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Durán i Lleida (CiU): “defendemos una España plurinacional”

Luna Bolívar Manaut22 de febrero de 2008

Josep Antoni Durán i Lleida es una de las caras del nacionalismo catalán. DW-WORLD quiso saber cómo afronta un catalanista, que es además candidato por Convergència i Unió, las elecciones del nueve de marzo en España.

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J. A. Durán i Lleida (centro) y Artur Mas, (dcha), dos líderes principales de CiU.Imagen: AP

En el Congreso español, Convergència i Unió (CiU) ha sido durante la legislatura 2004-2008 el tercer partido en número de asientos. No es la única agrupación nacionalista con representación en esta cámara, ni la única catalana. Pero sí la más votada, lo que la hace atractiva para los dos grandes partidos de masas, PSOE (socialistas) y PP (democristianos), cuando éstos necesitan apoyos y no les basta con los diputados propios.

Durán i Lleida es el candidato de CiU. Es bastante improbable que llegue a convertirse en jefe del Gobierno hispano, pero podría resultar un hombre imprescindible si, como se prevé, a PSOE y PP se les escapan las mayorías absolutas.

Pensando en quienes desconocen la política española, ¿cómo se presenta un partido nacionalista regional a unas elecciones generales?

J. A. Durán i Lleida: Pese a nuestro régimen de autogobierno, muchas de las leyes que afectan Cataluña se deciden en las Cortes Generales, y por tanto es obvio que los partidos nacionalistas “regionales” también deseen intervenir y ser decisivos a nivel general. Asimismo, los partidos nacionalistas “regionales” también tenemos una visión propia de España.

Además, no creo que exista incompatibilidad alguna entre defender los intereses de Cataluña y el interés general de todos los ciudadanos españoles.

Ignasi Guardans Cambó
I. Guardans Cambó, miembro del Parlamento Europeo por CiU.

¿Contiene su programa también propuestas para el ámbito nacional, europeo e internacional?

D. Ll: Defendemos un concepto de España plurinacional y pluricultural, en que las distintas naciones disfruten del máximo autogobierno. En relación a Europa, queremos que vaya más allá de una simple asociación de Estados, que sea un actor político internacional a la altura de su peso económico y se aproxime a la realidad internacional desde una posición genuinamente distinta a la simple suma de sus miembros. Una Europa que, a su vez, sea capaz de aunar unidad y diversidad, a partir de la pluralidad de todos sus pueblos.

¿Mantienen ustedes contactos con otros partidos europeos?

D. Ll: Unió Democrática de Catalunya, partido al que pertenezco y que forma parte de la Federación de Convergència i Unió, es un partido humanista que, desde su fundación en 1931, defiende el ideario político democratacristiano. Pese a la persecución y dificultades que padecimos bajo la dictadura franquista, Unió Democrática forma parte de todas las agrupaciones democratacristianas desde los años sesenta y es miembro de pleno derecho de las mismas.

¿Qué le diría usted a quienes critican que en una Europa que tiende a unirse existan partidos nacionalistas regionales como el suyo?

D. Ll: No existe ninguna incompatibilidad entre la voluntad de unión europea, que siempre hemos defendido, y la existencia de partidos nacionalistas de ámbito no estatal. La Europa a construir debería ser la Europa de las naciones y no la Europa de los Estados.

Bildgalerie Separatismus in Europa Katalonien
Banderas catalanas en las calles de Barcelona: manifestación nacionalista.Imagen: AP

¿Cómo observan ustedes la batalla que se ha librado esta última legislatura entre socialistas y populares?

D. Ll: La confrontación política ni empieza ni acaba con el PSOE y el PP. Pero, ambos partidos, de manera temeraria, han optado por dividir y polarizar a la sociedad española, creando unos niveles de tensión innecesarios. Les ha faltado sentido y visión de Estado, capacidad de diálogo y de entendimiento, y todo ello repercute en un agravamiento de los problemas de la sociedad española.

Por poner un ejemplo, PSOE y PP han sido incapaces de consensuar una ley de educación, y cada cambio de gobierno comporta el cambio de la legislación educativa, cosa absolutamente perjudicial para el progreso del país.

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Zapatero mit Artur Mas und Josep Antoni Duran i Lleida
El presidente español Rodríguez Zapatero (centro), con Mas (izq.) y Durán i Lleida.Imagen: AP

El PSOE y el PP se rifan a CiU para coaligar en caso de que no se logren mayorías absolutas. Usted dice que no quiere ser el candidato ni de Zapatero ni de Rajoy, ¿cuáles serán sus exigencias para entrar en un gobierno de coalición?

D. Ll: Nosotros no acudimos a las elecciones para pactar con Zapatero o Rajoy, sino para conseguir la aplicación de nuestro programa. Nuestras exigencias para cualquier pacto, si lo hay, pasan por desarrollar el contenido del Estatut de Autonomia de Catalunya [Estatuto de Cataluña], publicar las balanzas fiscales entre Estado y autonomías (algo que en Alemania resulta la cosa más natural del mundo y, en cambio, en España, se niega y oculta de manera sistemática por parte de todos los gobiernos centrales); exigimos también la inversión proporcional en infraestructuras y, además, de que se garantice a Cataluña la llegada de agua del Ródano.

Las veces que CiU ha apoyado con sus votos a gobiernos centrales se les ha criticado de “pensar sólo en beneficiar a Cataluña”, y a quienes eran sus socios de “ceder ante al chantaje catalán”, ¿cómo responden ustedes a esas críticas?

D. Ll: Por sentido de la responsabilidad apoyamos al último gobierno de Felipe González en 1992, toda vez que era imprescindible para superar la crisis económica existente y para garantizar un semestre de presidencia europea sin sobresaltos. A su vez, en 1996 apoyamos al primer gobierno de José María Aznar, por cuanto también era imprescindible para lograr cumplir los requisitos de Maastricht.

Katalonien ist nicht Spanien Plakat bei Fußballspiel in Spanien Autonomie Unabhängigkeit
"Cataluña no es España": separatismo en un campo de fútbol.Imagen: picture-alliance/ dpa

En ambos casos, por cierto con clara coincidencia con los planteamientos del canciller Kohl respecto a la política española, pese a algunos acuerdos beneficiosos para Cataluña, lo cierto es que prevaleció la voluntad de aportar estabilidad y serenidad a la política española, y con ello creo que servimos fielmente al interés general. Asimismo, las contrapartidas en materia de financiación y competencias para Cataluña fueron de inmediato extendidas al resto de territorios.

La reforma del Estatuto catalán hizo que corrieran ríos de tinta. ¿Qué es lo que impide a España adoptar un modelo federal?

D. Ll: El problema de España es el peso de las políticas uniformistas que se han aplicado desde principios del siglo XVIII y que resultaron especialmente intensas bajo la dictadura de Franco. En España no hay federalistas, aunque sea una realidad formada por diversas naciones, todas ellas con su historia y su cultura propias y, lo que es más importante aún, con una clara voluntad política y sentido de comunidad.

El PP dice que no retirará el recurso de inconstitucionalidad contra el Estatuto de Cataluña aunque necesite a CiU para gobernar, pero los populares creen que eso no sería obstáculo para que ustedes accediesen a formar gobierno con ellos, ¿se equivocan?

D. Ll: Están radicalmente equivocados.

¿Le será más fácil al PSOE que al PP convencerles de que gobiernen juntos los próximos cuatro años?

D. Ll: Tanto PP como PSOE son muy similares en lo que atañe a sus políticas respecto de Cataluña. Creo que las dificultades serían muy parecidas, y todo depende de la aceptación o no de nuestras condiciones.

¿Con qué resultado electoral se darían por satisfechos?

D. Ll: Con aquel que, con independencia del número de escaños obtenidos, nos permitiese llevar a la práctica nuestro programa político.