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Alemania ratifica TLC entre UE-Colombia y Perú

Eva Usi3 de mayo de 2013

Con el voto de Hamburgo, la Cámara alta del Parlamento alemán, el Bundesrat, ratificó el Tratado de Libre Comercio entre la UE –Colombia y Perú, pese a críticas de ONG alemanas y al rechazo de los partidos de oposición.

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Imagen: DW

Los representantes de los 16 Estados federados reunidos en la Cámara alta del Parlamento alemán se pronunciaron a favor, con una escasa mayoría, del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y  Perú y Colombia, pese a críticas de ONG alemanas y al rechazo de todos los partidos de oposición: la Socialdemocracia (SPD), los Verdes y La Izquierda. 

"La balanza se inclinó con el voto de Hamburgo, cuyo Gobierno es presidido por el socialdemócrata Olaf Scholz, el único entre sus correligionarios que gobiernan con mayoría, en favorecer el TLC, y lo hizo por intereses económicos", afirma Christiane Schwarz de la ONG alemana Kolko e.V., que defiende los derechos humanos en Colombia. "La ciudad-puerto de Hamburgo espera beneficiarse con el incremento en las relaciones comerciales con ambos países andinos", dice. Hamburgo aportó los tres votos que faltaban.

Inicio del proceso

Sin embargo, Schwarz advierte que Alemania ha sido uno de los primeros países cuyo Parlamento ratifica el tratado. "El proceso se encuentra en un principio y aún tiene que ser ratificado por el resto de los países miembros de la UE", afirma. Schwarz señala que aunque normalmente el proceso podría tomar hasta tres años, el tratado pordría entrar en vigencia relativamente rápido debido a una cláusula que permitiría su puesta en vigencia de manera provisional. "Dinamarca e Irlanda son dos países que ven con ojos críticos el tratado, así que todavía podría haber sorpresas, toda vez que basta que el Parlamento de un país miembro lo decline para detener su vigencia", afirma.

Un grupo de 45 organizaciones civiles pedían al Bundesrat que no lo ratificara. Una amplia alianza de organizaciones eclesiásticas, de derechos humanos y de ayuda al desarrollo (entre ellas la organización episcopal de la Iglesia Católica alemana, Misereor, su homóloga protestante, Pan para el Mundo, y la de ayuda humanitaria, Caritas) temen que el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea agudice los problemas sociales, ecológicos y de derechos humanos en Colombia y Perú. “Las violaciones a los derechos humanos en Colombia y en Perú son sumamente graves y ése es el primer punto por el cual sostenemos que dicho tratado no debiera ser ratificado”, afirma Alexandra Huck, experta de la organización Kolko e. V.

Fortalecimiento de la extracción minera

“Creemos que este acuerdo perjudicará a los más pobres", señala Huck. Las ONG temen que el tratado se traduzca en un fortalecimiento de la extracción minera, que ha provocado problemas masivos de índole social y medioambiental, vinculados a violaciones a los Derechos Humanos.

En el documento que fue enviado a los representantes de los 16 Estados Federados, las organizaciones advierten que el Tratado fortalecerá a aquellos sectores de la economía en Colombia responsables de desplazamientos masivos de comunidades indígenas y campesinas en aras de la implementación de proyectos mineros, de agroindustria y de infraestructura. 

Negociaciones en Bruselas con los representantes comerciales de Colombia, Perú y UE.
Negociaciones en Bruselas con los representantes comerciales de Colombia, Perú y la UE.Imagen: DW

“No hay una normativa efectiva y vinculante de defensa de los derechos humanos, ni tampoco en materia medioambiental, que garantice, por ejemplo, que una expansión del cultivo de palma para la producción de biocombustibles, o que las adquisiciones masivas de tierras, no desplazarán a la población local o destruirán sus condiciones de vida”, advierten las organizaciones en el comunicado.

Países proveedores de materias primas

Colombia y Perú se comprometen a reducir hasta en un 90% los aranceles a la importación de productos agrícolas y otros bienes, lo que deja sin ninguna protección a sus agricultores ante la competencia de productos subvencionados provenientes de la Unión Europea. “De cara a la enorme asimetría económica entre la UE y sus socios latinoamericanos existe un peligro de que una mayor liberalización comercial convierta a ambos Estados en países exportadores de materias primas. Para liberarse de la dependencia de dichas exportaciones, lo que ambos países necesitan es tener posibilidades de maniobra política para regular su propia economía, pero el tratado mismo limita estas posibilidades”, reza el texto firmado por las organizaciones.

Huk advierte además sobre consecuencias negativas de diversa índole, desde una restricción a la libertad de intercambiar semillas, lo que impactará particularmente a los pequeños agricultores, hasta el acceso a medicamentos baratos. “Se restringirá la venta de genéricos, lo que es de importancia vital para pacientes que, por ejemplo, padecen de sida. Incluso se teme que a raíz del tratado se fortalezca el lavado de dinero y la evasión fiscal. En un momento en el que en Europa se exige un mayor control del mercado financiero, este tratado supone una contradicción”, afirma Huck.

Los partidos alemanes de oposición, la Socialdemocracia (SPD), los Verdes y La Izquierda, votaron en contra de la ratificación del Tratado el 23 de marzo en la cámara baja del Parlamento, el Bundestag. Sin embargo, la Comisión de Economía del Bundesrat emitió un dictamen favorable el pasado 18 de abril.

Autora: Eva Usi

Editora: Emilia Rojas