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El enigma de las bajas rusas en Siria

Roman Goncharenko
14 de febrero de 2018

Moscú niega que soldados rusos hayan caído en los enfrentamientos del 7 de febrero en la provincia siria de Deir al Zour, pero circulan rumores sobre la matanza de mercenarios del Kremlin en el bombardeo estadounidense.

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Syrien Deir al-Sur Russische Soldaten
Imagen: Getty Images/AFP/D. Derda

Aún no se sabe a ciencia cierta qué ocurrió en la ciudad siria de Khusham el pasado 7 de febrero, pero con cada día que pasa aumenta el interés en ese episodio porque podría tensar aún más las relaciones entre Washington y Moscú, y complicar las cosas para el presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien aspira a la reelección en los comicios del 18 de marzo. Según Estados Unidos, los soldados leales al líder sirio, Bashar al Assad, atacaron un puesto de la alianza rebelde Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) en la provincia Deir al Zour. Éstas pidieron ayuda y las Fuerzas Armadas estadounidenses repelieron la agresión con artillería, aviones y helicópteros. El oficialismo sirio informó que decenas de combatientes perdieron la vida en esa refriega.

En la coalición SDF está incluida la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG), el brazo armado oficial del Comité Supremo Kurdo del Kurdistán sirio. YPG recibe respaldo del frente liderado por Estados Unidos para luchar contra la organización terrorista Estado Islámico. De hecho, en el puesto de SDF atacado por los soldados de Al Assad estaban presentes asesores estadounidenses. El Pentágono alega que cuando los oficialistas arremetieron contra los rebeldes, sus agentes reaccionaron "en defensa propia". Ese enfrentamiento se saldó con cien muertos. Estados Unidos enfatiza que sus combatientes estuvieron conectados telefónicamente con representantes de las Fuerzas Armadas rusas "antes, durante y después de esa escaramuza".

¿Cuentas claras entre Washington y Moscú?

Aunque los rusos les aseguraron a los estadounidenses que no estaban involucrados en el ataque perpetrado por las fuerzas de Al Assad contra el puesto de SDF, la narrativa oficial del Kremlin fue refutada poco después de la reyerta: en foros digitales y medios de comunicación rusos aparecieron reportes, según los cuales, había habido bajas considerables en las tropas rusas estacionadas en Siria. Algunas fuentes hablan de cinco soldados y, otras, de más de 200. En internet circulan grabaciones de llamadas telefónicas supuestamente hechas por sobrevivientes del altercado de Khusham, pero su veracidad no ha sido comprobada todavía. Algunos audios le atribuyen al ataque orquestado por las tropas de Al Assad el objetivo de ocupar una refinería petrolera.

Un detalle controvertido es objeto de especulaciones en Rusia: hay indicios de que la mayoría de los rusos que presuntamente murieron a manos de soldados estadounidenses no pertenecían a las Fuerzas Armadas rusas, sino al Grupo Wagner, una empresa militar privada que contrataba a exoficiales del Ejército ruso, como lo hacía la firma estadounidense Blackwater. La diferencia entre el Grupo Wagner y Blackwater es que la segunda era una compañía ilegal, de acuerdo con las leyes estadounidenses, mientras que en Rusia no hay normativa alguna que prohíba o controle la actuación de consorcios militares privados.

Grupo Wagner, el Blackwater ruso

En los últimos años, la prensa rusa ha publicado varios reportajes sobre el involucramiento del Grupo Wagner en los conflictos de Ucrania Oriental, donde supuestamente apoyaron a los separatistas prorrusos. Al parecer, varios combatientes rusos se desplazaron del este de Ucrania a Siria. Stanislaw Matwejew es uno de los pocos ciudadanos rusos que perdieron la vida en Siria y cuyos nombres han aparecido en los medios. En una entrevista concedida al portal de noticias "Znak", su viuda dijo haberse enterado de la muerte de Matwejew el pasado 9 de febrero; un líder cosaco la habría llamado para comunicarle la noticia. En todo caso, la viuda de Matwejew le ha pedido al Gobierno ruso que "vengue" la muerte del soldado caído.

El problema es que, oficialmente, Moscú niega que sus tropas hayan participado en la contienda de Khusham. La agencia de noticias Interfax citó a una fuente anónima del Ministerio de Exteriores ruso, según la cual la presunta muerte de cientos de soldados rusos es un ejemplo clásico de desinformación. Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, señaló que las informaciones en circulación deben ser confirmadas, pero acotó que "no se puede descartar que hubiera ciudadanos rusos en territorio siro. Pero eso no significa que sean parte de las fuerzas de combate rusas".

El experto en política exterior Vladimir Frolov advirtió que, si se llegara a comprobar que cientos de soldados rusos murieron a manos de combatientes estadounidenses en Siria, sería la primera vez que esto ocurre desde la Guerra de Vietnam.

Roman Goncharenko (ERC/VT)

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