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Peluquerías podrán abrir, el resto espera las ayudas

Sabine Kinkartz
12 de febrero de 2021

A partir de marzo, los peluqueros pueden volver a trabajar. El comercio minorista y la gastronomía, en tanto, permanecerán cerrados. Faltan perspectivas concretas de apertura y la ayuda financiera llega con cuentagotas.

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Deutschland | Coronavirus | Symbolbild Lockdown Friseur Salons
Imagen: Frank Hoermann/SvenSimon/picture alliance

Un anticipo de 5.900 euros es lo que ha recibido hasta ahora el gastrónomo berlinés Vincenco Berenyi, la ayuda económica estatal prometida. "Seguimos esperando unos 30.000 euros más", dijo el propietario de la vinoteca Kurpfalz Weinstuben a DW.

Como toda la gastronomía alemana, los locales de copas también están cerrados desde el 1 de noviembre pasado. "Vivimos de nuestras reservas y de las ventas fuera del local. La situación es difícil", lamenta Berenyi.

¿Por qué no fluye el dinero?

No solo los restauradores se quejan de que el dinero prometido no fluye. A principios de este mes febrero, los peluqueros de Baviera pidieron ayuda al Bundestag y al parlamento regional de Múnich, porque la mayoría de los salones han recibido hasta ahora un apoyo gubernamental de "0 céntimos".

Aunque los 80.000 salones de peluquería en Alemania pueden reabrir el 1 de marzo, la pregunta sigue siendo por qué los extensos programas de ayudas estatales solo llegan a las empresas a cuentagotas. El Gobierno destinó más de 81.000 millones de euros solo para la yuda financiera directa, que no tiene que devolverse al Estado, pero en realidad solo habían sido transferidos 21.000 millones de euros hasta principios de febrero.

Demasiada burocracia y problemas digitales

Hay varias razones que lo explican. La llamada Ayuda Provisional II expiró a finales de diciembre. Los peluqueros, pero también los minoristas que tuvieron que cerrar a mediados de diciembre y solicitaron dicha ayuda, tuvieron que demostrar una pérdida de al menos el 30 por ciento de sus ganancias. La mayoría no pudo demostrarlo, porque trabajaron hasta dos semanas antes de Navidad, antes del confinamiento.

Luego se creó la Ayuda Provisional III, pero no fue posible solicitarla durante semanas. Primero hubo una disputa con la Comisión Europea sobre la cantidad máxima de dinero que se debería pagar a cada empresa. Luego, los ministerios involucrados debatieron, entre otras cosas, sobre la cantidad que las tiendas de moda podían facturar por sus productos de temporada no vendidos. Sin embargo, el mayor problema fue la plataforma en línea para enviar solicitudes, que primero tuvo que configurarse y luego no funcionaba.

Angela Merkel y los ministros Olaf Scholz (abajo) y Peter Altmaier (arriba)
Hasta la canciler critica la lentitud de las ayudas financieras. En la imagen, los ministros Peter Altmaier (con mascarilla) y Olaf Scholz (abajo, sin mascarilla)Imagen: John MacDougall/AFP

Críticas al ministro de Economía alemán

"Se prometió una bazuca, pero actualmente sigue siendo una honda sin piedra", criticó el jefe de gobierno bávaro, Markus Söder, poco antes de que la plataforma para las solicitudes de ayuda se activara finalmente el 10 de febrero. El ministro alemán de Economía, Peter Altmaier, que ahora está siendo criticado por sus propias filas, prometió que las ayudas fluirían a partir del 15 de febrero. La semana que viene, este político de la CDU quiere reunirse con representantes de 40 asociaciones empresariales para debatir cómo se llevarán las cosas a cabo.

No solo en la gastronomía, sino también en el comercio, el turismo y el resto de empresas cerradas, la situación está que arde. Con algo de envidia se mira a los peluqueros: "Estamos más que decepcionados", dijo el director de la Asociación Alemana de Comercio (HDE), Stefan Genth, tras la decisión de la canciller y de los primeros ministros de extender las restricciones hasta el 7 de marzo.

La mitad de los minoristas ante la ruina

Muchos minoristas se encuentran en una situación desesperada. Cada día de ventas perdidas por el confinamiento les cuesta una facturación de alrededor de 700 millones de euros.

Hay alrededor de 350.000 minoristas en Alemania. Los que venden alimentos, medicinas y similares han podido seguir trabajando. Pero Alrededor de 200.000 negocios están cerrados. Más de la mitad de ellos ve su existencia amenazada y ya es previsible que no sobrevivirán el 2021 si no se realizan mejoras financieras, dice el jefe de HDE, Genth.

¿Demandas contra el confinamiento?

20 marcas importantes de ropa, como Hugo Boss y s. Oliver, de calzado, como Deichmann, y la cadena de librerías Thalia, han formado una alianza de protesta. Quieren "finalmente ser escuchados por los políticos", se queja el jefe de s. Oliver, Claus-Dietrich Lahrs, en nombre de las empresas, quen exigen una compensación por las pérdidas.

Las otras industrias también quieren que se les escuche y para ello se proponen hacer más presión. La Asociación de Minoristas en Alemania asume que los empresarios presentarán una demanda contra el confinamiento prolongado en los tribunales.

(rmr/ers)