1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Apertura cubana: ¿quedan por el camino los derechos humanos?

Viola Traeder (PK)3 de noviembre de 2015

Grupos disidentes denuncian que las detenciones arbitrarias aumentan en Cuba, pese a la normalización de las relaciones entre La Habana y Washington. ¿Qué papel juegan los derechos humanos en este acercamiento?

https://p.dw.com/p/1Gz9N
Imagen: Getty Images/Afp/Adalberto Roque

Recientemente, Berta Soler, líder del grupo Damas de Blanco, dijo que tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba había "aumentado la represión" contra los disidentes en la isla. El lunes pasado (02.11.2015) la opositora Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) se sumó a las críticas, denunciando un aumento de las detenciones arbitrarias por motivos políticos. En su informe mensual habla de al menos 1.093 arrestos temporales en el mes de octubre.

En un breve mensaje escrito, el Tercer Secretario de la Embajada cubana en Alemania, Alberto Berbes Sainz de la Torre, informó a DW que se trata de “afirmaciones de personas irrelevantes al servicio de la maquinaria de propaganda pagada por el gobierno de Estados Unidos, que parecen estar inconformes ante la perspectiva de pasar a una irrelevancia total”.

“DD. HH. no son prioridad absoluta”

Por su parte, el Dr. Stefan Jost, director de la Oficina de la Fundación Konrad Adenauer (KAS, por sus siglas en alemán) en México, señala que “de facto la situación de los derechos humanos sigue siendo igual de precaria y problemática que antes del 17 de diciembre de 2014”, fecha histórica en que La Habana y Washington confirmaron la reanudación de sus relaciones diplomáticas.

Las Damas de Blanco denuncian un aumento de las detenciones arbitrarias.
Las Damas de Blanco denuncian un aumento de las detenciones arbitrarias.Imagen: Getty Images

Jost sostiene que los derechos humanos no son una prioridad absoluta ni para EE. UU. ni para el régimen castrista. “EE. UU. pretende ampliar su margen de maniobra en América Latina. Cuba, por su parte, está entre la espada y la pared, y necesita éxitos económicos para asegurar la supervivencia de su sistema a corto plazo”, acota en entrevista con DW.

En el marco de la visita del papa Francisco a la isla, en septiembre pasado, la CCDHRN había reportado la “detención preventiva” de más de 350 disidentes. A raíz de estos acontecimientos, Jost considera “probable” un aumento de la represión estatal. El régimen castrista “sigue reprimiendo masivamente a la oposición nacional”. Asimismo, el director de la KAS en México recuerda que, pese al relajamiento de las regulaciones de viaje, el Gobierno cubano aún prohíbe salir del país a importantes disidentes.

“Hay más libertad de expresión”

El Dr. Uwe Optenhögel, director de la Oficina de la Fundación Friedrich Ebert (FES, por sus siglas en alemán) en Bruselas, señala que si bien no puede confirmar las cifras de la CCDHRN, estas le parecen bastante altas. “Me sorprendería que el número de presos políticos estuviese aumentando, puesto que, en el marco de la política de apertura, han sido suspendidas muchas de las reglas de juego que antes estaban vigentes en Cuba”, acota.

Optenhögel afirma que hoy día en Cuba se concede más libertad de expresión que hace un lustro. “Hoy existen ONG que critican bastante abiertamente la situación social en el país o que, por lo menos, la describen abiertamente”, dice a DW.

Un cambio “incontrolable”

Optenhögel, quien también dirigió el Proyecto Cubano de la FES de 2009 a 2013, explica que a nivel oficial no hay una apertura política por parte de La Habana. “El régimen cubano intenta llevar a cabo un proceso de transformación económica sin renunciar al control político, guiándose por los modelos de Vietnam y China. Su prioridad es evitar que el sistema gubernamental se vea afectado por una política de apertura”.

No obstante, el experto de la FES está convencido de que el régimen castrista no va a poder controlar más el proceso de apertura, una vez que haya rebasado un determinado nivel.

Por su parte, Jost insiste en que “el acercamiento entre Cuba y EE. UU. seguirá teniendo una pesada hipoteca mientras que los derechos humanos no figuren en los primeros lugares de la agenda política”.