“Abstracción”: Gerhard Richter en el museo Barberini de Potsdam

Las composiciones de cuadros de colores se encuentran en la obra de Gerhard Richter desde sus inicios. El pintor nació en 1932 en Dresde, Sajonia. Su madre, de profesión librera, era una pianista entusiasta que transmitió sus conocimientos y su pasión por las armonías a su hijo. Esta obra temprana de Richter se puede ver en la exposición de Potsdam.

En los últimos años hubo muchas exposiciones individuales dedicadas a la obra de Gerhard Richter. Pero ninguna de ellas se concentró explícitamente con sus cuadros abstractos. El tema de la exhibición de Potsdam es la abstracción de motivos reales, llegando hasta la pura pintura de colores, como se puede ver en esta creación de Richter del año 1986.

La coloración era un aspecto importante en los cuadros de los años 70, además de la forma abstracta. Richter también gustaba de trabajar simplemente con blanco y negro y modificaba sus propias reglas formales de cuadros abstractos cuando distorsionaba motivos fotográficos. Aquí sigue la tradición pictórica de su maestro de academia, Karl Otto Götz.

En sus inicios como pintor, Richter solía trabajar de modo clásico con óleos y sobre lienzos de pequeño formato. Fue recién más tarde que empleó otras técnicas para aplicar la pintura sobre el lienzo. Los más espectaculares son sus cuadros Rakel de gran formato, en los cuales aprieta, friega y reparte la pintura con una espátula de tamaño humano.

A lo largo de su carrera artística Richter siguió empleando la combinación de cuadros de colores. Simplemente varió los matices, las composiciones y los formatos. Este impresionante óleo de 1974 mide 2,22 por 4,14 metros y forma parte de la colección permanente del Kunstmuseum de Bonn.

En sus comienzos Gerhard Richter trabajó mucho con patrones o muestras de la fotografía de magacines, así como con motivos periodísticos. Éste es uno de sus trabajos tempranos, creado cuando él era aún estudiante de arte en la academia de Düsseldorf y muestra el instante casi abstracto en el cual dos autos se cruzan en una carretera.

También para esta pintura al óleo Richter se valió de una fotografía como base. Muchas veces utilizaba prospectos publicitarios o fotos de revistas como punto de partida. Aquí empleó la forma pura de una puerta abierta como motivo abstracto para su pintura en serie –levemente modificada cada vez–. Algo que él dio en llamar „Tafelmalerei“.

Gerhard Richter además de artista es un observador crítico de su tiempo y como tal se ha ocupado reiteradas veces con motivos políticos, consumo o cultura popular. Siempre le gustó provocar, criticó públicamente el terror del consumo, así como el manejo del pasado nazi en Alemania. Él mismo fue motivo de sus trabajos fotográficos, como en este autorretrato de 1970.

La mayoría de los cuadros de Gerhard Richter son propiedad de museos, de grandes colecciones o de coleccionistas privados y deben ser prestados para cada exposición individual. También este cuadro de 1984 se encuentra en manos privadas. La exposición „Abstraktion“ ('Abstracción'), en el museo Barberini, en Potsdam, puede ser visitada del 30.6. al 21.10 de 2018.