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Costa Rica llevó a Holanda a los penales, pero no bastó

6 de julio de 2014

El duelo táctico planteado en el Estadio Fonte Nova de Salvador de Bahía terminó con un 0-0 que debió ser sentenciado desde los 11 metros.

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Imagen: Getty Images

Costa Rica cayó en su ley. El partido jugado este sábado (05.07.2014) en el Estadio Fonte Nova de Salvador de Bahía era una apuesta riesgosa, donde los técnicos sabían que se jugaban todo o nada. Los centroamericanos jugaron a mantener el empate, mientras Holanda hacía el gasto. En esa disputa táctica, los dirigidos por Jorge Luis Pinto salieron vencedores. Pero Louis van Gaal tenía en la banca una sorpresa: el portero Tim Krul, que detuvo dos penales. El 0-0 de los 120 minutos se rompió con un 4-3 a favor de los europeos, gracias a dos atajadas del guardametas. Y al final fue Van Gaal el exitoso.

Holanda fue, en el trámite regular del partido, mucho más que Costa Rica. Eso debe quedar claro de antemano. Fueron sus jugadores los que se generaron la mayor cantidad de opciones de gol, convirtiendo en estrella al portero costarricense, Keylor Navas. Pero Holanda lo sabe muy bien: los partidos se ganan, no se merecen. Y en esa lógica da lo mismo si el público apoya al contrario, si la pelota se niega a entrar o la cantidad opciones desperdiciadas.

Holanda comenzó jugando al contragolpe, aprovechando la velocidad de Arjen Robben (que ha hecho del arte de lanzarse al piso una profesión muy rentable) y a Robin van Persie. Luego se hizo evidente que Costa Rica no estaba en condiciones de generar mucho daño, pese a los tímidos intentos desplegados por el solitario Joel Campbell, y los naranjas se lanzaron al ataque. Y en los minutos 21, 28 y 38 Navas salvó a su portería de caer. Repetiría la experiencia otras tantas veces en el segundo lapso.

Un as bajo la manga

En algún momento del partido, Costa Rica decidió aguantar el empate a cero y poner todas las esperanzas en la ronda de penales. Y, claro, si por fortuna algún contragolpe terminaba en gol, pues a celebrar. Pero las ocasiones de marcar que se generó el equipo dirigido por Pinto fueron escasas y poco profundas. Un centro por ahí, un intento solitario sin destino de Campbell primero, de Marco Ureña después. No mucho más.

Pero jugar solo contra la defensa de Holanda es demasiado esfuerzo para cualquier delantero. De cualquier modo, contar con Keylor Navas en el pórtico es siempre una garantía. El arquero costarricense paró todo cuanto llegó a su área, y cuando él no pudo, el vertical una vez y el horizontal en otras dos lo ayudaron. No se puede ser súper héroe sin contar con algún cómplice, y Navas lo tuvo.

Las oportunidades de gol estuvieron casi siempre en los pies de los naranjos (Robben, Van Persie, Sneijder, básicamente). Para muestra, un botón: el primer lanzamiento de esquina para los centroamericanos fue en el minuto 115. Más: Holanda tuvo el balón el 65 por ciento del tiempo, su arquero no recibió ningún disparo (hasta el cuasi gol de Ureña en el minuto 116 que pudo haber cambiado la historia), mientras que Navas atrapó una decena de zapatazos.

A segundos de que concluyera el segundo tiempo de alargue, Van Gaal sacó al arquero Jasper Cillessen y puso a Tim Krul. Era su carta bajo la manga. El provocador suplente molestó a los ejecutadores centroamericanos, y atajó los disparos de Ruiz y Umaña, suficiente para convertir en héroe al arquero suplente y para que Holanda pase a semifinales y enfrente a Argentina.

Diego Zúñiga

Krul celebra. Costa Rica queda fuera.
Krul celebra. Costa Rica queda fuera.Imagen: Reuters