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“Mientras haya demanda habrá producción”

José A. Gayarre14 de septiembre de 2015

Pese a la reducción del cultivo y a la detencion de capos como el peruano Gerard Oropeza, la produccion de cocaína no se reducirá mientras siga la demanda en los grandes mercados consumidores, dice experta a DW.

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Symbolbild Kokain
Imagen: Fotolia/Africa Studio

Con la detención Gerard Oropeza en Ecuador, se atestó un nuevo golpe a al tráfico de drogas a nivel internacional. Conocido como “Tony Montana del Perú”, en alusión a la película Scarface, el sospechoso estaba considerado como uno de los mayores traficantes de cocaína del país y, según la prensa, sería el líder una organización internacional formada por peruanos, colombianos e italianos para exportar cocaína a Europa, Centroamérica y México.

La ley de la demanda

Perú y la región andina continúan siendo la gran zona de producción de hoja, pasta base y clorhidrato de cocaína en todo el mundo. En los últimos años, lo único que cambió fueron las rutas de transporte, aclara Marianne Braig, politóloga experta en Latinoamérica de la Universidad Libre de Berlín. “El tráfico se desvió por mar a través del Pacífico y por tierra a través de Centroamérica debido al aumento del control de las rutas del Caribe por parte de Estados Unidos. Así, los carteles mexicanos ganaron el control de la logística del acceso al país destino”, dice Braig.

Según la experta, el factor decisivo para la continuación de la producción es la demanda en países destino. “Mientras haya demanda, habrá producción. Eso lo diría cualquier neoliberal. Incluso aunque se controle y encarezca el transporte hacia Estados Unidos o Europa, continuará la producción aunque sea con peor calidad”, apunta incidiendo también en la necesidad de controlar el lavado de capital.

Detención de Gerald Oropeza, el narco más buscado de Perú.
Detención de Gerald Oropeza, el narco más buscado de PerúImagen: picture alliance/Zuma Press/Xinhua

Sobre cómo actuar para reducir el consumo, Braig se muestra tajante afirmando que la única medida eficiente serían acciones dirigidas a la legalización en puntos de entrega controlada como farmacias o similares. La clave sería evitar que los narcotraficantes ganen tanto dinero en el proceso como ahora y, según ella, todos los expertos coinciden en que la única posibilidad de actuar sería con pequeñas regulaciones del mercado.

¿Cultivos alternativos?

En cuanto a la producción, el Informe Mundial sobre Drogas 2015, publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, muestra una tendencia a la baja en la superficie de coca hasta niveles de 1990. Especialmente significativo es el ejemplo de Perú que, aun siendo uno de los mayores productores, redujo sus superficies de cultivo de 62.500 hectáreas en 2011 hasta las 42.900 en 2014. Aun así, faltan alternativas para implantar cultivos viables para el campesinado.

En busca de alternativas, el estudio incide en trabajar en la comercialización de dichos productos para hacerlos más atractivos en mercados nacionales e internacionales. Además, serían necesario apoyos políticos y financieros para generar la confianza necesaria para emprender grandes inversiones. Y por último, trabajar en el tema de la propiedad para evitar que la dificultad del acceso a la tierra genere explotaciones ilícitas.

Bolivien Kokain
Plantanciones de coca a falta de otros cultivos alternativos.Imagen: Sara Shahriari

Pese a los planes para frenar la producción, Marianne Braig ve con escepticismo el éxito de tales alternativas: “Hace poco escuché que, en Colombia, un campo de café genera 15.000 dólares y la misma superficie de marihuana (sin hablar de cocaína) generaría 35.000 dólares. Además, muchos de los pequeños productores ni siquiera tienen poder suficiente para decidir si cultivar café o cocaína”, aclara la experta.