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Accidente de Spanair en Madrid: ¿podría haberse evitado?

José Ospina Valencia / Agencias21 de agosto de 2008

Mientras se investigan las causas del accidente en Madrid, Lufthansa, socia de Spanair, no conoce quejas de su servicio. El siniestro de Spanair, donde murieron 153 personas, es el mayor en un cuarto de siglo en Europa.

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Spanair: vuelo JK5022 sin retorno. ¿Quiénes son los responsables?Imagen: AP

“La cooperación de Lufthansa con Spanair siempre ha sido buena y mutuamente beneficiosa”, dijo a DW-WORLD Boris Ogursky, vocero de Lufthansa, en Frankfurt del Meno. Desde 1999, Lufthansa lleva a cabo unos 2.000 vuelos codesharing con Spanair. Estos son vuelos “compartidos” en los que Lufthansa y Spanair asumen mutuamente los pasajeros de la otra aerolínea para llevarlos, después de una conexión, al destino final.

Este fue el caso de ocho personas que volaban desde Alemania a Las Palmas, capital de Gran Canaria, y que en Madrid hicieron trasbordo al vuelo siniestrado de Spanair. Entre éstos se encontraba una familia bávara con sus dos hijos de los que se presume su muerte porque ya fueron solicitadas pruebas de ADN para su identificación.

“Lufthansa y Spanair pertenecen, además al mayor grupo de aerolíneas del mundo, la Star Alliance”, agrega Ogursky. Tres de estas alianzas dominan el mundo de la aviación comercial. De ellas, Star Alliance es, en efecto, la más grande, seguida de Skyteam y Oneworld. La red Star Alliance fue creada en 1997. Actualmente forman parte de ella 35 líneas aéreas. “Spanair entró a ser miembro de Star Alliance el 1° de mayo de 2003”, dice el vocero de Lufthansa consultado por DW-WORLD.

Star Alliance transporta a 493 millones de pasajeros al año

Con casi 3.300 aviones, esta alianza ofrece diariamente alrededor de 18.000 trayectos hacia 965 aeropuertos en 162 países. Anualmente unos 493 millones de pasajeros utilizan los servicios de estas líneas aéreas. Las mayores entre ellas, Lufthansa, United Airlines y US Airways, aportan a esa cifra 60 millones de pasajeros cada una.

En el mundo de las alianzas aéreas es común la política de códigos compartidos o codesharing, por la cual para una ruta determinada, dos o más empresas de aviación vuelan bajo un mismo código. Esto permite que las compañías extiendan considerablemente sus rutas, al tiempo que los aviones pueden volar con más asientos vendidos. La aeronave MD 82 accidentada este 20 de agosto en Barajas operaba bajo el vuelo JK 5022, de Spanair, y LH 2554, de Lufthansa.

Sobre cuáles son las condiciones para ser miembro confiable de Star Alliance, Boris Ogursky, de Lufthansa, explicó que son las mismas que exigen los altos estándares europeos de aeronavegación comercial.

Spanair y su flota MD 80 en duras de turbulencias

Spanair tiene su sede en Palma de Mallorca y es subsidiaria del grupo de la escandinava SAS creada en 1986. La empresa inició sus actividades con vuelos chárter desde más de 100 aeropuertos europeos hacia ciudades costeras españolas. El 17% de los vuelos que opera Spanair son vuelos de línea regulares, iniciados en 1994. Según la página virtual de la misma empresa, la flota está constituida por más de 20 Airbus A320 y A321, así como por 23 máquinas de la serie MD 80 de McDonell-Douglas. Durante el año 2006, la línea aérea transportó a 8,3 millones de pasajeros.

Justamente el avión accidentado, un MD 82, es uno de los tipos más viejos de naves comerciales en el mundo. El destruido en Madrid llevaba 19 años de servicio y había sido arrendado después de pertenecer a una aerolínea surcoreana. Aunque se les reconoce “confiabilidad”, estos aviones que llevan las turbinas pegadas a las paredes en la parte trasera, están en mora de ser reemplazados por las aerolíneas que los utilizan.

Hace sólo pocos meses, American Airlines tuvo que paralizar toda su flota MD 80 por orden de la Agencia estadounidense de Seguridad Aeronáutica (FAA) por problemas con cables eléctricos. Aparte del mencionado riesgo, los aviones de la serie MD 80 consumen 25% más de combustible que un aparato moderno de la europea Airbus, la estadounidense Boeing o de la brasileña Embraer.

Léa en la siguiente página: ¿Qué tan factible es un accidente aéreo? ¿Qué tan factible es un accidente aéreo?

La posibilidad de sufrir personalmente un accidente aéreo es calculable, pero ¿para qué puede servir tal cifra?, preguntó DW-WORLD a la Agencia alemana de Investigación de Accidentalidad Aérea (BFU), que recomendó echar un vistazo a sus estudios publicados. Conclusión: en Alemania, para llegar a ser candidato seguro a víctima mortal de un accidente aéreo, uno tendría que volar ininterrumpidamente durante 67años a lo largo y ancho del país.

Los expertos alemanes se basan en el hecho comprobable de que en Alemania sucede un accidente aéreo con muertos cada 588.000 horas de vuelo. Cifras que ningún pasajero aéreo puede influenciar. Miremos entonces las tres etapas de un vuelo. Partamos desde el inevitable despegue, una fase en la que ocurre el 36% de los accidentes. El éxito de ésta operación depende, según la BFU, del estado del avión y la pericia de los pilotos que tienen que decidir si interrumpir la acelaración o despegar, a pesar del reporte de una falla mecánica o la colisión con un ave, que puede llegar a destruir los rotores de cualquier turbina.

Despegue y aterrizaje: las fases más críticas

Han logrado piloto, copiloto y/o computador tomar vuelo y alcanzar la altura de viaje indicada, el pasajero temeroso puede respirar profundo porque durante esta etapa "sólo” ocurre el 9% de los accidentes. Ésta es la mejor oportunidad para disfrutar el placer de volar, antes de que llegue la tercera e invariable fase, la del aterrizaje. Durante la llegada a la pista ocurre el mayor número de accidentes en todo el mundo: el 55 por ciento. La tercera etapa se compone, a su vez de, descenso, acercamiento, toque de pista y trayecto de frenada del avión. Un avión no tiene por qué caerse durante el vuelo, pero sí puede accidentarse sobre la misma pista después de haber tocado terreno “seguro”.

Aún así, la aeronavegación es y será el medio de transporte más seguro. Mientras en 1972 hubo 71 accidentes aéreos que dejaron 2.374 muertos, en 2007 “sólo” hubo 26, en los que fallecieron 750 personas en todo el mundo, según datos de Aviation Safety Network.

Basta una sencilla comparación contabilizando sólo las víctimas mortales de accidentes viales en Alemania en un año para evidenciar cuan segura es la aviación comercial hoy en día. Según la Statistisches Bundesamt, con sede Wiesbaden, en 2007 murieron en las carreteras y autopistas alemanas 4.949 personas víctimas de accidentes de tránsito. Hace 15 años, morían incluso unas 12.000 personas por las mismas causas.

Pero hay más cifras que ayudan a aclarar mejor la seguridad aérea en relación con otros campos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), con sede en Roma, mientras en 2007 murieron 750 personas en accidentes aéreos, en el mismo año murieron 1 millón en accidentes de tránsito y 4 millones por causas del tabaquismo.

Siete consejos para sobrevivir un vuelo

En todo caso, es mejor prevenir que curar y, no en vano, la Agencia alemana de Investigación de Accidentalidad Aérea ofrece 7 consejos para evitar, en lo posible, pasar a ser parte de las estadísticas internacionales de seguridad aérea. Los consejos son tan elementales como vitales. Primero: evite vuelos con conexiones. Un corto vuelo, puede ser uno de más. 83 de 100 vuelos tienen accidentes durante el despegue o el aterrizaje. Segundo: infórmese sobre la calidad de la aerolínea y el estado de su flota. El 62% de los aviones accidentados tiene más de 15 años.

Tercero: vuele en aeronaves con capacidad para más de 30 personas. Entre más grande sea el avión más sistemas alternativos de seguridad posee y es menos susceptible a turbulencias, vacíos de aire o fallas. Cuarto: atienda las instrucciones de las azafatas sobre puertas de emergencia. Cada tipo de avión tiene sus particularidades. Quinto: no suba equipaje muy pesado a la cabina. El peso en la cabina puede ser fatal, en caso de despresurización o una entrada en un “vacío”. Sexto: mantenga abrochado el cinturón de seguridad durante todo el vuelo. Turbulencias súbitas son un peligro permanente.

Séptimo: créale a la azafata o al auxiliar de vuelo cuando éstos ordenan regresar a las sillas, sin detenerse a preguntar por qué. Ellos pueden tener información de un probable riesgo con el que “aún” no quieren asustar a los pasajeros.

Si a pesar de todo se presenta un accidente, tampoco está asegurado que éste sea su último vuelo. Tanto las estadísticas como la realidad demuestran que incluso de un accidente aéreo se puede salir con vida.