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Elecciones en Berlín: ¿cómo tomar el pulso a la calle?

Heiner Kiesel /JAG/ERS)19 de septiembre de 2016

El partido AfD consigue entrar otra vez en un parlamento regional alemán. Los partidos establecidos no pueden hacer nada frente a su estrategia, aunque la canciller trate de hacerlo con énfasis.

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Imagen: picture-alliance/dpa/W.Kumm

Los roles en lo alto del podio están bien repartidos. Tres políticos de Alternativa para Alemania (AfD) se mostraban satisfechos por el éxito alcanzado por su partido en las elecciones de Berlín. Entrarán por primera vez al parlamento local con el 14,2 % de los votos y será el décimo parlamento regional en el que están representados. Frauke Petry, presidenta del partido, habló de “cuenta regresiva” hasta las elecciones al Bundestag, pero antes espera tener éxito en las tres elecciones regionales que aún le quedan. Todo parece posible, y después de analizar los resultados, Petry dijo que “el SPD dejó de ser el partido de la gente común”. Pero también es consciente de que hereda de la CDU: “En Berlín se demostró que AfD se está convirtiendo lo que en su día era la CDU”.

Dentro del grupo, el candidato de la formación Georg Pazderski hace de conciliador. Habla de política constructiva en la capital. “No queremos hacer oposición frontal”, explica, a la vez que presume de que su partido consiguió llevar a las urnas a los que se abstenían: “Según los resultados, la AfD es el mayor proyecto democrático de la última década”. Para Padzerski, el secreto está claro: “aparentemente hablamos el idioma del ciudadano de a pie”.

Señalando a la CDU y el SPD

Después de las elecciones de Berlín, el resto de partidos parece haber perdido el control. CDU y SPD, hasta ahora socios de coalición, se acusan mutuamente. Los democristianos obtuvieron el peor resultado de su historia con un 17,2 %. Según Frank Henkel, jefe de la CDU en Berlín, un mal resultado. Henkel se muestra abatido por la discusión sobre la política de asilo provocada por la versión bávara del partido, la CSU. Tampoco está satisfecho con sus socios de Gobierno del SPD, a los que acusa de utilizar cualquier ocasión para avivar conflictos dentro de la coalición. Aun así, no pretende excusarse y estaría dispuesto a entablar negociaciones sobre una coalición de Gobierno.

Pero los votos de la CDU no bastan para que gobierne el SPD. Los socialdemócratas también obtuvieron el peor resultado de su historia con un 21,6%. Sus líderes culpan a la CDU y sus conflictos con la CSU: “Ya no se tratan temas normales, sino solo los refugiados”, declaró la secretaria general, Katarina Barley, en televisión. Un tema que fortalece todavía más a la AfD.

Berlin Wahlen zum Abgeordnetenhaus erste Wahlergebnisse Frank Henkel CDU
Frank Henkel, líder de la CDU en Berlín.Imagen: Getty Images/S. Gallup

Entre este fracaso de los partidos establecidos, consuela que el próximo alcalde de Berlín probablemente sea Michael Müller, del SPD. Nadie sabe todavía con quién gobernará. La combinación más probable es un Gobierno con La Izquierda y los Verdes. Pero Müller no simpatiza con La Izquierda, por lo que sería posible una coalición con la CDU, apoyado también por los liberales del FPD, partido que consiguió volver a entrar en el parlamento con un 6,7% de los votos.

Autocritica de la canciller

El día después de las elecciones, Merkel no buscó culpables para la debacle de su partido. “Soy la presidenta y no pretendo eludir la responsabilidad”, declaró en la sede central, para después reconocer fallos en la política de refugiados. “Si pudiese, volvería atrás en el tiempo para prepararme mejor junto con el Gobierno y los responsables”, dijo en relación a la avalancha de refugiados de 2015.

Al parecer, Merkel no supo coger el pulso a la calle como lo hizo la AfD. Y aunque afirmó que seguiría esforzándose, probablemente tales esfuerzos no serán suficientes para hacer cambiar de opinión a los votantes de la AfD. Sobre todo, porque hay cosas de las que la canciller está convencida: “Si no quieren que se acepte a extranjeros, especialmente a musulmanes, no solo contradicen la Constitución y el derecho internacional vigente en nuestro país, sino también a los fundamentos éticos de la CDU y mi convicción personal”.