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Brasil: fútbol de primera, precios de primera

Fernando Caulyt /ERS29 de octubre de 2013

Las líneas aéreas y la hotelería se frotan las manos, a la espera de hacer grandes negocios con el Mundial 2014. Los notables aumentos de precios que se registran auguran que esta será una fiesta cara para los hinchas.

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Imagen: Monirul Bhuiyan/AFP/Getty Images

Los hinchas nacionales y extranjeros que quieran asistir al Mundial de Fútbol de Brasil tendrán que gastar bastante dinero. Por ejemplo, tendrán que contar con aumentos de hasta el 500 por ciento en los precios de los vuelos. Un vuelo de Sao Paulo a Bello Horizonte, para comienzos de noviembre de 2013, se consigue por poco más de 100 euros. Para el 14 de julio de 2014, día en que se jugará el partido inaugural en Bello Horizonte, el mismo vuelo cuesta casi 570 euros.

Muchos de los 600.000 visitantes extranjeros y 3.000.000 de brasileños que se espera acudan a ver los partidos, utilizarán el avión para recorrer las inmensas distancias entre las diversas sedes. La demanda es enorme y ya hace subir los precios, lo cual preocupa al gobierno. Se teme que Brasil adquiera la imagen de país caro y que no pueda librarse fácilmente de ella al término del Mundial. Por eso, se ha creado un comité especial para sostener conversaciones con representantes de las aerolíneas brasileñas, de la asociación hotelera, la FIFA y la operadora oficial “Match”.

Amenazas gubernamentales

“Estamos seriamente preocupados y sostenemos negociaciones con los múltiples responsables”, señala Flávio Dino, presidente de la organización estatal de turismo brasileña Embratur. “Lo importantes es que la oferta pueda cubrir la enorme demanda”, indicó en conversación con medios de prensa internacionales. Al mismo tiempo, advirtió a las aerolíneas que, si no bajan sus precios, el gobierno podría abrir el espacio aéreo brasileño también a los competidores extranjeros durante el Mundial.

Las alzas de precio de los pasajes aéreos son exageradas, a juicio del director general de la Escuela Superior de Publicidad y Marketing (ESPM) de Sao Paulo, Richard Lucht. “Las alzas actuales superan todas las expectativas”, indica. No obstante, no considera sensato abrir el espacio aéreo a aerolíneas internacionales, porque si un proyecto semejante no se prepara apropiadamente, no servirá a nadie. “Además, es dudoso que los aeropuertos internacionales de Sao Paulo y Brasilia tengan capacidad para un mayor número de despegues y aterrizajes”, apunta.

La asociación de aerolíneas brasileñas ABEAR, que agrupa a las cuatro principales empresas del sector, justificó los altos precios para el período del Mundial remitiéndose a la desproporción entre la oferta y la demanda. Además, rechazó la idea de abrir el mercado interno a las compañías extranjeras, afirmando que eso estaría en contradicción con las prácticas internacionales.

Alojamiento en las nubes

No solo los vuelos, sino también los alojamientos saldrán caros durante el Mundial. Quien quiera pernoctar en un hotel de tres estrellas en Porto Alegre para acudir allí al estadio el 15 de junio, tendrá que desembolsar cerca de 360 euros. Hoy, una habitación cuesta 64 euros.

Entre el 40 y el 50 por ciento de las habitaciones de hoteles en las 12 sedes del Mundial son ofrecidas por la agencia suiza Match, en paquete con entradas para los partidos. La otra mitad está en manos de agencias de turismo y empresas de internet.

“Match ha sellado contratos con 740 hoteles”, indica Enrico Fermi Fontes, presidente de la asociación hotelera ABIH. El gobierno brasileño ha anunciado entretanto que se propone emprender investigaciones contra Match, ante la sospecha de concertación de precios y cobro de tasas abusivas.

Según Fontes, el Mundial ha perdido de todos modos su carácter de evento multitudinario: “Es un evento para unos pocos, no para muchos. No es un evento al que la población tenga acceso abierto. Ese no fue el caso en África, ni en Alemania, ni en ninguna otra parte”.