un derecho de acciones legales. Por ello, la Deutsche Tierschutzbund ha organizado la campaña “La ley alemana es cruel – Por una nueva Ley de Protección Animal”.

“La diferencia entre la letra de la Ley Fundamental y la realidad de la Protección Animal es llamativa”, afirmó Thomas Schröder. “Su declaración como objetivo de Estado no puede quedar sin consecuencias. Necesitamos una revisión fundamental de la Ley de Protección Animal.” Las propuestas para la modificación de la Ley de Protección Animal realizadas por la Ministra de Agricultura se quedan muy por detrás de las verdaderas necesidades en este respecto, según la organización ecologista. En 2011, por ejemplo, se hicieron promesas que no están ya incluidas en el proyecto actual, como la prohibición de utilizar animales salvajes en los espectáculos circenses.

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En Alemania, los animales salvajes siguen siendo una atracción circense.Imagen: picture-alliance/dpa

Bonn toma la delantera

Ante esta particular ofensa a los derechos de los animales son muchas las voces que se han levantado en protesta. De ellas, una de las más potentes ha sido la voz de la Bundestierärztekammer (BTK), la Asociación Federal de Veterinarios. Ésta lleva insistiendo desde 2003 que “tener animales salvajes en el circo hoy día ya no es aceptable, ya que los conocimientos sobre las necesidades de los animales han aumentado mucho”, en palabras del Presidente de la BTK, Prof. Mantel. Según él, se trata de entornos perniciosos para estos animales y, de acuerdo con la ley de Protección Animal, es “necesaria una prohibición de mantenimiento de animales salvajes en los circos”.

Una petición que en Bonn se ha tenido en cuenta: este año, el ayuntamiento de la ciudad de Renania del Norte-Westfalia ha prohibido los animales en circos en las localidades comunales a pesar de los obstáculos que tal medida supone, apuntando así con un dedo acusador a la pasividad del Ministerio alemán de Agricultura. “La prohibición de Bonn es una fuerte señal para la Ministra Ilse Aigner y para los operadores de circos de que el tiempo de la crueldad para con los animales -con látigos, cadenas y ganchos bajo la lona de circo- ha pasado”, comentó al respecto Peter Höffken, experto de la organización defensora de los animales PETA. “La firma de la prohibición en Bonn deja claro que se puede soportar la presión de amenaza de demandas por parte de los empresarios circenses.”

Un pequeño pero significativo paso en un área en la que, quizás por comodidad, o quizás por querer cerrar los ojos, no parece que se haya avanzado mucho en una década que parecía prometedora en sus comienzos. Thomas Schröder, de la Deutsche Tierschutzbund, lo expresa sin tapujos: “Nuestro balance tras 10 años es claro: un objetivo de Estado sin derecho a acciones legales es como un tigre mellado.”


Autora: Lydia Aranda Barandiain
Editora: Emilia Rojas