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Diez exagentes de Pinochet piden perdón por sus crímenes

23 de diciembre de 2016

El acto venía precedido de polémica, después de que familiares de las víctimas realizaran una acción de protesta, durante la cual se encadenaron a las bancas del templo Catedral de Santiago.

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Chile | Aus Protest ketten sich Angehörige der Pinochet-Diktatur Opfer an Kirchenbänke
Imagen: Reuters/I. Alvarado

Diez exagentes de Augusto Pinochet condenados por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura pidieron este viernes (23.12.2016) perdón en una ceremonia ecuménica celebrada en la cárcel en la que cumplen sus condenas. La celebración tuvo lugar en la cárcel de Punta Peuco, al norte de Santiago. Pidieron perdón Eduardo Iturriaga Neumann, Claudio Salazar Fuentes, José Zara Holger, Pedro Hormazábal Fuentes, Carlos Herrera Jiménez, Miguel Estay Reyna, Basclay Zapata, Marcelo Castro, Enrique Ruiz y Manuel Cerevic.

Actualmente, casi 140 militares y ex agentes de seguridad cumplen condena por crímenes de lesa humanidad. Al término del acto, uno de los oficiantes, el jesuita Fernando Montes, aseguró a los periodistas que en el mismo, celebrado a puerta cerrada, ninguno de los exagentes pidió "que se le rebajaran las penas, nadie pidió amnistía. Pidieron perdón". 

"Reconciliación forzada"

El acto venía precedido de polémica, después de que seis familiares de estas víctimas cesaron una acción de protesta durante la cual se encadenaron a las bancas del templo Catedral de Santiago. El  obispo auxiliar de Santiago Fernando Ramos aseguró que la Iglesia católica "no está a favor de la impunidad" en los casos de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet en Chile. Ramos habló con los familiares sobre el asunto. "Les demostré y expliqué con mucha claridad que oficialmente la iglesia no está a favor de la impunidad. El acto en Punta Peuco es privado. Es una liturgia ecuménica donde un grupo de internos invitaron a pastores", declaró el obispo Ramos.

"Hemos logrado el compromiso oficial de la Iglesia católica que no aceptará la impunidad, ni ahora ni nunca más", aseveró ayer una de las manifestantes al abandonar la catedral. Al acto de este viernes acudieron varias agrupaciones de familiares para expresar su rechazo al "acto de reconciliación forzada". "Nosotros tenemos la dignidad de decir que no tenemos odio, pero sí queremos verdad total y eso no se hace con liturgias ecuménicas", dijo la presidenta de AFEP, Alicia Lira, según el diario chileno La Tercera.

Los familiares de detenidos víctimas calificaron de "perdón mentiroso" el que pidieron los militares condenados, entre ellos Raúl Iturriaga, ex subdirector de la DINA, la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional, la policía secreta de Pinochet. "Yo también le pido a la presidenta de la República, Michelle Bachelet, que es una hija de un ejecutado, que vuelva a tener dignidad hoy día y se pare y condene este perdón mentiroso, que ha venido a quererse a imponer en este país", declaró Rosa Silva, hija del ejecutado político Mario Silva, a radio Cooperativa. Durante el régimen militar unas 3.500 personas desaparecieron o fueron ejecutadas por agentes del Estado y otras 35.000 fueron sometidas a torturas, según informes oficiales emitidos en democracia.

MS (efe/dpa/kna/La Tercera)