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Aldi: los reyes del descuento

Eva Usi30 de septiembre de 2005

Con sus almacenes Aldi, los hermanos Karl y Theo Albrecht han amasado una fortuna que supera los 25.000 millones de euros, lo que los convierte en los hombres más acaudalados de Alemania.

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Última imagen conocida del multimillonario Theo Albrecht, poco antes de que fuera secuestrado.Imagen: dpa

Theo y Karl Albrecht pertenecen al reducido círculo de los más acaudalados del mundo. La revista estadounidense, Forbes, los situó en el 3° lugar del ranking mundial en el 2004. Pese a que todo alemán conoce las tiendas de descuento Aldi, los nombres de sus propietarios son poco conocidos. Siempre han sido reservados ante la prensa, pero la experiencia de un secuestro, hizo a la familia aún más retraída.

No dan entrevistas ni se dejan fotografiar. Han logrado mantener su vida privada completamente hermética y alejada de la opinión pública.

Un ascenso fulminante

Kunst bei Aldi
Incluso litografías originales a un precio accesible ha llegado a vender la cadena de descuento.Imagen: dpa

En tan sólo una generación transformaron la modesta tienda familiar en una poderosa cadena de almacenes que compite ahora en las grandes ligas mundiales de la venta al por menor. Un imperio cuyo volumen de negocio asciende a unos 30.000 millones de euros. Los hermanos, que crecieron en un barrio obrero del Valle del Ruhr, representan la variante alemana del sueño americano, del hombre que se levanta de la nada y con una simple idea llega a la cumbre del éxito.

Care-Paket
Los famosos paquetes "Care", enviados por Estados Unidos, salvaron de la hambruna a millones de alemanes.Imagen: DHM
El hambre enseña

Se dice que fueron las condiciones modestas en las que crecieron Karl Albrecht, nacido en 1920, y su hermano menor Theo, lo que forjó su carácter disciplinado y ambicioso. El padre, de oficio minero se dañó un pulmón por aspirar carbón continuamente, y terminó malganándose la vida como panadero. Ante la precaria situación de la familia, su mujer, Anna Albrecht, abrió una modesta miscelánea en un barrio obrero de la ciudad de Essen. Ahí Theo aprendió el oficio de comerciante mientras su hermano trabajaba como aprendiz en una tienda de ultramarinos finos. Al estallar la Segunda Guerra Mundial los hermanos se alistaron en el ejército, Theo fue enviado a África como integrante de una unidad de refuerzo mientras que su hermano mayor era asignado al frente de la Wehrmacht en el Este. Su vida como soldados fue breve y transcurrió sin nada espectacular.

Milagro económico alemán

BMW Isetta
Vehículo BMW de los años 50.Imagen: BMW

Al concluír la guerra los hermanos Albrecht se hicieron cargo de la tienda familiar. Era el año 1946 y las ganas de vivir eran tan grandes como el hambre. No había dinero, así que los hermanos atrajeron a sus clientes con una canasta básica de productos a precios rigurosamente bajos. Uno de los artículos más codiciados entonces, la mantequilla, sigue teniendo en sus tiendas, el precio más bajo del mercado. Inicialmente, en vez de comprar refrigeradores, almacenaban los productos perecederos en el frío sótano.

Tacharon todo gasto innecesario como decoración, equipo y publicidad. También redujeron costos manteniendo un tamaño relativamente pequeño en sus tiendas. El concepto austero del negocio se tradujo en un precio bajo al consumidor en una paleta de productos de una relativa calidad. Diez años después, los hermanos Albrecht tenían ya una cadena de 13 tiendas en toda la zona del Ruhr.

En 1962 abrieron el primer almacén „Aldi Discount“, cuya abreviación, ALDI, acabó convirtiéndose en sinónimo de bajo precio. A diferencia de otras cadenas que calculan sus operaciones en función de un gran margen de ganancia que mantienen pese a las ventas bajas, ALDI aptó por un escaso margen de beneficios apostando por un gran volumen de ventas. Hoy en día el imperio comprende 4.000 supermercados en Alemania y otros diez países.

ALDI informiert
Cartel publicitario afuera de una de las sucursales de Aldi.Imagen: AP

Los más ahorradores son los ricos

Dice el Vox Populi que de quien más se puede aprender a ahorrar es de los ricos. Ésta máxima si que puede aplicarse a Theo Albrecht. Su austeridad ha sido la comidilla de la prensa, que afirma que prefiere vivir a oscuras para ahorrar luz eléctrica. Y si así de exigente es consigo mismo, ¿como será con sus empleados? Por supuesto que les exige austeridad máxima. Entre las innumerables anécdotas sobre su avaricia, se dice que estando de visita en una filial, escuchó que el gerente de la sucursal hacía un pedido de 4 bolígrafos, al terminar le preguntó que como le hacía para escribir con ellos al mismo tiempo.

Theo Albrecht fue secuestrado en 1971. Sus captores demandaron la cantidad de siete millones de marcos alemanes, -unos 4 millones de dólares- mismos que pagó la familia. Dos años después, los maleantes fueron capturados y condenados a 8 años de cárcel. El culebrón, que tuvo al país en vilo durante meses tuvo un final que causó tanto escándalo como el secuestro mismo. Theo demandó al Tribunal que el dinero pagado de rescate fuera deducido de sus impuestos. Pese a las críticas por su excesiva avaricia, esa austeridad extrema en su vida personal fue lo que le permitió defender a capa y espada la filosofía y éxito de su negocio.

El Imperio Aldi se divide

Aldi Lebensmittelkette
Símbolo de Aldi Süd en una tienda en Colonia.Imagen: AP

Desde 1962, cuando abrió la primer filial ALDI en Dortmund, los hermanos dividieron el negocio en dos: Aldi -Sur y Aldi Markt -norte- con una línea divisoria que correría a la altura del Valle del Ruhr. Theo Albrecht asumió la dirección de Aldi-norte, mientras que Karl Albrecht se quedó con Aldi-sur. Mientras que la competencia se fusionaba, quebraba o cambiaba de giro, los hermanos se mantuvieron gracias a que fueron consecuentes con su idea original.

La empresa creció superando las 600 filiales en 300 ciudades alemanas en el transcurso de 10 años. En 1980 el número de filiales era de 1800 y la plantilla de trabajadores era de unas 8.000 personas. Un crecimiento vertiginoso que colocó a los hermanos en una ventajosa posición en el mercado. Mientras que el consorcio negociaba con sus proveedores los precios de compra más bajos, fue introducida su propia marca, que producían prestigiosas marcas bajo pedido.

Immer mehr Händler verkaufen ab Januar keine Getränkedosen mehr
Canasta con bebidas de Aldi.Imagen: dpa

Calidad sin compromisos

Pese a que entre tanto han expandido el negocio más allá del sector alimenticio y hoy en día las tiendas venden desde textiles hasta computadoras, el concepto sigue siendo el mismo. El surtido de productos no es excesivo y prescinden de lo superfluo para concentrarse en ofrecer la mejor calidad al menor precio.

El consorcio ha mantenido un alto nivel de calidad, que es continuamente puesto a prueba por institutos y laboratorios que velan por los intereses del consumidor. El más conocido, Stiftung Warentest, puso bajo lupa a los aceites de olivo de la nación, entre ellos, la marca de Aldi-norte: Lorena, que no alcanzó ni el grado de satisfactorio. En el transcurso de 24 horas fue retirado el producto de los estantes de las filiales. Que su competidor Lidl ofreciera el mejor aceite de olivo enfureció a Theo. Pese a las duras condiciones de precio impuestas a los proveedores, cuando Aldi se ve forzado a reducir precios para enfrentar la competencia, asume la diferencia bajo su propio costo. El precio acordad es respetado por ambas partes.

Fortuna a prueba de crisis

Einkaufstüten vom Discounter
Imagen: dpa

Theo y Karl Albrecht, entretanto octogenarios, al parecer se pelearon y no se hablan desde hace años. La causa de la disputa fueron las distintas visiones para conducir el imperio, pese a que sólo Theo sigue activo al frente de Aldi-norte. La dramática caída en las bolsas de valores registrada a partir del 2000 aunado al estancamiento económico mundial ha desvanecido el patrimonio de muchos pequeños accionistas, pero también ha dejado profundas huellas en los activos de los más acaudalados. Pero incluso en tiempos difíciles algunos mega-ricos, como los hermanos Albrecht, han aumentado sus fortunas personales. La revista alemana Wirtschafts Woche, citaba una frase de su madre, Anna Albrecht, quien dijo alguna vez: “Entre más mal le va a la gente, mejor nos va a nosotros”. Esta cita se dice que es de los tiempos de la post-guerra, sin embargo, bien podría aplicarse al siglo XXI, que los hermanos Albrecht comenzaron figurando a la cabeza de los más ricos de Alemania y que pese a todo siguen manteniendo.

A finales de julio de 2010, Theo Albrecht falleció a los 88 años de edad.