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EE.UU. y espionaje: ¿está Alemania en estado de negación?

Klaus Jansen / Evan Romero-Castillo13 de julio de 2013

Con impavidez. Así reacciona el Gobierno germano al espionaje del que ha sido objeto por parte de EE.UU. y Gran Bretaña. Eso obliga a preguntar si Merkel y su gabinete están conscientes de las implicaciones del caso.

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Imagen: picture-alliance/dpa

“Puro show”. “Un desastre”. “Un fracaso total”. Estas son sólo algunas de las formas en que la oposición germana ha descrito la reciente visita a Washington del ministro de Exteriores, Hans-Peter Friedrich. Él cruzó el Atlántico prometiendo exigir explicaciones al Gobierno de Obama por el espionaje del cual es objeto Alemania y regresó a Berlín sin las respuestas esperadas, pese a que habló sobre el programa de vigilancia global PRISM con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y con su ministro de Justicia, Eric Holder.

Al contrario, le reprochan sus críticos, Friedrich retornó a territorio germano para convencer a sus compatriotas de que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos no está escaneando sus datos privados a diestra y siniestra, sino de manera selectiva. “Friedrich debe creer que la gente es boba”, señaló Constanze Kurz, portavoz del Chaos Computer Club (CCC), en entrevista con DW. El CCC fue creado en Berlín en 1981, anticipando la relevancia social que las tecnologías de la comunicación tendrían poco tiempo después.

A juicio de Kurz, el develamiento de las prácticas de espionaje masivo de Estados Unidos y Gran Bretaña demuestran lo opuesto de lo que Friedrich sostiene desde que llegó de Washington. Para Konstantin von Notz, experto informático del partido Los Verdes, la actuación del ministro de Exteriores obliga a preguntar si no sería mejor que Angela Merkel se ocupara de este asunto en calidad de jefa de Gobierno. El problema, contesta el propio von Notz, es que la canciller no quiere tener nada que ver con esta historia.



80 millones de personas espiadas

“Merkel intenta mantenerse al margen de lo que ocurre en esta materia. Pero eso no le será posible de aquí al 22 de septiembre”, acota el especialista en tecnologías de la comunicación. En esa fecha tendrán lugar elecciones en Alemania. El escándalo en torno a PRISM y Tempora –los programas de espionaje de Estados Unidos y Gran Bretaña, respectivamente– amenazan con convertirse en los principales temas de la contienda política. A los partidos de oposición les convendría hacer planteamientos claros y concretos en este ámbito.

Pero, ¿cómo explicar la impavidez con que la administración Merkel ha respondido a un episodio de tanta gravedad? Un comentarista del diario Süddeutsche Zeitung sostenía que estas prácticas de vigilancia global representan para los derechos civiles lo que la caída de Lehman Brothers fue para las finanzas mundiales. Von Notz está convencido de que el actual Gobierno alemán no ha comprendido todavía las implicaciones del caso. Y Constanze Kurz, de CCC, coincide plenamente con él. Es como si Berlín estuviera en estado de negación.

Von Notz lamenta la frecuencia con que se enfatiza que las comunicaciones de las delegaciones diplomáticas alemanas podrían haber sido espiadas, cuando el verdadero problema radica en que 80 millones de personas en Alemania han sido vigiladas totalmente con la ayuda de PRISM y Tempora. Kurz, por su parte, advierte que esas operaciones de vigilancia alteran las relaciones de poder entre los Estados. “Lo que se saca de los datos robados es conocimiento y eso es poder”, subraya la vocera del CCC.



El “letargo alemán”

Dentro y fuera de la oposición alemana, muchas personas esperan que Merkel endurezca el tono con que discute sobre este tópico con Washington y Londres.
Dentro y fuera de la oposición alemana, muchas personas esperan que Merkel endurezca el tono con que discute sobre este tópico con Washington y Londres.Imagen: picture-alliance/dpa
Konstantin von Notz: el verdadero problema radica en que 80 millones de personas en Alemania han sido espiadas por EE.UU. y Gran Bretaña.
Konstantin von Notz: el verdadero problema radica en que 80 millones de personas en Alemania han sido espiadas por EE.UU. y Gran Bretaña.Imagen: Reuters

De ahí que Kurz admita haber quedado estupefacta al oír cómo el ministro Friedrich seguía hablando de Estados Unidos y Gran Bretaña como si fueran socios y amigos de Alemania. “Lo que se sabe de PRISM y Tempora revela claramente que los alemanes son blanco de los ataques y no por casualidad o error”, insiste Kurz. A sus ojos, demasiados alemanes se siguen dejando persuadir fácilmente de la necesidad de estas medidas de vigilancia y de su efectividad contra los atentados terroristas u otras amenazas a la seguridad nacional.

Kurz asegura que no existen evidencias de que PRISM y Tempora hayan ayudado a evitar ataques terroristas, y agrega que los servicios de inteligencia de Estados Unidos y Gran Bretaña parecen moverse en un espacio por encima de la ley que les permitiría hacer lo que quisieran cuando quisieran. Dentro y fuera de la oposición alemana, muchas personas exigen que Berlín endurezca el tono con que discute sobre este tópico con Washington y Londres. Von Notz espera oír palabras claras de Merkel y actos coherentes con las mismas.

“Berlín puede suspender algunos acuerdos que tiene con Washington y dejar de entregarle a Estados Unidos tanto los datos de quienes toman vuelos desde o hacia Alemania como los datos de quienes envían dinero desde o hacia el territorio germano”, pone Von Notz por ejemplo. Según el experto, esas medidas permitirían establecer conversaciones serias entre iguales. ¿Y qué hay de las 80 millones de personas espiadas? ¿No habría sido de esperarse que las protestas se multiplicaran, sobre todo en las grandes ciudades del país?

Constanze Kurz se atreve a lanzar una teoría: “Normalmente, nadie constata a ciencia cierta que sus datos están siendo leídos sin su permiso. El robo de información no es palpable”, dice la portavoz del CCC, intentando explicar lo que ella describe como el “letargo” exhibido por la población de Alemania desde que el excontratista de la NSA estadounidense, Edward Snowden, filtró información a la prensa mundial sobre PRISM y Tempora.

Autores: Klaus Jansen / Evan Romero-Castillo
Editor: Diego Zúñiga