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Tensión electoral en Francia

Daphne Grathwohl/ Cristina Papaleo4 de mayo de 2012

La victoria de François Hollande es casi segura, pero Sarkozy sigue intentando ganar votos de la extrema derecha. Y Francia deberá ocuparse urgentemente tras los comicios de encarrilar la economía, dicen expertos.

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Segunda vuelta en Francia: ¿Quién saldrá vencedor?
Segunda vuelta en Francia: ¿Quién saldrá vencedor?Imagen: AP


En las peleadas elecciones presidenciales francesas, cuyo resultado se decide en el balotaje del próximo domingo, lo importante para los candidatos es, sobre todo, obtener los votos de los márgenes del espectro político. Los de la extrema derecha del Frente Nacional, presidido por Marine Le Pen, por ejemplo, que logró obtener casi un 18 por ciento. Algo que no le sirve de mucho, ya que, de acuerdo con el sistema electoral francés, sólo pasan a segunda vuelta los dos vencedores principales de la primera. Pero la extrema derecha apuesta a cosechar mayores éxitos durante los comicios parlamentarios, que se llevarán a cabo en junio de este año.

Marine Le Pen, hija del fundador del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, ya logró su cometido, asegura Etienne François, del Centro Francés de la Universidad Libre de Berlín. Y explica que, aunque el partido modificó su discurso, su orientación sigue siendo la misma.

La derecha como factor decisivo

Sobre todo Nicolas Sarkozy trata de conquistar a la derecha para el balotaje del domingo, ya que necesitaría ganar casi dos tercios de los votos del Frente Nacional para vencer a Hollande, lo cual aparenta ser una tarea casi imposible. En lugar de manifestarse a favor de Sarkozy, Marine Le Pen sugirió a sus adeptos el pasado martes, 1º de mayo, abstenerse de votar por Sarkozy a modo de protesta.

Marine Le Pen recomendó a sus seguidores no votar por Sarkozy.
Marine Le Pen recomendó a sus seguidores no votar por Sarkozy.Imagen: Reuters

Pero Sarkozy sigue intentando ganar esos votos cueste lo que cueste. Si bien excluyó la posibilidad de una cooperación con el Frente Nacional, al mismo tiempo se sirve del discurso de la extrema derecha como caballito de batalla. El ministro francés de Interior, Claude Guéant, ya acordó junto con su homólogo alemán, Hans-Peter Friedrich, una modificación del Acuerdo de Schengen para volver a introducir controles fronterizos en Europa. El tema de Schengen, recurrente en la campaña de Sarkozy, se debe a que “muchos franceses temen a la globalización y a la apertura de las fronteras”, explica Claire Demesmay, que dirige el Programa Francia y se ocupa de las relaciones germano-galas en la Sociedad de Política Exterior, en Berlín. Según la experta, Sarkozy vuelve una y otra vez ese asunto para transmitir a sus electores un claro mensaje: “Europa debe protegernos. No tenemos miedo de Europa, pero como franceses queremos determinar libremente cómo queremos que sea Europa.”

Carencia total de orientación ideológica

Lo más difícil para el presidente francés, dice Claire Demesmay, es que no solo necesita los votos del ala conservadora y los de la extrema derecha, sino también el apoyo de los seguidores del liberal François Bayrou, que “representa a un sector de la población que se interesa por cuestiones políticas y que es por lo general, abierto en lo que respecta a Europa y está a favor de una mayor integración”, dice la politóloga.

Claire Demesmay, experta del Programa Francia, analiza las promesas electorales.
Claire Demesmay, experta del Programa Francia, analiza las promesas electorales.Imagen: DGAP

De hecho, la Unión por un Movimiento Popular, el partido de Sarkozy, aboga por un trabajo conjunto con Bayrou en un claro intento de atraer al electorado del centro del espectro político que apoya el ideal europeo. A eso se suma que Sarkozy se declaró a favor de un pacto europeo de crecimiento a fines de abril, algo que Hollande exige desde hace tiempo. Las volteretas hacia la izquierda y hacia la derecha en el escenario político francés fueron calificadas por el periódico liberal de izquierda Libération de “falta de orientación ideológica”. Y Bayrou, por su parte, se pronunció, finalmente, a favor de François Hollande.

Hollande: ¿un nuevo comienzo para Francia?

François Hollande sigue fiel a su idea de un pacto de crecimiento, algo que también exigen varios países de Europa, y que desde fines de abril también es solicitado explícitamente por el director del Banco Central Europeo, Mario Draghi. “Para Hollande es muy importante contar con una política de control del endeudamiento, así como con el esfuerzo de los países miembros de la Unión Europea en cuestiones financieras”: así describe la posición del candidato socialista el director del Instituto Parisino de Relaciones Internacionales y Estrategia (IRIS, por sus siglas en francés), y asesor del Partido Socialista francés, Jacques-Pierre Gougeon. Pero Europa no solo puede seguir ahorrando, señala el experto, sino que “también debe tomar medidas innovadoras para impulsar el crecimiento económico y el empleo. Y eso es lo que aún no se ha logrado.”

Jacques-Pierre Gougeon, asesor político, a favor del curso de crecimiento que propone Hollande.
Jacques-Pierre Gougeon, asesor político, a favor del curso de crecimiento que propone Hollande.Imagen: IRIS

Según observadores, se teme que Hollande quiera voltear de cabeza la política europea llevada a cabo hasta el momento para enfrentar la crisis. Sin embargo, tampoco él será capaz de cumplir al cien por ciento con las promesas de su campaña electoral, y menos que nada con la renegociación del Pacto Fiscal, opina Claire Demesmay, de la Sociedad de Política Exterior, ya que no será posible renegociar ese acuerdo, que ya fue firmado por 25 países miembros. “No se logrará porque Angela Merkel no lo aceptará. Y ella no es la única. Hay varios países que están en contra de volver a las negociaciones”, dice la experta, y agrega que, seguramente, se podrá conversar acerca de soluciones conjuntas en otras áreas, pero sin llegar a una renegociación.

Sin embargo, el llamado de Hollande a dar forma a un pacto de crecimiento que complemente el Pacto Fiscal parece ser acertada. En la semana anterior a la segunda vuelta electoral en el país galo, el presidente del Eurogrupo –que reúne a los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea- Jean Claude Juncker, también se manifestó a favor de crear medidas adicionales para fomentar la recuperación económica.

“Las agencias de rating están al acecho”

Como ya lo anunciaron varios observadores, en esta campaña electoral francesa no se llegaron a tocar los temas que son verdaderamente urgentes para ese país, como, por ejemplo, la reestructuración de la deuda estatal, el fortalecimiento de la competividad industrial y la lucha contra el desempleo juvenil. Pero a más tardar en junio, luego de las elecciones parlamentarias, Francia se enfrentará con un panorama poco promisorio, pronostica Isabelle Bourgeois, economista y experta del Centro de Investigación e Información de Economía Alemana y Sociedad para las Relaciones Franco-Germanas (CIRAC). “Las agencias de calificación de riesgo están al acecho, y lo que está en juego es la nota AAA de Francia”, explica Bourgeois. Luego habrá que ocuparse de temas que ahora se evita tocar, dice. “Y la cuestión es cómo modernizar a Francia, cómo volver a encarrilar a la economía del país”, plantea la experta.

Adeptos de François Hollande.
Adeptos de François Hollande.Imagen: Reuters

Y Etienne François, del Centro Francés de la Universidad Libre de Berlín se atreve a realizar otra predicción: si Sarkozy saliera derrotado en estas elecciones presidenciales, se supone que para los comicios legislativos de junio habrá muchos diputados a favor del Frente Nacional y también una especie de acuerdo tácito entre los conservadores y el partido de Marine Le Pen. Y esa fuerte representación del Frente Nacional en el Parlamento, señala el experto, no facilitará precisamente las cosas.