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Angustia, pero no víctimas, tras sismo en México

20 de marzo de 2012

No se reportan víctimas tras el movimiento telúrico de 7,6 grados, y de algunas réplicas, pero sí hay daños materiales.

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Imagen: AP

Un fuerte sismo de magnitud 7,6 sacudióel martes la costa Pacífico de México, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), sin que por el momento se reporten víctimas ni daños de gravedad.

El fuerte temblor tuvo epicentro al sur de la población de Ometepec, en el estado de Guerrero, según el Servicio Sismológico Nacional mexicano.

Sus efectos se sintieron fuertemente en la Ciudad de México. Allí, el movimiento telúrico provocó que miles de personas salieran aterrorizadas de los edificios. En las calles las personas que se movilizaban en sus vehículos también sintieron el fuerte movimiento.

De momento Protección Civil no reporta víctimas con motivo del temblor.

El presidente mexicano, Felipe Calderón, aseguró en su cuenta de Twitter que no se han reportado graves daños por el sismo. "No se reportan hasta el momento daños graves por sismo de 6.6 grados según sismológico nacional, epicentro en Ometepec, Gro.", publicó el mandatario, que luego aclaró que el servicio sismológico corrigió el dato de la magnitud y que estimaba era de 7,8.

El temblor interrumpió líneas telefónicas y provocó resquebrajamientos y derrumbes en edificios en la capital. Medios locales indicaron que se han sentido al menos dos réplicas del sismo.

El movimiento telúrico se sintió con gran intensidad en la capital mexicana, donde un puente peatonal se derrumbó y cayó encima de un vehículo que se encontraba vacío.

El gobernador del estado de Guerrero, Ángel Aguirre, dijo que en su entidad hay casas y muros que se derribaron, principalmente en las poblaciones de Huajintepec y Paso del Cuaulote.

"Afortunadamente el reporte que tenemos hasta el momento es que no se ha registrado ningún desceso ni pérdidas humanas, estamos haciendo sobrevuelos en la zona", declaró a medios locales.

Horas de angustia

Personas horrorizadas en las calles, vehículos paralizados, intentos fallidos para comunicarse con sus seres queridos fueron las escenas que se vivieron por más de dos horas en Ciudad de México, una de las ciudades que más fuerte sintió el temblor de magnitud 7,8 que se registró en el estado de Guerrero.

El sismo, con epicentro en el municipio de Ometepec, azotó con fuerza la tranquilidad que les daba a los capitalinos un soleado mediodía.

"La tierra se mueve, está temblando", gritó asustado un conductor del taxi para el que el movimiento no fue ajeno. La ferocidad con que se movió la tierra ocasionó la caída de al menos un puente en el noroccidente de Ciudad de México sobre un vehículo que se encontraba vacío. En Guerrero hasta el momento el reporte es de varias casas y muros caídos.

Destrozos en baños y agrietamiento de las edificaciones también fueron una constante en la capital mexicana, que soportó al menos unas cuatro réplicas que llevaron a la gente a salir nuevamente a las calles.

"No tenemos lesionados ni nadie que haya perdido por fortuna la vida a casusa de este sismo", declaró a medios locales el alcalde del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, al tiempo que dijo que la revisión se hará "edificio por edificio" para determinar los daños.

Los cortes de luz y fallas en los semáforos hicieron que la movilidad en la capital mexicana colapsara por las más de dos horas que se prolongó el pánico en las calles.

Pasados los primeros minutos, personal de Protección Civil supervisó algunos edificios, entre ellos los de las principales entidades públicas del país, como el Senado y los ministerios.

La luz verde para el ingreso a los edificios se hizo piso por piso y a través de parlantes, con los que se indicaba a la gente que ya podía volver a sus actividades laborales.

El ingreso se hizo ordenadamente en los edificios aledaños al emblemático monumento del Ángel de la Independencia de la capital mexicana. Sin embargo, el pánico regresó cuando se vieron los destrozos que causó el terremoto en baños, donde los espejos y trozos de paredes cayeron al suelo.

Y es que aunque los sismos son frecuentes en México, en el país sigue latente el recuerdo del trágico terremoto de 1985, que devastó el país y dejó miles de muertos, un episodio que difícilmente se puede olvidar y que terremotos como el de hoy hacen recordar a los mexicanos la furia con la que puede azotar la tierra la naturaleza.

DPA

Editor: Enrique López