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El trabajo en exceso reduce la productividad

Claudia Herrera Pahl27 de julio de 2004

Recientes estudios hechos en Alemania demuestran lo que se sabe ya desde el siglo XIX: el trabajo excesivo reduce la productividad.

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Más de 8 horas de trabajo diario perjudican la salud.Imagen: AP

Incrementar la productividad y reducir gastos, dos de las grandes prioridades de nuestra época. ¿Y la salud? En el continuo esfuerzo por multiplicar el capital se olvida que la productividad y la capacidad de los trabajadores se reduce drásticamente si no están sanos.

Vivimos el retroceso de una tendencia histórica. Las repercusiones de jornadas de trabajo demasiado largas se conocen desde hace 100 años. Ya a principios de 1900 primeros sociólogos se percataron que la productividad retrocede cuando se trabaja más de ocho horas al día por un tiempo prolongado. Al contrario investigaciones hechas mucho después, en 1994, comprobaron que la mayor eficiencia se alcanza reduciendo el horario laboral a 6 horas diarias.

40 horas máximo

En Alemania crecen desde hace meses las demandas de incrementar la jornada laboral a 41 horas a la semana. Algunas empresas han negociado nuevos convenios colectivos que así lo estipulan.

Según un estudio presentado por la Oficina alemana de Protección del Trabajador, jornadas de más de 8 horas al día no sólo perjudican la salud sino que además reducen la capacidad y motivación de los trabajadores. Actualmente, según el estudio citado, uno de cada cinco empleados en Alemania trabaja más de 45 horas a la semana. La motivación, la satisfacción y las pretensiones personales pueden contrarrestar sólo por corto tiempo el impacto físico y psicológico de un exceso de trabajo. A largo plazo el exceso se convierten en un riesgo para la salud. La falta de tiempo y el descuido de los contactos sociales privados generan una serie de tensiones peligrosas para la salud.

En una encuesta a largo plazo realizada entre 1998 y 1999 se registró que junto con el incremento de las horas de trabajo crece también la presión. Sólo un 32 por ciento de los encuestados que trabajan menos de 30 horas a la semana se siente estresado. Entre los que trabajan hasta 48 horas el porcentaje de gente que se siente presionada crece a 55 por ciento, mientras que entre aquellos que trabajan más de 48 horas se dispara drásticamente a un nivel del 75 por ciento.

“No puedo más”

Lo mismo sucede con el sentimiento de estar al borde de las capacidades físicas por cansancio. Sólo un 11 por ciento de los que trabajan menos de 30 horas se llegan a sentir exhaustos. Entre los que trabajan entre 30 y 48 horas son un 20 por ciento, mientras que entre los que trabajan más de 48 horas el porcentaje asciende a 33 por ciento.

Correspondiéndose con el incremento de las horas de trabajo incrementan también los padecimientos como cansancio general, insomnio y también las insuficiencias cardiacas.

El estudio fue hecho de forma general en diversas áreas y diversos niveles en el escalafón de las empresas y demuestra también que a mayor trabajo crece el descontento y la desilusión con el trabajo realizado. Sólo un 8 por ciento de los que trabajan menos de 48 horas se muestra insatisfecho con lo que han realizado. Pero entre los que trabajan más de 48 horas el nivel asciende a 19 por ciento.