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Asilo y Assange: ¿desafío diplomático o cortina de humo?

Enrique Anarte
5 de enero de 2021

El presidente mexicano ofreció asilo político al fundador de WikiLeaks, lo cual podría perjudicar la relación bilateral con la Administración de Joe Biden.

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Imagen: Peter Nicholls/REUTERS

México se ha ganado a lo largo de su historia una encomiable tradición de país de asilo reconocida internacionalmente. Su papel, por ejemplo, como refugio de los republicanos que huían de los horrores de la Guerra Civil española y la dictadura franquista ha quedado grabado en la historia de las labores humanitarias.

Sin embargo, cuando el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ofreció el lunes (05.01.2021) asilo político al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, luego de que un tribunal británico fallase en contra de la extradición del periodista australiano a Estados Unidos, pocos pensaron en la tradición humanitaria de México.

Jesús Gallegos, profesor de Política en la UNAM, dice a DW que "para AMLO Assange es un peón dentro del juego de ajedrez que tiene con Estados Unidos”. En unas semanas, el presidente electo del vecino del Norte, Joe Biden, asumirá su cargo y su homólogo mexicano ya ha empezado a marcar posiciones en la relación bilateral.

"No creo que sea el caso central de la relación bilateral, pues hay otros temas que están más arriba en la agenda, como la migración o la energía; pero marca una posición que no facilita llegar a un entendimiento entre ambos Gobiernos”, explica en entrevista con DW Günther Maihold, subdirector del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y Seguridad (SWP).

El mandatario, que pese a todo el ruido inicial ha mantenido una fluida relación transaccional con Donald Trump en la Casa Blanca, ha dado en las últimas semanas señales de querer volver a una política exterior de principios. El caso de Assange, coinciden los expertos consultados, se enmarca perfectamente en esta renovada lógica.

"Este tipo de acciones”, cree el profesor Gallegos, "marca un interés de independencia, de autonomía; AMLO busca posicionarse frente al país vecino”. Algo a lo que, en su opinión, deberíamos acostumbrarnos, ya que considera que "el caso Assange se presenta como un pretexto de los muchos que va a haber en este 2021”.

¿Peligra la relación con Washington?

La pregunta es cuánto puede AMLO tensar la cuerda sin que se rompa, y acabe quizás llevándose un latigazo inesperado. "López Obrador está tratando de establecer cuáles son los límites de la relación bilateral que tiene con Estados Unidos, sobre todo teniendo en cuenta que su apuesta no fue por Biden”, opina Gallegos.

Mexiko I Präsident Lopez Obrador
El caso de Assange "marca una posición que no facilita llegar a un entendimiento entre ambos Gobiernos”, cree Günther MaiholdImagen: Marco Ugarte/AP/picture-alliance

Estados Unidos es el principal socio comercial de México (y viceversa), una interdependencia económica que el presidente mexicano tendrá que manejar para evitar que cualquier jugada diplomática acabe perjudicando a un país al que la pandemia del nuevo coronavirus ya ha golpeado duramente.

La analista internacional Anaís Becker, por su parte, dice a DW que "México ha tenido poco atino con este ofrecimiento”, ya que no se trata de un tema baladí para la política estadounidense. Y advierte de que las consecuencias para la relación bilateral podrían llegar a ser muy graves: "Se podría enfrentar desde a una ruptura de las relaciones diplomáticas o comerciales hasta a sanciones”.

¿Qué debería hacer Assange?

Julian Assange ya tuvo una experiencia latinoamericana durante los casi siete años que pasó en la embajada de Ecuador en Londres. Si AMLO mantuviera su oferta, ¿sería México un lugar seguro para alguien en quien Estados Unidos ha puesto tanto empeño en capturar?

WikiLeaks - Julian Assange, enemigo público

"Me parecería muy ingenuo por parte de Julian Assange aceptar estas consideraciones”, afirma Gallegos. El breve episodio de Evo Morales en territorio mexicano tras su renuncia como presidente de Bolivia en noviembre de 2019 sigue fresco en la memoria del país.

El politólogo agrega: "México tuvo en el pasado una tradición muy resaltable de asilo y refugio, pero que en esta administración cambia en un vaivén, de forma inmediata, es lo que vimos con Evo Morales, cuando se le ofreció asilo y a las pocas semanas se retiró como consecuencia de una negociación”.

"Una cortina de humo”

Lo que a nadie se le pasa por alto es que este 2021 se celebran elecciones federales en México. Es un año, además, en el que el presidente mexicano tendrá que hacer frente a una imagen muy deteriorada, entre otras cosas, por la crisis del COVID-19.

La "ocurrencia” de Assange, como la llama el profesor Gallegos, es a su juicio "una cortina de humo que le permite establecerse frente a este proceso electoral interno”. Él prevé que AMLO busque en los próximos meses más cuestiones de política exterior con el mismo fin: "Todos estos temas le ofrecen un eclipsamiento frente a lo que es fundamental, que son los efectos de la pandemia de coronavirus en el país”.

Maihold también cree que "se trata de un anuncio muy motivado por la imagen internacional: a México le han afectado enormemente las numerosas noticias sobre muertes de periodistas”. Hace justo una semana, un informe de Reporteros sin Frontera situó a México como el país más mortal para los informadores en 2020. "Defendiendo el trabajo de Assange como periodista”, subraya el experto, "AMLO quiere presentar el suyo como un país que resguarda la libertad de prensa”.

En ese sentido, el alemán no se toma muy en serio el ofrecimiento del mandatario mexicano. "AMLO es igual que Donal Trump, le gusta hacer el show cada mañana para acaparar noticias”, critica. "Está jugando para hacerse eco internacional, pero nadie cree que esto sea una opción real”. Para Assange y sus defensores, sin embargo, probablemente no sea un juego.

(few)