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Intelectuales en la Guerra Civil española

Klaudia Prevenzanos (JAG/ÄERS)17 de julio de 2016

Hemingway, Orwel o Capa, protagonistas de la cultura que apoyaron a los republicanos en la Guerra Civil Española, un debate intelectual que aún tiene consecuencias, explica la autora estadounidense Amanda Vaill.

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Ernest Hemingway, reportero en la guerra civil española.
Imagen: picture-alliance/CPA Media

DW: En su libro “Hotel Florida: verdad, amor y traición en la Guerra Civil Española” habla de conocidas parejas de intelectuales que vivieron la guerra: el escritor Ernest Hemingway y Martha Gellhorns, seguidos del fotógrafo Robert Capa y Gerda Taro. ¿Por qué eligió esta perspectiva para hablar de la Guerra Civil Española?

Amanda Vaill:Siempre estuve absorta por cómo cambió la cultura en el siglo XX. La Guerra Civil Española ofrece un ángulo dramático sobre ese tema. Fue el primer conflicto donde periodistas y fotógrafos informaban desde el frente. Como conflicto entre la izquierda y la derecha, no solo hubo corresponsables de guerra sino también otros intelectuales.

Para plasmar el conflicto en el libro, decidí escribir sobre dos de los personajes más conocidos: Ernest Hemingway y Robert Capa, un joven fotógrafo que llegó a la fama con espectaculares imágenes de la guerra. Para tener un punto de vista español, elegí a Arturo Barea, un escritor cuya carrera comenzó a raíz de su participación en la guerra. Como contrapartida a la visión masculina, elegí a las mujeres con las que ellos trabajaban. La guerra civil fue el primer conflicto donde las mujeres hacían el servicio militar y trabajaban como reporteras. Finalmente, también me inspiré en una cita de Hemingway: “Es muy peligroso escribir la verdad en la guerra”. Todos los personajes intentaron escribir sobre un tema complicado y la historia que pretendía contar era la forma en que ellos tuvieron éxito en su trabajo y en la vida a raíz de ello.

En comparación con la II Guerra Mundial, la Guerra Civil Española es menos conocida. Pero en su libro escribe sobre la relevancia que tuvo. ¿Por qué fue tan importante este conflicto para los acontecimientos que luego siguieron en Europa.

La Guerra Civil Española empezó en 1936 cuando las tropas fascistas de Francisco Franco se alzaron contra un Gobierno democráticamente elegido. En esta época de la crisis económica, había muchas dudas sobre las ventajas del capitalismo y del mercado libre. El nacionalsocialismo era la única alternativa buena para algunos, mientras otros confiaban en el comunismo. En España hubo un enfrentamiento entre los representantes de estas ideologías, que se realizó por la vía militar.

Fue una lucha desigual. Las democracias occidentales, traumatizadas por la I Guerra Mundial, impusieron el embargo de armas a ambos bandos. Pero la Alemania nazi e Italia enviaron hombres y armamento al bando de Franco. Pese a que la Unión Soviética también comenzó a armar a sus partidarios y las Brigadas Internacionales, estaban en desventaja y perdieron la contienda. La guerra continuó y Hitler y Mussolini usaron las lecciones aprendidas en España en la II Guerra Mundial. Por ejemplo, aprovecharse de la pasividad de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos.

Amanda Vaill, autora estadounidense.
Amanda Vaill, autora estadounidense.Imagen: Xanthe Elbrick

Ernest Hemingway fue el más famoso de los escritores y periodistas extranjeros que apoyaron a los republicanos. También Antoine de Saint-Exupery o George Orwell. ¿Fue la primera vez que tantos intelectuales participaron en el bando de una guerra?

Los intelectuales tomaron parte frecuentemente en las guerras, por lo menos, a posteriori. La guerra española fue, sobre todo, una guerra de ideologías y no una lucha territorial. Parecía que pedía la participación de intelectuales y artistas. En el bando de la izquierda, los comités de partidos comunistas organizaban congresos y conferencias con intelectuales como el encuentro de la Liga de Escritores Americanos en Nueva York o el Congreso Internacional de Defensa de la Cultura en Valencia y Madrid. También se fundaron algunos periódicos de izquierda para difundir sus ideas y sus opiniones e incluso hubo directores de cine que hicieron documentales, como Joris Ivens.

Pese a la presión de periódicos como el New York Times, las publicaciones de la iglesia y de la derecha, parece que la izquierda ganó la lucha por llevarse a los intelectuales aunque después no le sirviese de mucho. Independientemente de si se trataba de propaganda o de responder a preguntas serias, ambas partes fueron un ejemplo de intercambio intelectual público.

La Guerra Civil cambió la forma de informar sobre la guerra con el joven fotógrafo Robert Capa, que por primera vez hacia fotos del frente. También Martha Gellhorn inició su carrera como corresponsal en España. ¿Todavía tiene influencia aquel periodismo de guerra en la forma de informar hoy sobre guerras y conflictos?

Capa dijo una vez: “Si las imágenes no son lo suficientemente buenas, es que no te has acercado demasiado”. Gerda Taro y él vivieron y murieron fieles a ese principio. Taro falleció informando en la batalla de Brunete en España. Y como dijo Hemingway, “cada vez era más peligroso decir la verdad sobre la guerra”. La lista de reporteros fallecidos en el frente es cada vez más larga. Actualmente, para ofrecer una imagen completa y exacta de la realidad, seguimos exigiendo que los reporteros informen junto a los soldados desde la línea de fuego y se enfrenten a los mismos peligros.