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"El secuestro parental viola los derechos del niño"

Cristina Papaleo8 de julio de 2006

El secuestro de niños por uno de los progenitores no conoce fronteras y deja huellas traumáticas en las víctimas. DW-WORLD habló con un experto de la ONU en derechos del niño.

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Los niños secuestrados por sus progenitores, un problema internacional.Imagen: dpa

Un viernes como todos, un niño, hijo de padres separados o divorciados, es recogido del jardín de infantes por su padre para pasar un fin de semana con él. A la hora pactada, la madre espera su regreso. Pero el padre no aparece como debería hacerlo según el reglamento de visitas. Esa mañana, al despedirse de su madre, el chico no sabía que la vería por última vez.

Lamentable pero real, este es el destino de muchos hijos de parejas binacionales, y también entre alemanes que se separan o divorcian, dentro y fuera de Alemania, país que forma parte del Convenio de La Haya desde 1990. A dicho acuerdo pueden acogerse los progenitores víctimas de sustracción de un hijo menor en caso de secuestro hacia un país extranjero.

Gewalt gegen Kinder
Imagen: dpa Zentralbild

“Se producen más de 300 casos declarados por año, pero no se conoce la cifra exacta”, epxlica Monika Bruhns de la Iniciativa Parental Niños Desaparecidos. Los niños secuestrados son tratados como botín de guerra en casos de divorcio, es decir, como objetos, sin importar el sufrimiento que se le ocasiona y el trauma que acarrearán de por vida.

En caso de secuestro, como es usual, el progenitor a quien se sustrae el menor realiza una denuncia. Por lo general, el Tribunal Familiar le otorga inmediatamente la tutela completa por haberse demostrado que el progenitor secuestró al menor. Además, se ordena la detención internacional del padre por secuestro de menores, castigado hasta con cinco años de cárcel en Alemania.

No siempre es el progenitor extranjero quien sustrae al menor. Se dan los dos tipos de secuestro, pudiendo esconderse al niño dentro de su país de residencia o fuera de él.

Al mismo tiempo, el padre o la madre a quien se sustrajo el niño inicia una búsqueda por todos los medios, incluyendo avisos en páginas de internet, llegando algunos a la televisión y a la radio. Asociaciones como Missing Children, Fundación Niños Unidos para el Mundo (Foundchild) y Red Solidaria difunden estos casos apelando al derecho de todo niño de crecer en contacto con ambos progenitores, y, en casos de parejas binacionales, con sus dos culturas.

Vater betreut Kind
Derecho a compratir el tiempo con sus progenitores.Imagen: picture-alliance / dpa/dpaweb

Estas organizaciones trabajan, como en el caso de Foundchild, para que el secuestro de niños deje de juzgarse en el marco del derecho internacional privado y pase al terreno del derecho internacional público, basándose en la Convención de Derechos del Niño.

DW-WORLD habló con Jörg Maywald, director de la Liga Alemana para los Derechos del Niño (DLK por sus siglas en alemán), que además es vocero alemán de la Coalición Nacional para el cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño de la ONU. Maywald denuncia la falta de conciencia internacional sobre los derechos de los niños, más allá de su nacionalidad o la de sus padres. Lea la entrevista en la página siguiente.

Como jurista y como vocero de la ONU para los derechos del niño, ¿qué opina de estos secuetros?

Se pisotean los derechos de los niños al sacarlos del lado de uno de los progenitores, con quien había vivido la mayor parte de su vida. Además, que sea su propio padre, o su madre quien lo secuestre, anulando desde ese momento el contacto del niño con su otro progenitor, es un acto delictivo y traumatizante de por vida para las víctimas.

El niño secuestrado no puede estar bien. Los niños necesitan cuidados no sólo de tipo material, como alimento y abrigo, sino más que nada cariño y atención a sus necesidades emocionales, especialmente por parte de la persona con la que tienen un vínculo más estrecho, con quien el niño vivió todo este tiempo. Es preocupante, ya que la criatura seguramente estará en un mal estado anímico y psíquico, y, por lo tanto, físico. Por otra parte, el progenitor que secuestra viola los derechos básicos del niño, tanto en lo que concierne a la ley alemana, que contempla el secuestro de niños como un delito, como a acuerdos internacionales que establecen que el niño tiene un derecho al contacto regular con ambos progenitores. Además, por supuesto, el secuestrador viola la ley.

En varios países, los casos de secuestro se difunden a través de los medios, conmoviendo a la opinión pública y organizado diversas campañas mediáticas para ayudar a encontrar a los menores. En Alemania parece no dársele demasiada trascendencia al tema.

El problema parece ser una cuestión de aplicación del derecho. Esa tarea le corresponde a la Policía. Otra cuestión es por qué los medios en Alemania no se ocupan de estos casos como en en otros países. Cuando un niño alemán es secuestrado por uno de los progenitores extranjeros, la repercusión es mayor, como en el caso de secuestros hacia países árabes. Parecería ser que la opinión pública mide con distintas varas. En Alemania la conciencia sobre los derechos del niño, independientemente de su nacionalidad o la de los padres, no está lo suficientemente desarrollada. Un niño es ante todo un niño, una personalidad autónoma con derechos y necesidades propios, y su pasaporte pasa a segundo plano.

¿La nacionalidad del progenitor que secuestra tiene influencia en la justicia, en el esclarecimiento del caso y la restitución del niño a su centro de vida?

Probablemente la opinión pública no le de importancia a estos casos porque se consideran, equivocadamente, como una pelea entre los padres. Pero no es una pelea entre adultos. Se trata de la situación y los derechos del menor, que no se toman en cuenta. Podría pensarse que la justicia no está lo suficientemente sensibilizada. Es menos una cuestión de decisión judicial. Por lo general, los jueces actúan correctamente, y se informa a las autoridades fronterizas para impedir la salida de Alemania con el niño.

Como portavoz de los derechos del niño de la ONU, ¿qué medidas internacionales sugiere?

Lo más importante es que no se trata de una cuestión de nacionalidad. Es un problema internacional, sin importar si la madre es argentina, el padre alemán o árabe, o la madre alemana. Lo que importa es crear una conciencia global acerca de los derechos del niño a gozar del contacto con ambos progenitores. No alcanza con reglamentar el tema con acuerdos internacionales. También sería necesario regular la aplicación de dichos acuerdos a nivel internacional. Es decir, que la Policía trabaje conjuntamente a nivel internacional.