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Coronavirus: ¿Por qué Alemania ya no es un modelo a seguir?

Sabine Kinkartz
7 de diciembre de 2020

Alemania está apostando por la estrategia de confinamiento suave en la segunda ola de la pandemia de coronavirus, pero parece que no funciona. Cada vez más personas mueren a causa del COVID-19.

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Deutschland Coronavirus Schild Maskenpflicht
Imagen: Martin Meissner/AP Photo/picture alliance

A principios de noviembre todos los restaurantes, cafés y bares cerraron para evitar el avance del coronavirus. También los teatros, cines, gimnasios y demás centros de ocio. Las tiendas, sin embargo, están abiertas, al igual que las escuelas y los jardines de infancia.

¿Sin diversión, sin distracción? No hay mercados navideños este año, pero los ingeniosos dueños de restaurantes encontraron una manera de lograr ingresos: "vino caliente con especias para llevar", todo un éxito en muchas ciudades alemanas. Éxito, según cómo se mire.

Una idea fuera de control

En algunas ciudades, incluida Berlín, se han instalado puestos individuales, que atraen a las masas. A más tardar cuando el alcohol surte efecto, ya no se respetan las distancias de seguridad en las colas, a veces, largas. Mucha gente incluso se niega a irse del lugar, sabiendo que está prohibido quedarse delante del punto de venta. En muchos casos, los agentes del orden público y la policía ya han tenido que intervenir. En Baviera, donde hay muchos casos de coronavirus, se prohibirá servir alcohol al aire libre a partir del miércoles.

Pero Baviera no solo ha accionado el freno de emergencia para acabar con la venta de vino caliente para llevar al aire libre, sino que también ha impuesto otras restricciones más estrictas a sus ciudadanos. Algo similar ya se está planeado en Baden-Württemberg y Sajonia.

Gente en Berlín en los puestos de vino con especias.
Gente en Berlín en los puestos de vino con especias.Imagen: Fabian Sommer/dpa/picture alliance

Angela Merkel, con las manos atadas

En Alemania, la protección contra infecciones es un asunto de los 16 estados federados. Los gobiernos locales determinan de forma independiente qué está permitido o prohibido. El gobierno en Berlín tiene poca influencia. La canciller, que es una defensora de las medidas estrictas, se ha reunido con los primeros ministros varias veces, han debatido acaloradamente durante mucho tiempo, pero al final Merkel siempre ha tenido que admitir su derrota.

Como resultado, las medidas y las regulaciones por el coronavirus son diferentes a nivel regional y, en algunos casos, extremadamente contradictorias. El último ejemplo: la relajación de restricciones de contacto para Navidad por parte de la canciller y los primeros ministros. En Berlín, ya han echado abajo el plan por el alto número de contagios, pero, por otro lado, la capital aprobó un domingo de compras en adviento el fin de semana. Miles de berlineses salieron a las principales calles comerciales de la capital.

Olaf Scholz, ministro de Finanzas.
Olaf Scholz, ministro alemán de Finanzas, planea aumentar la deuda en 2021: 1.800 millones de euros.Imagen: Michael Kappeler/dpa/picture alliance

La estrategia alemana no funciona

Las cifras de contagios en Alemania son "motivo de preocupación", dijo el lunes el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, en Berlín: "Están muy lejos del cambio profundo que esperábamos".

En la pandemia de coronavirus, Alemania está lejos de ser el país modelo que fue en la primera ola en primavera. Si el número de contagios alcanzó un máximo de 6.000 por día en primavera, actualmente es casi cuatro veces mayor. Actualmente, más de 4.000 pacientes con COVID-19 están siendo tratados en unidades de cuidados intensivos. En primavera, el máximo fue de alrededor de 2.850. En toda Alemania hay entre tanto una media de solo tres camas de cuidados intensivos disponibles por hospital.

Ya casi nadie se asombra por la cifra de muertos

"No podemos aceptar el elevado número de muertes en Alemania", dice el primer ministro de Baviera, Markus Söder. Pero parece que el elevado número de muertos ya no es alarmante para nadie. Los psicólogos conocen este fenómeno, lo llaman habituación.

¿No sería mejor si en Alemania se impusiera un confinamiento total, como en los países vecinos? Para el país y la política tendría consecuencias nefastas, porque la economía se resentiría mucho y habría que crear nuevo paquetes de ayudas. Alemania ya tiene nuevas deudas de alrededor de 1.600 millones de euros y para 2021, se han planeado créditos por valor de 1.800 millones de euros. Cifras que no serían suficientes si el país estuviese totalmente confinado.

Queda por ver si Alemania podrá controlar el alto número de contagios con restricciones moderadas. El portavoz del gobierno asegura que podría haber reajustes en cualquier momento.

(rmr/ers)