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Crisis financiera llegó a los medios alemanes

Daniel Martínez24 de noviembre de 2008

La palabra crisis se encuentra a diario en las primeras páginas de los periódicos alemanes, lo que pocos saben es que ya no es sólo un tema sobre el cual los periodistas reportan.

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Un bávaro lee el Süddeutsche Zeitung, uno de los diarios más importantes en lengua alemana.Imagen: picture-alliance / dpa/dpaweb

La crisis se tomó sus redacciones, y los medios impresos no sólo informan sobre crisis financieras ajenas, también la viven en su cotidianidad.

Medidas de austeridad, recortes de personal y reestructuración, son materia de discusión en las principales editoriales de Alemania, que se han visto obligadas a despedir a cientos de periodistas, a cerrar publicaciones y a fusionar varias de sus ediciones regionales.

En manos de portales especializados

La crisis se siente en todos los segmentos de los medios de comunicación: agencias de noticias, canales de televisión, y, en especial, diarios y revistas. Una de las explicaciones se encuentra en la pérdida de la competencia contra Internet en materia de pequeños avisos de compra y venta de bienes inmobiliarios, automotores y de oferta de empleo, hoy en gran parte en manos de portales especializados; en tanto que las grandes campañas publicitarias, producto del turbulento año financiero en esos sectores, fueron reducidas o postergadas.

Como medidas de reacción los impresos han tomado la decisión de unificar sus actividades en modernos "salones de noticias" o "redacciones centrales" cerrando dependencias periféricas, y recortando personal. Dos ejemplos que ilustran la situación son el del canal de televisión privado Sat1, que mueve sus actividades de Berlín a Múnich dejando tras de si a 225 de sus empleados; y el grupo editorial WAZ, que publica los diarios Westdeutsche Allgemeine Zeitung y Westfälische Rundschau, anunció el desmonte de 300 puestos, un tercio del total de su planta laboral de personal.

En algunos casos simplemente se optó por sacar de circulación publicaciones completas como ocurrió con "Park Avenue", una revista con temas de sociedad de la editorial G+J, empresa que en 2008 muy probablemente registrará perdidas aproximadas a los 10 millones de euro y más de 100 trabajadores cesantes. El mismo destino, según se especula, le esperaría a la versión alemana de la famosa "Vanity Fair" de Condé Nast.

Buenos, pero sin clientes que los compren

"No es fácil comunicarle a la gente su despido. Especialmente difícil es cuando se tiene un buen producto periodístico que financieramente no funciona" declaró al programa Zapp del canal NDR el jefe alemán de G+J, Bernd Bucholz. Allí mismo el gerente del grupo WAZ, Bodo Hombach, justificó las medidas diciendo: "no podemos asumir los costos de una mala organización; sólo periódicos financieramente exitosos pueden garantizar su función social".

Pero esa tampoco parece ser la respuesta, pues incluso en diarios como el tradicional Süddeutsche Zeitung, cuyo tiraje y circulación ha ido en aumento hasta alcanzar el récord de 440.000 ejemplares vendidos en un día, también se prevén reformas sustanciales para incrementar el rendimiento.

Hace un par de meses el periódico abandonó su histórica sede en el corazón de Múnich (al igual que su vecino Abendzeitung), para ocupar nuevas instalaciones en las afueras de la ciudad. Su antiguo espacio arquitectónico, uno de los bienes inmuebles más costosos de Alemania, lo llenará ahora un proyecto de apartamentos y oficinas de lujo. l trasteo no fue la única novedad para la redacción; la renuncia al largamente planeado proyecto de publicar una edición dominical y el rumor de un plan de ahorro de hasta 15 millones de euro, con su consecuente recorte en el recurso humano, lo acompañaron.

Y así, a lo largo de Alemania, la crisis financiera de los medios de comunicación se sufre al interior de las redacciones, donde el periodismo se desnuda como un negocio más, que, como todos los otros, debe arrojar dividendos o pagar el precio de su escasa rentabilidad.