Critica obispo de Ratisbona la superficialidad de la información sobre Ratzinger

La catedral de Ratisbona acogió hoy una misa solemne en honor de Benedicto XVI, vinculado a esa ciudad bávara por motivos familiares y profesionales, en la que el obispo Gerhard Müller arremetió contra la 'superficialidad' de la información sobre Joseph Ratzinger.

'Me pone de los nervios', dijo literalmente el obispo en su omilía, la 'terrible' información que se difunde sobre Ratzinger en los diarios y en la televisión', donde se le ha criticado a menudo por conservador y dogmático. Dijo que la prensa informa de forma 'infantil' sobre el Papa, quien 'no es conservador, sino fiel a la verdad', y no se dirige ni en contra ni a favor de intereses determinados, señaló. En un tono progresivamente airado, el obispo atacó a los 'fósiles del 68', en referencia a los simpatizantes de ese movimiento estudiantil del mayo de 1968, algunos de cuyos representantes son ahora miembros del gobierno germano.

Con ello, el obispo hizo suya la retórica de la oposición conservadora en Alemania en sus críticas a un gobierno que, sin embargo, se ha cuidado mucho de pronunciarse negativamente sobre Joseph Ratzinger, aunque es cierto que la alegría por su elección está siendo más palpable en las filas cristianodemócratas. La prensa viene hablando de Ratzinger como el 'gran inquisidor' y´el 'cardenal acorazado', apelativos tan corrientes en Alemania que él mismo se ha defendido contra ellos en televisión. Müller apeló a los medios informativos a 'conectar sus cerebros' y 'discutir con teólogos' antes de informar sobre el nuevo Papa de la forma 'monótona' como lo están haciendo hasta ahora.

El obispo recordó la impresión que le produjo en 1967, al iniciar sus estudios, la lectura del libro de Ratzinger 'Das Wesen des Bistums' ('La esencia del obispado'), que para él transmite la idea de que 'el amor y la verdad' son los fundamentos del cristianismo. Ratzinger está muy vinculado a la ciudad de Ratisbona, puesto que fue vicerrector de su Universidad entre 1969 y 1977 y sigue visitándola habitualmente, porque su hermano Georg, de 81 años, asimismo religioso, reside allí.