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China busca redefinir su estrategia contra las infecciones

Thomas Kohlmann
21 de enero de 2022

Poco antes de los Juegos Olímpicos de Pekín, los brotes de ómicron aumentan en China. El gobierno sabe que, si fracasa en contener los contagios, las consecuencias serían enormes y se sentirían en todo el mundo.

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China, Xian
Imagen: Shao Rui/Xinhua News Agency/picture alliance

El nuevo enfoque se llama "Dynamic Clearing". Este es el término de moda que los gestores estatales de pandemias de China están utilizando para describir su estrategia para contener los brotes regionales del coronavirus. Lo que se traduce en español como "eliminación dinámica" podría, según los observadores chinos, anunciar un posible cambio en la política de Pekín en materia de coronavirus, centrada hasta ahora en la estrategia "cero COVID". 

Los dirigentes de Pekín saben que un fracaso en la gestión de la pandemia amenaza con provocar disturbios sociales y económicos, no solo en China, sino en todo el mundo. La interrupción de las cadenas de suministro se convertiría en una situación permanente en China debido a nuevos confinamientos y la caída del consumo interno haría que el crecimiento económico de la República Popular fuera aún menor. Un escenario de horror para muchos socios comerciales.

Ejemplo de Xian

Los dirigentes chinos ya empezaron a intuir cuán tensa podría llegar a ser la situación cuando los enfadados habitantes de la metrópolis central china de Xian denunciaron en las redes sociales las duras medidas de confinamiento de las autoridades.

Se produjeron cuellos de botella en el suministro de alimentos para las personas en cuarentena doméstica, a las que ni siquiera se les permitió salir de sus apartamentos para ir a comprar. También hubo acusaciones de que incluso mujeres embarazadas habían sido rechazadas en los hospitales de Xian y habían sufrido abortos como consecuencia de ello.

Baja eficacia de las vacunas chinas contra ómicron

Mientras tanto, en China también se discute el hecho de que las vacunas desarrolladas en el país son poco eficaces contra la variante ómicron. Incluso Gao Fu, jefe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China, lo admite: "Nuestras vacunas sirven contra ómicron, pero su eficacia es muy limitada".

Xian: confinamiento para 13 millones de personas, a pesar de que solo hay un número de infecciones de tres dígitos
Xian: confinamiento para 13 millones de personas, a pesar de que solo hay un número de infecciones de tres dígitos Imagen: Shao Rui/Xinhua/AP/dpa/picture alliance

Los chinos se encuentran así ante un dilema. Debido a la política de "cero COVID", solo muy pocos chinos se han infectado con el coronavirus. Así, la mayoría de los 1.400 millones de ciudadanos no tienen prácticamente ninguna inmunidad contra la variante ómicron.

El veredicto de los analistas del Eurasia Group, un think tank neoyorquino que asesora a Wall Street y enumera los diez principales riesgos para la economía mundial cada mes de enero es, por tanto, inequívoco: "Dos años después de que el virus comenzara a extenderse en China, la pandemia sigue causando estragos.... y la que ha sido la política más exitosa en la lucha contra el virus se ha convertido en la menos exitosa".

A la espera de la vacuna china de ARNm

Esto también hace estallar como una pompa de jabón la narrativa de los líderes en torno a Xi Jinping de que la gestión de la pandemia de China es superior a la de Occidente. Tener que admitir ahora que la única manera de hacer frente a la variante ómicron es con la ayuda de las vacunas de ARNm de BioNTech o Moderna supondría un grave desprestigio para los dirigentes chinos y, según los estándares asiáticos, un castigo máximo. 

Los expertos del Eurasia Group creen que el abandono de la política de "cero COVID", que el jefe de Estado, Xi Jinping, en particular, ha citado repetidamente como un brillante ejemplo de la superioridad de China para hacer frente a la pandemia, solo llegará cuando se aprueben y estén disponibles las vacunas de ARNm patentadas desarrolladas en China. "Entonces China podrá cambiar de rumbo" 

Impensable en China: uso de la vacuna de BioNTech/Pfizer en Bangkok.
Impensable en China: uso de la vacuna de BioNTech/Pfizer en Bangkok.Imagen: Vichan Poti/picture alliance/Pacific Press

Sin embargo, Thomas Hale, politólogo de la Universidad de Oxford, advierte que un cambio de rumbo no sería tan fácil de comunicar a la población china: "Cuando llegue el momento, la transición (hacia otra estrategia) podría no ser fácil, porque la sociedad china se ha acostumbrado a niveles bajos de infección".

Sin embargo, nadie sabe cuándo se aprobará la vacuna de ARNm desarrollada por las empresas Walvax Biotechnology y Suzhou Abogen Biosciences. El refuerzo para los chinos que han sido inmunizados con las vacunas Sinopharm y Sinovac hasta ahora solo se ha probado en ratones.

La realidad supera a la estrategia

Singapur, Nueva Zelanda y Australia ya han abandonado hace meses su anterior política de "cero COVID". ¿Cómo decidirá China? Hasta ahora, los medios de comunicación controlados por las autoridades han informado de que la variante ómicron fue introducida principalmente por viajeros del extranjero e incluso por correo, por ejemplo desde Canadá. Pero, mientras tanto, también se están conociendo casos que ponen cada vez más en duda esta teoría.

Dependiendo de la fuerza que adquieran los próximos brotes de ómicron en China, se determinará qué ocurrirá a continuación. Después de los Juegos Olímpicos, a más tardar, se verá si la gente sigue creyendo que China puede blindarse contra ómicron.

(gg/ms)