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El cine y la creación audiovisual: una oportunidad histórica para Guatemala

26 de abril de 2019

El sector audiovisual tiene un gran potencial económico para el país y ayuda a mantener viva la memoria histórica del país. Por eso los cineastas exigen un marco legal que regule una actividad económica y cultural que ya está aportando su grano de arena a la creación de riqueza.

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El cine guatemalteco vive uno de los momentos más álgidos de su historia: la participación de algunas de sus recientes películas en festivales internacionales es prueba de ello. El oso de plata en la Berlinale de 2015 para "Ixcanul", del director Jayro Bustamante, llevó incluso a algunos medios a hablar del boom del cine de Guatemala. Un optimismo que los nuevos realizadores cuestionan como tal. La Asocación Guatemalteca del Audiovisual y la Cinematografía, AGACINE, es la principal organización de creadores audiovisuales de Guatemala, un país cuya producción cinematográfica ha aumentado en cantidad y calidad durante los últimos años a pesar de una persistente dificultad para acceder a financiación. AGACINE pelea desde hace años por el reconocimiento del valor y el potencial económico de la cultura y del sector del cine en Guatemala. Y es que la economía de Guatemala se basa fundamentalmente en la agricultura, el turismo, la manufactura y los servicios. Pero el fomento del cine y de las industrias culturales podría suponer, por tanto, una forma de diversificar sus ingresos. El colectivo de cineastas guatemaltecos lleva más de una década pidiendo la aprobación de una Ley de Cine que ordene la producción audiovisual en el país y regule una actividad económica que ya aporta su grano de arena a la creación de riqueza. Una lucha que parece dar sus frutos. El gobierno de Guatemala anunció que trabaja ya, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en una iniciativa de ley para fomentar e impulsar el cine y el talento nacional. La guerra civil que golpeó el país durante casi cuatro décadas significó un silencio forzado para la producción cinematográfica y audiovisual. Con la firma del acuerdo de paz en 1996, comienzan a resurgir expresiones que acaban por regenerar una escena activa de la creación audiovisual. El cine y otras artes surgen así como herramienta de catarsis para afrontar las heridas y secuelas de largo conflicto armado.