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¿Prohibido estudiar en Alemania?

10 de mayo de 2011

Becas que se pierden, rebaja de beneficios, incompatibilidad de fechas, insólitos rankings que dejan fuera a prestigiosas universidades... Numerosos obstáculos dificultan la llegada de estudiantes chilenos a Alemania.

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Camila Cortez, Secretaria Ejecutiva de Becas Chile, dice que el organismo busca asegurar la excelencia de los proyectos de estudio.Imagen: Becas Chile

Parece que el prestigio y la historia no bastan. Buscando excelencia académica, Becas Chile, institución estatal encargada de la administración y entrega de fondos para estudios de postgrado en el extranjero, exige que la universidad de destino esté entre las 150 mejores de los rankings de Shangai, Time o QS. Lo insólito es que en estas listas figuran casi exclusivamente instituciones de Estados Unidos e Inglaterra y las prestigiosas universidades alemanas casi no aparecen.

La conocida Universidad Humboldt, por ejemplo, que con orgullo ha exhibido entre sus profesores o alumnos a notables personalidades como el mismo Alexander von Humboldt, Max Planck, Albert Einstein y Karl Marx... no está entre las top 150. “No sólo esta universidad, todas las universidades alemanas, excepto cinco (si se hace caso al índice Times) o diez (si al índice Shangai), están vedadas para los candidatos a Becas Chile”, explica en un artículo Joaquín García-Huidobro, Profesor de Filosofía de la Universidad Los Andes. Con algo de ironía y mucha asertividad, cuestiona la medida bajo el provocador título de “Prohibido estudiar en Alemania”.

Feria Europosgrados - Friedrich-Schiller Jena University
Con 19 stands estuvo representada la oferta académica alemana en la Feria Europosgrados en Santiago, Chile.Imagen: DAAD-Chile

Las becas para estudios de posgrado han servido para que muchos chilenos se formen en el extranjero y regresen a aplicar lo aprendido y contribuir con el país. Durante el Gobierno de Michelle Bachelet se amplió el número de becas y se buscaron sistemas más objetivos para medir la calidad del postulante y sus estudios, evitando que se repitieran casos que favorecieron a amigos o parientes de funcionarios. El 2009 postularon más de 6.500 personas y se adjudicaron 1.847 becas, 600 más que el año anterior. Continuando en esa línea, la actual administración incorporó el sistema del “top 150” de los citados rankings.

“Para que nuestros becarios puedan realmente volver a retribuir a nuestro país, tenemos que lograr que efectivamente se vayan a los mejores destinos del mundo”, explica Camila Cortez, Secretaria Ejecutiva de Becas Chile. Un fin entendible. Sin embargo, los críticos señalan que la metodología para confeccionar estos rankings es parcial y limitada.

El Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD) en Santiago, Chile, lo confirma: “Desde un principio hemos recomendado a Becas Chile flexibilizar este criterio de selección y tratar de encontrar una alternativa, ya que las críticas internacionales hacia estos rankings son bien conocidas y respaldadas. Ellos favorecen a las universidades que provienen de países de habla inglesa y no incluyen a los centros de investigación extrauniversitarios, como los institutos Leibniz, Max Planck o Fraunhofer, entre otros”.

Además, la presencia de premios Nobel o las publicaciones en inglés-factores que dan puntaje en estos rankings- no son criterios aplicables a todas las áreas del conocimiento. Así, quedan fuera importantes destinos. También es posible que una universidad se encumbre en los rankings por el camino de traducir al inglés sus publicaciones, aún cuando no sea una institución tan sólida. Pero el mayor peligro es que estas listas sean tomadas como verdad absoluta, cerrando oportunidades a los estudiantes.

García-Huidobro lo ejemplifica: “¿Es usted sociólogo y quiere irse a Bielefeld a estudiar a Luhmann, padre de la sociología actual? Pues entonces consígase el dinero, porque con Becas Chile no podrá hacerlo. ¿Es usted filósofo y quiere doctorarse en Kant con el presidente de la Sociedad Kantiana, en la Universidad de Tréveris? Tampoco podrá con dineros fiscales”.

La polémica ha ido en aumento en los sectores universitarios. Algunos opinan que Chile está centrando su mirada en el mundo anglosajón y que busca privilegiar estudios relacionados con sectores productivos, la economía y las ciencias, en desmedro de las humanidades, tradicionalmente asociadas a Europa. No obstante, la calidad de las carreras de ingeniería en Alemania es bien reconocida a nivel mundial. Los más suspicaces ven en esta medida una forma de favorecer a ciertos países, como Estados Unidos, desde donde llegan fondos para programas de educación.

Un dato interesante es que en Estados Unidos e Inglaterra los costos de la educación superior son altísimos y poco accesibles incluso para las personas de esos países. Se dice que los pagos de los becados extranjeros sirven para que la universidad pueda becar a sus propios alumnos. En tanto, en en la gran mayoría de los estados de Alemania no hay aranceles, solamente se paga la matrícula, y los estudios son gratis.

Feria Europosgrados - DAAD
Más de 8.000 personas asistieron a la Feria Europosgrados para informarse sobre las posibilidades de estudios en Alemania y otros países.Imagen: DAAD-Chile

Un desconcertado estudiante reclama: “No conozco el ranking de la universidad a la que postulo, porque no sé dónde encontrar información que realmente sea 100% creíble y que no sea sólo un ranking con fines de marketing en el gran negocio de los posgrados”.

Feria Europosgrados

En medio de la polémica, se realizó en Santiago la quinta versión de la Feria Europosgrados, que organizan el DAAD-Chile, el British Council y Campus France. En esta feria dedicada a dar a conocer la oferta de estudios en Europa y otros países invitados, Alemania contó con 19 pabellones y la presencia de 14 universidades y centros de investigación.

Jorge Peña, docente de la Universidad Friedrich-Schiller de Jena, estuvo representando a su universidad. Allí pudo comprobar el interés de los asistentes y despejar dudas con respecto a los estudios en Alemania. “Estábamos advertidos de estas normativas del Gobierno chileno, que buscan excelencia académica, pero hacen un poco difícil estudiar en Alemania”, señala. En materia de rankings internacionales, “hay normas difíciles de cumplir para Alemania, como la exigencia de las publicaciones en inglés”, indica.

En la inauguración, las universidades expresaron su descontento con el sistema aplicado por Becas Chile. No sólo por los rankings, sino también por la incompatibilidad entre la fecha de postulación a las becas y la fecha de aceptación de las universidades alemanas. “Hasta el momento del cierre de la convocatoria, en mayo, será casi imposible obtener la admisión de una universidad alemana, las que, en general, envían sus confirmaciones de aceptación en el mes de junio o julio”, explica el DAAD-Chile.

Por esto, el DAAD-Chile decidió interrumpir su participación en Becas Chile por este año. Esto significa que los estudiantes no recibirán los beneficios adicionales de esta insititución. Actualmente evalúa la posibilidad de reestablecer el convenio para el año 2012.

¿Por qué se desperdician oportunidades de estudiar en Alemania? Siga leyendo...

“La aplicación inadecuada del sistema de rankings nos ha llevado a desaprovechar oportunidades, como el cofinanciamiento de nuestras becas por parte del Estado alemán –explica Joaquín García-Huidobro-. En el convenio que se firmó entre Chile y Alemania (2009), nuestro Gobierno de entonces consiguió financiamiento para cien becas anuales, hasta el 2014. Es decir, 500 chilenos podrían obtener su doctorado en las magníficas universidades alemanas, con un costo muy razonable para Chile. De estas becas, sólo se han podido otorgar 30 al año”.

“Para un país culturalmente precario, perder becas a Alemania es una desgracia: nos abren cupos en el sistema alemán, ese país destina recursos especiales para nosotros, el Gobierno (al menos el de Bachelet) mostró interés y tenemos alumnos competentes dispuestos a la aventura germana. Y nos damos el lujo de tirarlo todo por la borda”, se lamenta el académico.

Mi universidad no es top 150

El chileno Raúl Zúñiga comenzó un doctorado en gestión logística en la Universidad de Bremen el año 2007 con el financiamiento de Becas Chile. Escogió Alemania pues “actualmente es número uno en la lista de las 155 economías clasificadas conforme a los indicadores del desempeño logístico a nivel mundial, según un informe del Banco Mundial”, explica.

“Elegí la Universidad de Bremen porque tiene un centro con muchos investigadores de éste y otros países dedicados a temas de logística. Además, la ciudad tiene una excelente infraestructura logística y está muy cerca de otros puertos muy importantes a nivel mundial, como Hamburgo y Rotterdam. ¿Dónde más se puede dar algo así?”, dice.

Raúl Zúniga
El chileno Raúl Zúñiga realiza un doctorado en gestión logística en la Universidad de Bremen.Imagen: Pablo Azócar

Sin embargo, la Universidad de Bremen aparece más abajo del puesto 300 de los rankings, por lo que seguramente, con los actuales requisitos, Raúl no habría obtenido financiamiento para su doctorado. Sobre esto, opina que no bastan los rankings para acreditar la calidad de un proyecto: “es muy importante tomar en consideración el nivel de desarrollo y liderazgo que tengan el país y la Universidad en relación al tema específico que se quiere investigar”.

Excelencia y variedad

Pero no todo está perdido. “Como consecuencia de nuestra critica, Becas Chile ofrece en la actual convocatoria la posibilidad de justificar de otra manera la calidad de la universidad a la que uno postula –señala el DAAD-Chile-. Sin embargo, las universidades europeas siguen siendo tratadas de manera desigual por el sistema Becas Chile”.

La Secretaria Ejecutiva de este organismo, Camila Cortez, explica que también se aceptará que el programa esté entre los 50 mejores del área específica en esos mismos rankings o que el postulante entregue antecedentes que prueben que es de un alto nivel (a través de acreditaciones, rankings del área específica, ranking del país, currículo del profesor guía, etc.). “Ningún estudiante de excelencia que postule estando aceptado en un programa de excelencia va a quedar fuera del proceso”, promete.

Académicos como Joaquín García-Huidobro dicen que en vez de exigir acreditar la calidad de la universidad, debería bastar con comprobar la calidad del estudiante, ya que un buen alumno no elegirá nunca un mal proyecto. Sus alumnos muestran mucho interés por estudiar en éste y otros países de Europa, pero también tienen preocupación.

“Esas limitaciones producen una pérdida de variedad. Para Chile es una enorme riqueza que sus alumnos puedan cursar sus estudios doctorales en un amplio abanico de universidades y no sólo en las 150 ó 200 que figuran a la cabeza de un determinado ranking”. Habrá que esperar que finalice el proceso de adjudicación de becas para comprobar cuánto restringió finalmente los proyectos de los estudiantes chilenos.

Autora: Victoria Dannemann

Editor: Enrique López