Acampar a la alemana

El senderismo, una vieja tradición alemana, es desde hace años un deporte cada vez más popular. Cuando salen de viaje, los alemanes buscan el contacto con la naturaleza. Muchos quisieran contar también con todas las comodidades que tienen en casa. Es así que cada vez más optan por salir de vacaciones en una autocaravana. Las ventas de estos vehículos-vivienda registran cifras de récord. En el primer semestre de 2018 se matricularon más de 46.000 casas rodantes y 'motorhome' nuevos en Alemania. Esta industria crece sin cesar, lo cual beneficia también a los camping del país. Expertos calculan que, hasta fines del 2018, las pernoctaciones en campings aumentarán en un 10 por ciento respecto al año anterior.

El salir de viaje en una casa rodante pasó de ser algo anticuado a algo muy a la moda. Antes, el típico turista alemán que pasaba sus vacaciones en una autocaravana, estacionada en un camping, tenía fama de ser conservador y tradicionalista. Tenía el estigma de ser un amante de la cerveza y las salchichas, que en las vacaciones busca recrear un espacio idéntico al que tiene en casa. Hoy en día ya no se puede hablar de un sólo tipo de campista alemán.

Familias jóvenes buscan el confort

La familia Hanke de Aquisgrán planea sus próximas vacaciones en una autocaravana: Michael y su mujer se pasean con su bebé en cochecito por los galpones de "Caravan Salon", a nivel mundial la feria más grande para vehículos de este tipo. "Estoy tratando de convencer a mi mujer de que las vacaciones en un camping son lo mejor para los niños", nos cuenta Michael, mientras su mujer aún duda. El joven padre de familia, que guarda muy buenos recuerdos de su propia infancia en campamentos, se considera un campista clásico, sin necesidad de grandes lujos. "Pero, para convencer a mi mujer va a hacer falta un vehículo de alta categoría, con ducha y todos los demás accesorios".

También para la familia Kavci, de Wolfsburgo, es necesario cierto confort, por ser padres noveles. "No necesitamos el lujo total, pero para sentirnos cómodos con el bebé, quisiéramos que la autocaravana cuente con ciertos extras", explica la mamá, Ebru Kavci. Para ella lo importante es que el vehículo tenga más espacio y que se puedan cambiar de lugar las camas.

Los amantes del superlujo practican lo que se llama el "glamping", es decir, el camping glamuroso. Para poder disfrutar de la naturaleza ya no les basta una simple carpa, necesitan un campamento con varias piscinas y una cama con dosel. Quien haga "glamping" en una autocaravana y esté dispuesto a pagar cifras astronómicas, puede pasar las vacacines en una suite de lujo, con cama 'king size' y garage integrado para el coche. El modelo más caro, presentado durante la actual "Caravan Salon", costaba un millón y medio de euros.

Vuelta a las raíces

Pero no todos los campistas buscan el lujo. Jerome y Michelle, por ejemplo, tienen un alquiler de mini-buses Volkswagen y se especializaron en una popular camioneta VW de los años 80. La clientela del jóven mecánico y su novia esta compuesta sobre todo por gente joven, que aprecia, como ellos mismos, las virtudes de los vehículos más antiguos. "El año pasado nos compramos nuestro primer VW T3 (vehículo-vivienda) y salimos de vacaciones con él, después de haberle hecho una completa puesta a punto".

Para la joven pareja, ir de campamento significa libertad, naturaleza y movilidad. Jerome y Michelle se guían por el principio 'back to the roots'. Para ellos subirse a su VW T3 es como un viaje al pasado, 30 años atrás.

Los nuevos campistas buscan individualidad

Jóvenes o viejos campistas valoran la independencia, flexibilidad e individualidad, que les brinda este medio de transporte. No sólo los jóvenes se animan, también gente mayor como el matrimonio Kloos. Esta pareja de jubilados está planeando su primer viaje en autocaravana.

Después de haber hecho vacaciones durante 40 años en hoteles, los Kloos decidieron probar algo nuevo y más flexible. La ruta del primer viaje ya está fijada: Polonia, el sur de Alemania y Austria.

Al igual que los Kloos, la mayoría de campistas alemanes pasan sus vacaciones en el extranjero. Sólo cuatro de diez optan por Alemania para su descanso anual. Los destinos preferidos de los demás son Italia, Francia y Croacia. Pero los campamentos alemanes también son frecuentados por muchos extranjeros, en primer lugar por holandeses.

Campistas permanentes: todo como en casa

A pesar de que la casa rodante tiene, como su nombre indica, ruedas, hay también muchos campistas que instalan su vehículo de manera permanente en un sitio. Rolf Schmieder es uno de ellos. Desde hace 30 años su 'motorhome' está estacionado en un camping en el mediterráneo francés. Schmieder antes viajaba por Europa, pero hoy quiere sentirse como en casa, con su gran refrigerador, sus hamacas y todas las demás comodidades.

Gracias a su larga experiencia como campista, Schmieder pudo observar los cambios de las últimas décadas. "Antes los campistas se ayudaban más entre sí. Hoy todos llegan con vehículos enormes, son autonómos y ya no necesitan de los vecinos", reflexiona algo meláncolico. Por suerte él ya encontró su lugar ideal en el mundo de los campistas: "Los franceses son más relajados, aquí se vive de forma más sencilla".

Autor: Maria Bravo, Johann Schrof  (VR/LGC)

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