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Confrontación en Jerusalén deja tres muertos y 400 heridos

21 de julio de 2017

El conflicto se inició después del rezo del viernes. Los palestinos manifestaron su molestia por las nuevas medidas de seguridad israelitas para entrar a orar en la explanada de las Mezquitas.

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Jerusalem Tempelberg Unruhen Polizei Protest
Imagen: Reuters/A.Awad

Las nuevas medidas de seguridad instaladas por la autoridad israelita en el acceso a la Explanada de las Mezquitas en la Ciudad Vieja de Jerusalén generó la molestia de los palestinos que se congregan a orar en ese lugar. Los detectores de metales y torniquetes para entrara al lugar sagrado son vistos como una agresión a los musulmanes, algo que el Gobierno de Netanyahu niega, justificando la acción adoptada debido al atentado del pasado viernes (14.07.2017), en el que murieron dos policías israelíes.

Los palestinos se organizaron para enfrentarse a la policía israelí una vez terminado el rezo del viernes, para esto se congregaron en masa en las cercanías del lugar, ya que por temor a disturbios, las autoridades israelíes sólo permitieron hoy (21.07.2016) acceder al lugar a los palestinos mayores de 50 años y a las mujeres.

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Tras concluir el rezo, la policía dispersó a la multitud reunida en el distrito empresarial de Jerusalén Este y en los puestos militares con granadas de gas lacrimógeno y balas de goma. La Policía israelí aseguró que la respuesta fue provocada por las multitudes de palestinos que atacaron con piedras a miembros de la Policía tras la oración. El resultado final, hasta ahora es de tres palestinos muertos y 400 heridos, muchos de los cuales están con riesgo vital.

La escalada de tensión hizo que el presidente palestino, Mahmud Abbas, pidiera a Estados Unidos una intervención inmediata. En una conversación telefónica con el enviado especial estadounidense a la zona, Jared Kushner, Abbas pidió la retirada de los detectores de metal que Israel instaló en las entradas del lugar sagrado. El presidente estadounidense, Donald Trump, "debe intervenir de inmediato para obligar a Israel a dar marcha atrás en las medidas adoptadas en la mezquita de Al Aqsa", pidió Abbas. La situación es "muy crítica" y en caso contrario, puede quedar fuera de control, alertó.

El presidente palestino interrumpió un viaje al extranjero debido a la crisis. Está previsto que la cúpula palestina se reúna en una sesión de urgencia para deliberar sobre la situación. Por su parte, el líder del movimiento islámico Hamas, Ismail Haniya, hizo desde la Franja de Gaza un llamado a los líderes musulmanes y árabes a cumplir sus obligaciones de proteger los lugares sagrado en Jerusalén, mencionando especialmente al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y al rey Abdulá II de Jordania, que dirigen respectivamente la Organización de la Cooperación Islámica (OCI) y la Liga de Estados Árabes, que deben supervisar los lugares sagrados del islam.

La explanada conocida como "Haram al Sharif" (Noble Santuario), donde se erigen la mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca, es sagrada para los palestinos pero también para los judíos, que la denominan Monte del Templo. El rezo se realiza en el Muro de los Lamentos, el muro occidental que sobrevive de lo que fue el Templo de Jerusalén.

MN (dpa, ap)