China, la nueva superpotencia
29 de abril de 2016
Desde la Revolución de Xinhai en 1911, que elevó a Sun Yat-sen al poder, hasta la muerte de Mao Zedong en 1976, China logró liberarse del control de las potencias occidentales que, desde la Guerra del Opio, mantenían ocupadas amplias zonas del país. El 1 de octubre de 1949 Mao Zedong proclamó la República Popular China y erigió un Estado comunista. Los primeros años de la joven república estuvieron ensombrecidos por la guerra de Corea, en la que China intervino en octubre de 1950 y en que la murieron un millón de soldados.
El Gran Salto Adelante
En 1958 el gigante asiático emprendió el Gran Salto Adelante, una campaña que tenía como objetivo utilizar al campesinado para transformar el país. Durante este proceso una gran hambruna azotó China y costó la vida a entre 15 y 45 millones de personas. Cuando el país había alcanzado su punto más crítico, en 1961, se estableció un programa de emergencia que evolucionó hasta convertirse en un modelo económico que contradecía el concepto de Mao. A primera vista, el programa resultó un éxito, pero a largo plazo aumentó aún más las diferencias entre ricos y pobres.
La Revolución Cultural de Mao
En 1966 y hasta su muerte en 1976, Mao Zedong impuso la Revolución Cultural para mejorar la situación en el Estado y la sociedad. Al principio la población aceptó las medidas de buen grado, pero con el paso de los años, los movimientos de masas organizados se convirtieron en actos de asistencia obligatoria.