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"Chávez utiliza a Libia para perfilarse"

4 de marzo de 2011

Sobre la propuesta de mediación de Hugo Chávez para sacar a Libia de su situación de crisis, Deutsche Welle conversó con un experto del Instituto de Estudios sobre el Desarrollo (ISD) de la Universidad de Sussex.

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Abrazo de amigos: Hugo Chavez y Muamar al Gadafi.Imagen: dpa

Mientras continúan los enfrentamientos en Libia, Hugo Chávez afirma que mediará, en una comisión formada por ‘países amigos', con un plan de paz para ese país. Sobre el significado de esta nueva iniciativa de mediación del jefe de Estado venezolano y sus antecedentes, Deutsche Welle consultó al experto alemán Markus Schultze-Kraft, del Instituto de Estudios sobre el Desarrollo (ISD) de la Universidad de Sussex, en Brighton, Inglaterra.

DEUTSCHE WELLE: ¿Es justamente Hugo Chávez el más indicado para terminar con la violencia en Libia y posibilitar que Gadafi pueda escaparse por la puerta trasera?

Markus Schultze-Kraft: Hugo Chávez se ha destacado a menudo en el pasado por impulsar iniciativas que tenían por objetivo intervenir en asuntos internos de países vecinos, como Colombia, con el argumento de contribuir con la paz, con un plan pacificador o una acción humanitaria. La actitud de Chávez en el caso de Libia tiene precedentes y no deberíamos de ninguna manera sobrevalorar este aparente compromiso neutral que él anuncia a viva voz. Yo parto más bien de que, detrás de eso, se esconde un cálculo político muy bien definido.

¿En qué consiste ese cálculo político?

Venezuela, gobernada por Hugo Chávez, es un país que hoy tiene grandes problemas. económicos, sociales y, por supuesto, políticos. Chávez, con su ‘política exterior de provocación', como se la llamó alguna vez, trata de construir un frente antiimperialista, anti- EE. UU., dentro del que se cuentan una serie de Estados, entre los que están Libia, Bielorrusia, y, en Latinoamérica, Cuba, Nicaragua y Bolivia. Para Chávez, Libia tiene una cierta importancia geopolítica. Y dado que Chávez, como dije, gusta de utilizar este tipo de situaciones de crisis para sobresalir en el marco político, creo que su intento de mediar en el caso de Libia se puede interpretar en esa dirección. No quiere perder a un aliado, y, al mismo tiempo, quiere usar la escena política para perfilarse.

¿Piensa que este impulso también es atractivo para Gadafi?

Supongo que, para Gadafi, es más bien una esperanza, ya que las posibilidades de supervivencia del régimen libio son muy reducidas, sea como fuere que termine el conflicto. Pero que Gadafi crea que Hugo Chávez será quien lo saque del atolladero, me parece descabellado.

¿Es este plan venezolano de paz de Hugo Chávez, sea como fuere en detalle, una provocación a los EE. UU., que ya tienen sus barcos apostados en la costa de Libia?

En la política exterior de Hugo Chávez siempre hay un elemento de provocación, y, naturalmente, también siempre un factor de provocación a los EE. UU. En ese sentido, Chávez también trata de demostrar que Venezuela sigue un rumbo político muy diferente al de los EE. UU. y sus aliados occidentales. Eso es lo que él siempre trata de resaltar.

¿En qué basa esta delegación internacional liderada por Hugo Chávez su legitimidad?

No se reflexiona acerca de su legitimidad, ni del lado venezolano, ni del lado de los otros posibles implicados, sino que simplemente se actúa, en el sentido de que es una situación de crisis y se presta a sus fines. “Hay un aliado en dificultades y lo vamos a proteger”, es más o menos lo que transmiten, de modo desafiante. Hacia fuera, se transmite la idea de que Venezuela es una potencia política en el escenario internacional que está en contra del imperialismo y que defiende a los pueblos del mundo. Esa es su retórica, débil y poco convincente.

El Gobierno de EE. UU. tuvo en el pasado muy buenos contactos con Libia, con Gadafi, y luego tenemos a Berlusconi, otro amigo de Gadafi. ¿Qué diferencia a Chávez del Gobierno estadounidense y de Berlusconi? ¿Es Chávez peor que ellos?

Es cierto que hubo relaciones de países europeos y de EE. UU. con Libia, que siempre fueron duramente criticadas y ahora vuelven a serlo, y con mucha razón, ya que se cerraron acuerdos con un jefe de Estado autoritario y antidemocrático. Pero el caso de Chávez es diferente, ya que él maneja el tema como un asunto de política exterior, y porque considera a Libia parte de su frente antiimperialista. Para los países europeos y EE. UU., en cambio, las relaciones con Libia estaban basadas, en primer lugar, en intereses económicos y, en segunda línea, según tengo conocimiento, también en intereses estratégicos. Pero no el marco ideológico que vemos de parte de Venezuela.

Al comienzo de las protestas en Libia se corrió el rumor de que Gadafi se exiliaría en Venezuela. ¿Es esta una posibilidad real, o pondría tal vez en peligro la posición de Chávez en su propio país?

La situación de Chávez es difícil, ya que tiene que vérselas con una fuerte oposición democrática, lo que no le hace nada fácil seguir actuando como un líder autocrático. Y, seguramente, en Venezuela se alzarían voces en contra de que Gadafi se exilie allí, pero es difícil prever en qué medida estas protestas pondrían en peligro la posición de Chávez. Pero sí se puede partir, en general, de que Gadafi podría obtener asilo en Venezuela. Conociendo todo lo que ha hecho Chávez en más de diez años de gobierno, yo no excluiría esa posibilidad.

Entrevista: Tobias Oelmaier

Editor: Pablo Kummetz