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DW y su cometido: ¿cuánta violencia debemos mostrar?

Ines Pohl
15 de noviembre de 2019

DW está comprometida con la verdad, no importa cuán terrible sea. Pero ¿dónde están los límites para mostrar actos de violencia?, se pregunta Ines Pohl, redactora en jefe de DW.

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Imagen: picture-alliance/AP Photo/Ng Han Guan

Los excesos de violencia estremecen al mundo. Ya sea en Chile, Bolivia, Siria o Hong Kong, la brutalidad parece aumentar día a día. Los enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes en Hong Kong llegaron a comienzos de semana a un triste apogeo. El lunes (11.11.2019) por la mañana, un policía disparó varias veces a los manifestantes y uno de ellos resultó gravemente herido. Más tarde, ese mismo día, a un hombre que condenaba los actos de violencia por parte de radicales le echaron combustible encima y lo prendieron fuego. También él sufrió heridas graves. Los videos, filmados por varios teléfonos inteligentes, difundieron la escena casi en tiempo real. Si de algún modo es posible catalogar los actos violentos, podemos decir que las imágenes de este hombre quemándose vivo conmocionan, causan repulsión y son insuperables en su brutalidad.

No falsear la realidad

Ines Pohl, redactora en jefe de DW.
Ines Pohl, redactora en jefe de DW.Imagen: DW/P. Böll

A nosotros, en Deutsche Welle, la emisora internacional alemana que publica contenido en 30 idiomas, se nos plantea la pregunta, en estos días más intensamente que nunca, sobre qué tipo de videos debemos mostrar. ¿Cuánta violencia debemos ofrecer a nuestro público, también considerando las diferencias culturales del mismo? 

¿Qué imágenes son turbadoras o irrespetuosas? ¿Cuándo victimizamos por segunda vez a las víctimas a través de nuestro estilo informativo, porque les quitamos su dignidad, incluso hasta después de su muerte? Pero, por el otro lado, ¿a partir de qué momento empezamos a falsear la realidad porque no ya no mostramos lo que realmente sucede? 

Son preguntas difíciles de responder, que discutimos diariamente, y son cuestiones que muy a menudo decidimos según el caso y de manera individual, ya que siempre dependen del contexto concreto y del poder simbólico de esas imágenes, que va mucho más allá de lo inmediato. Las imágenes de personas saltando desde las torres gemelas en llamas el 11 de septiembre de 2001 son una muestra de eso.

Formación de opinión independiente

Ese tipo de decisiones las tomamos sobre la base de nuestro cometido institucional. Con nuestro trabajo, queremos fomentar la independencia de opinión. Siendo consecuentes con eso, no apoyamos a ningún partido ni organización política, así como tampoco a ninguna comunidad religiosa. Tenemos por principio no mostrar actos de violencia o crueldad contra personas, que glorifiquen o banalicen la violencia, o que representen la crueldad y lo inhumano de esos actos de un modo que hiera la dignidad. Y nos hemos puesto como norma no revictimizar, a través de la información que ofrecemos, a las víctimas de actos violentos , mostrando cómo mueren o cómo están o estuvieron expuestos a sufrimientos físicos o emocionales.

Pero, por supuesto, que hay situaciones excepcionales. Son aquellas en las cuales la opinión pública está justificadamente interesada en ese tipo de representación de un tema determinado. 

En el caso de Hong Kong, decidimos mostrar tanto las imágenes de los manifestantes baleados por la Policía, como también las del hombre en llamas, para que nuestro público pueda formarse su propia opinión sobre este conflicto extremadamente polarizado. En el caso del hombre que se estaba quemando, nos decidimos por no publicar el video, sino solo fotografías. Mostramos ese suceso impactante porque no podemos ni queremos ocultarlo. Pero no exhibimos el video para no contribuir a que su terrible sufrimiento pueda ser observado una y otra vez.

Diferencia de opiniones

Esas son las decisiones que no podemos ni debemos tomar fácilmente. Y sobre las cuales hay opiniones diversas en nuestras diferentes redacciones. También porque somos conscientes de que corremos peligro de hacernos cómplices de los victimarios, que, ante las cámaras de sus teléfonos inteligentes, escenifican la violencia de modo que sus videos satisfagan las demandas de las redes sociales y se publiquen en todo el mundo.

Debemos partir de que, probablemente, este tipo de desafíos aumentarán en el futuro. Y que justamente nosotros, periodistas, tenemos que estar muy conscientes del efecto de acostumbramiento a las imágenes de horror y a la insensibilización que surge como consecuencia de ello.

(cp/ms)

Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube |